“Creo que eso fue todo.” Adam sonrió hacia Gabriel y San Pedro. Ellos se acercaron a él, abrazándolo. Adam correspondió a este abrazo. Al final de todo, fueron escoltados por ángeles hacia la salida del cielo. Se despidieron de las personas que les importaban y que habían intentado hacer que se quedaran en el cielo antes de ser completamente expulsados y arrojados a la Tierra. Emily les entregó un pequeño fajo de billetes. “Sé que no es gran cosa, pero espero que les sirva.” Emily les sonrió a ambos, y ellos agradecieron con un abrazo. Ella abrió un portal, permitiéndoles caminar a través de él. Cuando cruzaron el portal, perdieron sus ropas angelicales y, junto con ellas, sus características más llamativas. El portal los llevó a un callejón, donde dieron un último vistazo atrás, sonriendo a los presentes por última vez.
"Esto no es justo, será," gritó Emily con la voz entrecortada, al borde de las lágrimas.
"Niña, es suficiente. Se acabó," dijo Miguel, bajando de su lugar y acercándose a Emily, imponiéndose ante ella. Miguel tomó su verdadera forma: el arcángel.
Emily se sorprendió y retrocedió hasta chocar con Gabriel. Ella volteó a verlo; Gabriel, con una expresión seria, solo le ofreció una sonrisa.
"Suficiente, Miguel," dijo Gabriel, empezando a pasar a su estado de arcángel.
"Gabriel, estás cruzando la línea. Esto no es tu problema," replicó Miguel con su forma imponente de arcángel.
"No puedo quedarme callado, Miguel. Emily tiene derecho a ser tratada con dignidad, y tú estás pisoteando ese derecho," respondió Gabriel, brillando con su propia presencia angelical.
"Estoy haciendo lo que creo necesario para mantener el orden. No te permitas interrumpir."
"El orden no justifica la injusticia. Si no puedes manejar esta situación con compasión, entonces eres tú quien necesita ser detenido."
"¿Crees que puedes desafiarme así? Soy el ángel de la justicia, y mi deber es cumplir con la ley."
"La verdadera justicia también significa entender y escuchar. Si no puedes hacer eso, entonces estás fallando en tu deber."
"Gabriel, gracias por defenderme," agradeció tímidamente Emily.
"Suficiente, esto term..." fue interrumpida por una serpiente con alas que apareció en el centro del juicio.
"Emm ho-hola" de forma tímida saludo.
La sala completa se quedó en silencio todos observaban a la serpiente extrañados, "que hace una alma mortal en esta parte del cielo" Miguel pasando de su forma angélical a estado normal.
"Dios mío" será se quedó perfleja ante el ascendido.
Emily chillo de emoción y salió corriendo hacia el recién ascendido.
"Miren todos la redención es posible. Esta es la prueba de ello el era un pecador" Emily tomo una de las manos del ascendido y la levanto al aire.
"Con que un ascendido" Miguel sonrio, empezó acercarse a Emily y al ascendido.
"Qu-que haces?" Emily empezó a retroceder con ascendido.
"Solo protejo al cielo" Miguel volvió a sonreír, agitó su mano e hizo aparecer una lanza en su mano. "Sólo va hacer un pequeño pinquete" Miguel se preparó y lanzó su estocada, Emily cubrió con su cuerpo al ascendido, cerró fuertemente sus ojos.
Unos segundos Pasarón y Emily abrió los ojos y vió a Gabriel con un escudo lumínico protegiéndola. "Vete" fue todo lo que atino a decir, Emily sin dudar salió corriendo con el ascendido en sus brazos.
