El karma existe y es una perra. Que no se les olvide cuando intenten pasarse de listos e ignorar sus problemas. En mi caso el problema viene envuelto en ropa de marca y perfume caro.
Park Jimin luce algo perdido después de pedirme el encendedor y de paso uno de los últimos cigarrillos para matar el cansancio después de un turno del infierno.
—Ehh... gracias... es... no sabía que vivías por aquí o que... bueno alguien como tú esperaba el autobús. Aunque a juzgar en lo que trabajas...
Y ese es el problema con los chicos como él. Todo iría perfecto si no tuviera la cabeza hueca y la boca demasiado suelta. Contengo el impulso de decirle que no solo soy un "acompañante." Pero no estoy lo suficientemente loco para hacer eso.
En su lugar repaso su figura con parsimonia hasta regresar a su rostro. Para ese entonces ya las bocanadas de humo se mezclan con la frialdad de la noche.
—No recuerdo haberte dado acceso a mi vida privada.
Expongo en mi mejor tono monocorde. Él esboza una sonrisa de gato antes de apuntarme con el dedo.
—Demasiado tarde para eso, guapo. Nunca podría olvidarme de esos ojos. Son ilícitamente impactantes.
Su coqueteo pasa de largo frente a mis ganas de dejarlo con la palabra en la boca y regresarme caminando. Mi auto está en revisión hasta el fin de semana próximo y el departamento en el que actualmente estoy no queda a más de tres bloques del hospital.
Solía compartirlo con Namjoon antes que este se comprometiera con Seok Jin, el director del Seoul University Hospital.
—Como sea, te tomas mucha confianza.
—Sí, lo que sea. Veo que eres un poco huraño fuera de personaje. Digo... de lo poco que puedo recordar... ese beso queda como uno de los mejores de la historia. No me importaría repetir.
Él se deshace del cigarrillo y camina en mi dirección. No puedo evitar ponerme en pie y dedicarle una sonrisa ladeada. Es un niño mimado que parece estar acostumbrado a que nadie se le resista. Solo que se ha equivocado igual que su amiguito, el que Tae tuvo que poner en su lugar. No, Park Jimin conoció brevemente a Min SUGA, no tiene idea de quién es Yoongi en realidad.
—Contrata a alguien que te aguante y de paso fíjate la próxima vez. No estoy trabajando esta noche.
Paso de largo en dirección de la parada de autobús seguro de que las luces al final de la calzada me darán margen para deshacerme de Jimin. No cuento con una mano que me jala por el codo con más fuerza de la que podría atribuirle a él.
—Sorpresa, me importa una mierda si estás trabajando o no. Tenemos algo pendiente y pienso obtenerlo con o sin tu autorización.
—Eres un jodido hijo de...
Cometo el error más viejo del mundo. Discutir con un idiota que está medio cachondo y que para colmo de males me pone. Intento mantenerme fiel a la idea de que no le devolveré el favor pero mis defensas son un desastre después de más veinticuatro horas sin dormir.
Termino sucumbiendo al sabor afrutado de sus labios y delineó con la lengua el inferior. Él se abre con un jadeo ronco que empeora mi situación y me impulsa a enredar mis dedos en su cabello mientras lo aprieto contra mi cuerpo. Sabe a dulce nicotina mezclada con deseo, sinceramente debería detenerme.
El autobús pasa pitando del otro lado del arcén, las luces iluminan por unos instantes el rostro del chico que se derrite en mis brazos y puedo ver dos espejos verdes debajo de sus pesados párpados. Maldición voy arrepentirme después.
—He perdido el autobús por tu culpa...
Le reclamo pero mis manos siguen apretando sus caderas. Él sonríe con descaro antes de anclar sus brazos alrededor de mi cuello.
ESTÁS LEYENDO
•AFFLUENZA•(ym/jimsu)♡$
Fanfic"Madre tiene un nuevo esposo que estrenar. Padre una nueva mansión y billetes que facturar. A nadie le interesa devolver la llamada de un chico de Nunca Jamás. Todos los niños ricos tienen Affluenza." "La vida es más fácil a través del cristal de un...