𝑅𝑒𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜

275 25 12
                                    

Esa mañana en específico no fue la más agradable que Jacaerys pudo tener, las sirvientas interrumpieron su sueño muy temprano pues Aegon las había mandado para asegurarse que asistiera al desayuno a tiempo, iría nada más porque no quería tener más problemas y no quería saltarse el desayuno. Se baño con mucha dificultad pues todavía no se había ido el dolor en su espalda baja y caderas, se vistió con ayuda de las sirvientas y luego salió de la habitación.

Trato lo más que pudo caminar lo más erguido posible pero se le dificultaba mucho, tomaba algunas pausas pues el dolor era insoportable y le impedía dar otro paso, para cuando entró al comedor noto la presencia de Aegon y dos de sus hermanos, de inmediato se sintió sumamente incómodo por la presencia del mayor y por alguna razón sus piernas no respondía más, Aemond lo miró analizándolo y iba a levantarse para ayudarlo pero Daeron apareció justo a tiempo, llegó deslumbrante como siempre.

Buenos días majestad Daeron le sonrió dulcemente como de costumbre y le extendió la mano.

Jace la tomo con cuidado pues sus palmas no estaban muy bien que digamos, Daeron lo escolto hasta su sitió y una vez Jacaerys estuvo sentado le deposito un beso en el dorso de su mano, Daeron fue hasta su silla y mientras caminaba hablaba de la encantadora mañana que era y que se sentía muy feliz. Era inevitable no sonreír ante la energía que tenía Daeron y de alguna forma le recordaba a su hermano Josffrey, ambos jóvenes eran muy infantiles pero dulces.

Pero el ambiente que anteriormente había mejorado con la llegada del príncipe menor, se había tornado opaca cuando Alicent entró al comedor junto a Otto, ella lo quedó viendo fijamente antes de hablar.

Creó que el príncipe se equivoco de lugar Alicent señaló el lugar donde se encontraba. —Ese lugar pertenece a la reina

Jacaerys sonrió mientras negaba con la cabeza, el lugar donde él se encontraba era al lado de Aegon y ciertamente si era de ella anteriormente pero ahora era suyo porque así lo quería y ya.

Su majestad se equivoca, esté es mi lugar ahora porque le recuerdo que yo soy el rey consorte y usted solo la reina madre, ya no es la reina Su voz salió firme.

Pero como era de esperarse Aegon la consintió, obligo a Jacaerys a quitarse del lugar y sentarse al otro extremo de la mesa haciéndolo sentir tan patético y una burla, se daba risa el mismo. Alicent escandaliza le preguntó a Aegon por el golpe que tenía en el pómulo izquierdo, si ella no lo hubiera mencionado no se habría dado cuenta pero ya tenía una idea de quién lo había golpeado y lo confirmó cuando vio a Aemond sonreír con disimulo cuando Aegon aseguró que no era nada.

El desayuno fue servido y mientras los demás comían intercambiando palabras, Jace solamente permanecio en silenció mietras jugaba con la comida pues no tenía mucho apetito y hubiera seguido así sino fuera por la pregunta que hizo Otto "¿Tendrán un heredero pronto?" Su estómago se revolvió y las ganas de vomitar se hicieron presentes cuando los recuerdos de la noche anterior lo invadieron.

Pero lo que verdaderamente lo descolocó fue la respuesta de Aegon "Jace no quiere tener hijos y solo estoy respetando su decisión" ¿Cuándo había dicho eso? Fue el mismo Aegon que dijo que no quería hijos con él, Jace miró al alfa buscando una respuesta pero esté solo sonrió cuando escucho que Alicent lo regañaba pues era su deber darle hijos a Aegon, que debía sentirse honrado por llevar a su heredero.

Jacerys solo pudo suspirar con cansancio antes de asentir a las palabras de la reina madre, un nuevo silencio se instalo en la mesa y Jace solo pedía a los dioses que lo sacaran de ese lugar. Una vez el desayuno terminó los presentes se retiraron uno a uno pero antes que él se fuera de la mesa Aegon lo tomo del brazo con algo se fuerza.

𝐋𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐲 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐨𝐫𝐭𝐞 / 𝐉𝐚𝐜𝐞𝐠𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora