Retorno.

Capítulo 23.

'Cinco de la Orden de Caballeros Peletta, cinco de la Caballería. Y uno, Kishiar, para liderarlos...'

La Orden de Caballeros Peletta parecía haber reunido a sus élites, y se mantenía la disciplina, pero su fuerza no parecía destacarse. Por supuesto, esto era en comparación con los miembros de la Caballería.

'Parece que han elegido a las personas más por experiencia que por poder bruto.'

Incluso si la Orden de Caballeros Peletta era algo débil, no importaba. La fuerza del resto del personal era suficiente para repeler cualquier amenaza ordinaria.

'Con este grupo, Kishiar no necesitará desenvainar su espada, incluso si algo sucede.'

En el pasado, un número similar de tropas debió haberse desplegado, y el poder de combate de los miembros de la Caballería seleccionados entonces no habría sido bajo. Sin embargo, ¿por qué Kishiar tuvo que desenvainar la espada divina?

¿Qué incidente menor ocurrió en ese entonces? ¿Surgirá el mismo problema esta vez?

Aún era una incógnita, pero Yuder decidió priorizar la seguridad de Kishiar y la Piedra Roja sobre todo.

'Si cualquiera de esos dos se daña, podría llevar a problemas significativos en el futuro.'

Tenía otro objetivo. Cambiar el destino de la Piedra Roja, que debía ser enviada a la Torre de Perlas después de ser recuperada.

Esta vez, Yuder planeaba evitar que la Piedra Roja llegara a la Torre de Perlas.

'Primero enfócate en la recuperación, luego confronta a Kishiar.'

Aunque Yuder no sentía una particular simpatía por Kishiar, al menos el hombre era alguien con quien podía comunicarse. Antes de la muerte de Yuder, nadie había comprendido ni escuchado sus palabras, pero quería creer que Kishiar sería diferente.

Incluso si no revelaba todo, si podía convencer a Kishiar de que la 'purificación' que ocurría en la Torre de Perlas no era la verdadera purificación, ¿no podría evitar el mismo futuro?

'Si ni siquiera Kishiar puede entender mis palabras, tal vez lo mejor sería investigar en secreto.'

Si no podía prevenir la purificación, al menos necesitaría entender la forma original y las propiedades de la piedra. Si fuera necesario, estaba dispuesto a robarla.

Montaron a sus caballos bajo la guía de los magos de la Torre de Perlas. A primera vista, los caballos parecían meros cúmulos de viento, lo que levantaba dudas sobre cómo podían ser montados, pero al tocar el Caballo de Viento Nebuloso se sentía una sensación tangible, invisible pero palpable al tacto. Juzgando esa sensación correctamente, podían sentarse sobre el caballo que se arrodillaba.

"Ten cuidado de no soltar las riendas. Incluso si sientes que vas a caer, estarás bien mientras sostengas las riendas."

"Esto se siente tan extraño."

"Yo también. Parece que estoy sentado sobre una especie de limo invisible y blando."

Hinn y Finn, los hermanos, fruncieron el ceño mientras presionaban sus asientos. El cuerpo del caballo invisible se hundía y se elevaba bajo sus manos.

"¿Qué pasaría si usáramos nuestras habilidades en este caballo?"

"Es bastante irrespetuoso considerar usar nuestros poderes en un caballo que se dice que vale más que un carro lleno de oro."

En ese momento, Kishiar, montando el caballo más grande, habló desde atrás. Su voz tenía un matiz de diversión, pero fue suficiente para sobresaltar a los hermanos.