It was you... (Miguel O'Hara x OC)

Capítulo 10. Distopía

Dios, desde esa charla que tuvo con la joven, estuvo más presente en su vida, tratando de que ella no tirara la toalla de nuevo, que no se rindiera.

Forzándola a seguir con su misión, pues los demonios estaban haciendo demasiados destrozos al estar ella más sumida en una depresión.

Haziel le trataba de convencer de no seguir, no tenía qué hacerlo por seres que no la buscaban para nada más que su bienestar propio, esos seres que la habían dañado y ultrajado por mucho tiempo.

Por otro lado, El Destino le estaba indicando a Astre que tenía qué hacer, esto incluyendo proteger a los humanos de demonios, esto incluyendo seguir sirviendo a Miguel, siendo que ella ya no quería hacer nada.

Haziel miraba cómo su amada estaba muy conflictuada, era como si todo le estuviera jugando en contra y que todo estuviese a favor de la humanidad, a favor de todos menos ella. Él usualmente le imploraba que ella decidiera por terminar su trato con Dios, que no valía la pena sufrir, le prometía llevársela con él, pero El Destino no la dejaba en paz, siempre le insistía que no cayera en tentaciones, que seguir con su dicha no rompería el balance de la vida y la muerte.

Que todo estaba en sus manos.

Por otro lado, Miguel trataba de mejorar su relación con ella, logrando observar qué tan acomplejada estaba, cada día parecía estar más ansiosa, cautelosa, actuando de forma robótica, como si alguien le estuviera diciendo "has esto", "has eso otro", etc.

El Destino y Dios estaban más insistentes que nunca, era como si el final se acercara, ella iba de aquí a allá, en misiones, matando demonios, protegiendo, peleando, asesinando, etc. Todo esto la estaba volviendo loca, no ayudando a su depresión, no ayudando a su ánimo. 

Muerte estaba tenso y extrañado, no entendía por qué El Destino estaba mucho más activo y meticuloso con su hija que con él, incluso, más aún cuando ya no había tantos demonios errantes como antes, ¿tal vez Lucifer se cansó?

En fin, todo marchaba bien para todos excepto para ella, la Spider-Society estaba a marchas forzadas tratando de encontrar a The Spot en todos los universos, ella lo buscaba en dimensiones intermedias.

Igualmente, el resto de la Spider-Society no cambió de trato hacia Astre, aunque Miguel hubiese ordenado que ella era una miembro oficial más, finalmente presentándola ante todos, recibiendo miradas de asco como respuesta, de odio y de celos, más aún cuando notaron a su líder con una expresión suavizada en el rostro al referirse a ella, al notar qué tan cercanos se estaban volviendo, queriendo, incluso, apartarlos lo más posible porque, carajo, incluso en las misiones eran un dúo perfecto, Miguel volviéndose más protector con ella aunque rara vez ella se dejaba ayudar, pero no podía rechazar estas ayudas al tener los nervios a tope por tanto estrés que el mundo le estaba poniendo encima.

En estos momentos, Astre pudo "socializar" mejor con miembros como Peter y Jess, quienes no se cansaban de buscarla para preguntarle cosas sobre ella, más el primero, que igual no se cansaba de mostrarle las múltiples fotos que le tomaba a su hija.

Si Astre no estuviese siendo presionada por dos seres divinos, hubiese disfrutado las interacciones, pero a este punto ella sentía que todos estaban en su contra y que tarde o temprano le iban a pedir algo, algún favor que atentara contra su vida, que la iban a hacer un lado y ¿cómo no? si el resto de esa sociedad la trataban como si fuera un fenómeno, como muchas otras personas en otros universos.

En fin, en cierto punto de la vida, la Spider-Society consiguió un rastro de The Spot en un plano intermedio. Inmediatamente todos intentaron rastrearlo y buscarlo, tratando de ubicar su siguiente parada, ya que era un ser muy rápido.