James, no paraba de reír, mis piernas temblaban, moría de vergüenza, me voy apresurado a la casa, él me persigue, al entrar a la casa, me jala de la mano.
—Marcos!!, no pasa nada!!, todos tenemos erecciones, a demás esto puede quedar entre nosotros, no hay porque sentirse avergonzado.
No podía mirarlo a lo ojos, me siento en el sofá, subo mis piernas y miro al suelo, James se va acercando, toma una silla y la arrastra hasta ponerla en frente de mí, se sienta y me dice que todo va a estar bien que es una tontería, que a todos nos pasa.
—Te contaré algo para que estés más tranquilo,
Hace un rato cuando estábamos sentado allá afuera, me estabas masajeando los pies, me lo hacías tan bien que tuve una bruza erección, tuve que disimular e ir a hacia donde estaban los caballos— dice mientras coloca su mano en mis piernas.Yo me río y le digo que en ese momento me di cuenta porque todo mi pie estaba rozando su tronco erecto.
—Vez!, No pasa nada— me dice riendo
Es que al tocarte la cicatriz y bajar un poco a tu zona íntima me calenté un poco, además ayer pasó algo que todavía me da vueltas por la cabeza- le digo en voz baja y avergonzado.
El me pregunta si fue porque lo vi desnudo en el río, yo le digo que eso también pero que había visto algo de más, el obviamente se dió cuenta y me dijo.
—¡ Dios! Me vistes mientras me pajeaba anoche—
—Sí!, sentí un pequeño ruido y me volteé para ver qué sucedía, ahí estabas, masturbándote de una manera tal que no se me ha borrado de la mente, después de eso no puede dormir más y solo pensaba en tu polla— le digo a James.
James se enrojeció y su mano la puso en mi cara dejando caer sus dedos en mis labios, yo le tomo la mano y comencé a acariciarla, él se acerca a mi boca y dice mirando mis ojos.
—Porqué no te acostaste a mi lado cuando viste que me la estaba jalando, la hubiésemos pasado muy bien—
Yo me le lanzo directamente a la boca, nos comenzamos a besar pasionalmente, esas mordidas, las caricias y las ganas que traíamos dentro hicieron que sintiera un cosquilleo en mi interior, me toma por el cuello fuertemente y comienza a besarme y morderme el mismo, se me escapaban unos cuantos gemidos, él me tomó de la cintura y me cargó dejando reposar sus manos en mis nalgas, al llegar a la habitación me lanza a la cama, comienza poco a poco a quitarse la ropa, se queda en calzones al igual que yo, se lanza encima de mí rozándome todo su paquete en mi culo, era enorme, tan caliente y tan húmedo, me quería penetrar por encima de la ropa y eso me ponía aún más, bajo mis manos y le saco el calzón de un tirón, tomo sus dedos, los mojos y los dirijo hacia mi trasero dejándolo entrar poco a poco, me metía los dedos suavemente, yo estiraba mis piernas del placer, al rato veo que se escupe el glande, lo lubrica con sus dedos y comienza a rozarlo en mi culo, yo estaba completamente dilatado, pero..
—Es mi primera vez—le digo al oído un poco agitado
—Descuida!! No te dolerá nada, me dice mientras abre mis piernas delicadamente.
El toma su pene y fue penetrando poco a poco, podía sentir su glande entrando, me dolía un poco, no lo negaré, veía sus caderas moviéndose despacio y eso me dió seguridad, hasta que no se contuvo de las ganas y me penetró bruscamente, mis ojos se aguaron un poco y dejé escapar un fuerte gemido de dolor y placer a la vez.
—¿Estás bien, quieres que me detenga? — me dice James un tanto preocupado
Yo mordía mis labios y le negaba, le decía que no la sacara, que siguiera, el grosor de su polla me dilataba cada vez que entraba y salía, él continúa follándome, mis ojos estaban en blanco, en un abrir y cerrar de ojos me voltea boca abajo, me toma de las nalgas y me escupe, comienza a pasarme la lengua por todo los alrededores, mi piernas temblaban fuertemente, el beso negro, uno de los mejores besos que existe, me alza por las caderas, roza todo su rabo y lo introduce nuevamente, esta vez sentía su polla tocando mi próstata, estaba hasta el tope.
—Mmm—
—Que rico—
¡No pares por favor!— le decía mientras mordía la almohadilla.En un momento siento que me abraza y comienza a penetrarme suavemente, a los pocos minutos sentí algo calentito entrando en mi interior, era su semen, él saca delicadamente su verga y siento unas gotitas de esperma cayendo sombre mis nalgas, se posiciona mirando al techo y yo...
yo simplemente me acosté en su pecho y mis ojos se perdían mientras James me acariciaba el cabello.