Sukuna manda a un isekai a Gojo, un Tokyo siendo atacado por demonios.
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Después de la lucha y pérdida contra Sukuna, Gojo creyó haber muerto. pero el había recobrado la conciencia en lo que aparenta ser otro mundo.
¿Las maldiciones...
En la fría habitación del hospital, el ambiente era tenso después de las palabras de Gojo hacia Makima.
Ella se quedó en silencio, mirándolo con una mirada fija y espeluznante.
De repente, Makima rompió el silencio con una voz suave y lenta. "Energía... hmmm?" murmuró, inclinando su cabeza con un falso tono pensativo. Eso era algo que mantendría en su mente.
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Gojo, intrigado, arqueó una ceja ante el cambio de su actitud.
"Admito una cosa", dijo Makima, sonriendo ligeramente, "Si. Podrías decir que soy un demonio, como Power".
Ella se puso de pie y se acercó a Gojo, hasta que su rostro quedó a pocos centímetros del suyo y sus ojos dorados miraron fijamente a los ojos azules de él.
"No soy de las que hacen amenazas, pero si vas y difundes sobre ello, no me lo tomaré bien". Advirtió con un tono peligroso, la sonrisa en sus labios hacia la situación más espeluznante, antes de dar un paso atrás y alejarse, aún manteniendo el contacto visual.
Gojo la miró en silencio, antes de soltar una pequeña risa ante su comportamiento. "Hmmm. Es divertido que creas que puedes tomar represalias contra mí, demonio". Dijo con cierto tono arrogante. "Asesiné a uno de los tuyos antes con facilidad".
Makima sonrió y se dio la vuelta, dándole la espalda, mirando hacia la calle por uno de los enormes ventanales que tenia la habitación del hospital. "Sr. Gojo. No me compare con esos viles demonios." Dijo con un tono medido y profesional, mientras cruzaba sus manos detrás de su espalda, "Ellos merecen su exterminio. En cambio yo... Estoy del lado de la humanidad."
Por un momento, Makima pensó que la confianza que tenia Gojo en su propia fuerza era algo... admirable.
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Ella giro un poco su cabeza y miró a Gojo de reojo, "Por sus poderosas habilidades, a pesar de carecer de un contrato con un demonio, puedo permitirme asumir algunas cosas sobre usted..." Murmuró Makima suavemente.
"Satoru Gojo... Usted no pertenece a este mundo". Afirmó Makima, sonriéndole con sutileza. "¿He acertado?" preguntó con una pizca de malicia.
Gojo se sorprendió al ver cómo Makima conectaba los puntos y, tenía razón, él no era de ese mundo.
No encontró una razón para negárselo, quizás por lo convincente que era Makima o simplemente porque él era alguien bastante despreocupado.
"Bueno, tienes toda la razón", admitió tranquilamente Gojo, rascándose la parte posterior de su cabeza. "De hecho, no tendría una razón para mentirte", reflexionó.
Los ojos de Makima se abrieron ante su admisión, esperaba algo de negación debido al comportamiento arrogante de Gojo, lo que la sorprendió más que tener a alguien de otro mundo frente a ella.
Gojo comenzó a hablar, "Aparecí de la nada en las calles del distrito Shibuya después de...", Gojo se quedó en silencio por unos segundos antes de continuar, "...de morir...", dijo, antes de mirar a los ojos de Makima.
Ella asintió lentamente, "¿Dice que usted murió?" murmuró Makima, inclinando la cabeza hacia un lado con interés.
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"¿Y usted apareció aquí...?" Murmuró ella nuevamente.
"Hmmm... Esto parece tener una similitud a esos mangas que leen los jóvenes sobre reencarnación", mencionó Makima, con una sonrisa jugando en sus labios. "De todas formas, parece que usted no tiene un lugar a donde ir, señor Gojo".
"Heh, tienes razón de nuevo", dijo Gojo un poco avergonzado, ya que realmente no tenía un lugar donde caerse muerto, ya que en su mundo original era alguien de bastante dinero.
Los ojos de Makima se iluminaron como si una idea hubiera surgido en su mente, "Eso es perfecto", dijo con una sonrisa sutil curvando las comisuras de sus labios.
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"En mi departamento tengo una habitación disponible para invitados, puedo desocuparla para usted", mencionó tranquilamente.
"Además, debo admitir que me gustaría que me contara más sobre su historia, señor Gojo", dijo Makima, inclinándose un poco más cerca de él, con sus ojos dorados brillando con curiosidad.
Makima añadió, "En cambio, puedo compartir algunas cosas que posiblemente le sean de utilidad".
Sin dudarlo, Gojo aceptó la oferta de forma despreocupada, después de todo, no era como si fuera a salir herido si esto resultaba ser una trampa de esta mujer, demonio o lo que fuera. Después de todo, él era el más fuerte.
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continuará...
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(se que el capitulo ha sido un poco corto, y es porque no quería dejarlos sin leer una próxima parte 😢)
