Aparecieron en el mismo lugar, unas décadas en el pasado. Los ruidos del ataque de las cartas junto con los gritos de batalla de los piratas eran solo un eco en los oídos de las princesas. Ahora estaban en la Academia Merlín, a años de distancia del golpe de Estado de la Reina de Corazones.
Ambas miraron a su alrededor, compartiendo el mismo sentimiento de mareo y aturdimiento. Red fue la primera en salir del escondite tras la columna y corroborar que efectivamente habían viajado en el tiempo.
Aun así, había algo diferente.
El jardín estaba completamente destrozado, como si una estampida hubiera pasado por ahí a toda velocidad. El sol estaba sobre sus cabezas y el murmullo del viento era lo único que se oía.
—Algo no está bien —exclamó Chloe al ver los banderines rotos—. Estamos en la Academia Merlín, pero ¿qué sucedió aquí?
—¿Viajamos al tiempo correcto, verdad?
Ambas caminaron por el patio y fue cuando salieron al exterior que vieron a algunos estudiantes corriendo de un lado a otro. Llevaban cajas y herramientas en sus brazos, absortos en su trabajo apenas le prestaron atención a Red y Chloe.
Junto a Red pasó corriendo el Hada Madrina, aunque aún no era el Hada Madrina que ellas conocían, y la princesa no dudó en agarrarla del brazo para detenerla.
—¿Qué sucedió aquí? —le preguntó Red.
—¿No lo saben? —exclamó el Hada, temerosa—. El baile... el baile fue un caos.
Chloe y Red se miraron, compartiendo el mismo temor. Habían viajado a la mañana después del baile.
—Cuéntanos lo que pasó —exigió Chloe, cruzándose de brazos.
El Hada se encogió de hombros y miró a su alrededor, como si temiera que la pillaran haciendo algo malo.
—Fue Bridget —dijo bajando la voz, casi en un murmullo—. Perdió el control y atacó a todos con su mazo de cartas.
—¿Por qué hizo eso?
—¿Fue cosa de Uliana? —interrumpió Red, impaciente.
—Oh, no, no —se apresuró a negar el Hada, un tanto asustada por la rudeza de Red—. Los villanos no asistieron. Bridget llegó sola al baile y subió al escenario a medianoche. Nadie la vio entrar al salón, pero dicen que llegó tarde y muy enfadada. De hecho, su aspecto era lamentable.
Red y Chloe oyeron con mucha atención, prestando especial cuidado a cada trozo de información que salia de la boca del Hada.
—Cuando subió al escenario, a mitad de la canción, lanzó sus cartas y nos encerró a todos —continuó relatando—. Intentamos detenerla, pero huyó. Algunos dicen que volvió al País de las Maravillas, pero nadie ha hablado con ella desde anoche.
Red y Chloe se miraron, temiendo lo peor.
—¿Dónde está Ella? ¿Estubo cuando todo ocurrió?
El Hada asintió con lentitud, pero a simple vista no parecía muy segura. Esto impacientó a la princesa del País de las Maravillas.
—Alguien le hizo algo malo, ¿verdad? —insistió Red, jalando a la jovencita del brazo sin medir su fuerza—. Si no fueron los villanos ¿Quién fue? ¿Qué le hicieron?
El Hada se asustó y forcejeó para librarse.
—¡Ay! ¡No lo sé! —chilló con una voz aguda.
—¡Red, para! —exclamó Chloe.
Las separó al ver que Red estaba siendo demasiado brusca, y el Hada, una vez libre, salió corriendo hacia el interior del edificio.
Red puso sus brazos en jarra cuando su compañera la miró con reproche.
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Descendientes 4: El Ascenso de Red -Final Alternativo.
FanficChloe y Red regresan al presente solo para descubrir que, a pesar de sus esfuerzos, nada ha cambiado: la Reina de Corazones ha atacado Auradon y ha condenado a Cenicienta a muerte. Desesperadas por entender su error, ambas princesas se ven obligadas...