Prueba de embarazo.

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Sus manos no dejaban de temblar en ese momento, su respiración comenzaba a tornarse agitada y los latidos de su corazón latía cada vez con más fuerza, y de un momento a otro, lágrimas traicioneras comenzaron a caer sobre el suelo de su baño.

Llevando su mano hasta su pecho, Ray comenzó a transpirar, pues un infinito miedo comenzó a invadir todo su cuerpo.

¿Qué debía hacer ahora?

¿Por qué no tuvo más cuidado?

¿Cómo solucionará eso?

Si sus padres se enteraban, si su madre sabe, todo se irá de cabeza, su vida, sus sueños, sus propias metas. ¡Mierda!

¿Cómo pudo permitirlo?

Definitivamente no debió tomar de más, era la reunión de trabajo de su padre, debió ser más responsable, sus jefes estaban presentes, debió guardar una buena imagen, sin embargo, terminó metiéndose en la cama del hijo único de los Ratri.
Sí, admitía que fue emocionante, hacía tiempo que no la pasaba bien, aquel bastardo albino sí que era bueno en la cama, tanto, que un maldito beso lo hacía derretirse entre sus brazos.

Norman Ratri, le había dado el mejor sexo de su vida.

Pero a consecuencia de eso, ahora tenía una prueba de embarazo positiva entre sus manos.
Estaba en cinta, él estaba esperando un bebé, un pequeño bebé que era del hijo del jefe de su padre.

¿Qué tan jodido había quedado?

La diferencia de estatus entre ambos era realmente abismal, pues mientras el albino tenía todo desde que nació, él no conseguía independizarse y salir de la casa de sus padres. Era vergonzoso, y ahora, habría un miembro más viviendo en aquel departamento un tanto diminuto.

Solo tenían tres habitación, y uno de ellos era utilizado por su madre para dar clases particulares de cualquier tipo, música, pintura, regularizaciones; había un solo baño, y una cocina bastante estrecha, y aunque su padre con mucho esfuerzo consiguió comprarla, la casera y su problema de memoria, se la pasaba gritandoles por deber la renta del mes.

Era frustrante, en una ocasión, le lanzó una cáscara de banana a la cabeza solo porque la ignoró, ¿por qué debía sufrir ese tipo de humillaciones?

Además, con dificultad consiguió encontrar un trabajo en una editorial, y los fines de semana, atendía una biblioteca más solitaria que el mismo desierto. Y aunque parecía que le iba bien, la verdad es que no, si decidía mudarse a un lugar decente, la mayor parte de su ganancia se irá en la renta y servicios, quedando con lo justo para comer de manera decente.

«Debiste estudiar una carrera con mejores posibilidades».

Era lo que siempre le decía su madre, pero si era honesto, prefería vivir con aquellas carencias que estudiar algo que no le gustará.

En una ocasión, tuvo la idea de compartir renta con su mejor amiga, Emma, hasta que ella consiguió novio y a los pocos meses comenzaron a vivir juntos. Quedándose él nuevamente estancado, pues también para mala suerte la suya, las relaciones no eran lo suyo, nadie lo toleraba, siempre lo llamaban aburrido y grosero.

Acortando más sus posibilidades para salir de su propio hoyo.

Tal vez por eso bebió de más en aquella reunión dedicada al regreso del futuro heredero de la mejor empresa de toda Japón, y sin darse cuenta, terminó coqueteando con aquel pobre chico dos años mayor a él, terminando por irse de la fiesta hacia él departamento del joven. Muy lindo la verdad, ubicado en la mejor zona de la ciudad para variar. Algo que él solo obtendría solo en sueños, junto al resto, porque debido a sus miedos a fracasar más, sus intentos de ser un escritor famoso se iban cada vez más al abismo.

Y para rematar más el asunto, ahora estaba en cinta.

«Ray, debes cuidarte, un bebé debe ser deseado y esperado con amor, no tomes tu sexualidad tan a la ligera».

Fue lo que le dijo su madre cuando lo descubrió con su primer novio en paños menores en su habitación.

Y si era honesto, a veces odiaba lo que era. Odiaba tener un cuerpo tan frágil, odiaba verse algo afeminado en ocasiones, pero así eran sus genes, los donceles así eran, y por esa razón, él ahora estaba embarazado.

Con dificultad, se colocó de pie y salió del baño, agradeciendo que sus padres no se encontraran en ese momento. Al entrar en su habitación, comenzó a buscar su celular con desesperación, tirando y desacomodando todo lo que se le cruzará, al tenerlo al fin en sus manos, comenzó a teclear aquel número a pesar de que sus manos no dejaban de temblar, al presionar el botón de llamada, colocó el móvil en su oreja, esperando a que le respondiera lo más rápido posible.

—¿Ray?

Al escuchar la voz de Emma, tragó con dificultad, frunciendo sus labios antes de responder.

—¿Podemos vernos? Tengo algo importante que decirte…

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Lifeline [NorRay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora