Epilogo

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He sido dejado por mi amante a medias de mi obra maestra la cual culmina con la serie de libros que llevo desde que inicie la universidad escribiendo. 

-Después de 6 años es fácil decir adiós. - el humo de mi cigarrillo era llevado por la brisa marina y mis pensamientos eran silenciados por el sonido de las olas del mar que chocaban en las piedras de al rededor del muelle. -Muy bien - tire mi cigarrillo al agua y saque de mi bolsillo una carta y la deje debajo de una piedra que había traído de la orilla.

-Tu hora ha llegado Kang Dooshik, el mar se llevara tus pensamientos así como él se llevo tu corazón - me pare en el filo del muelle mirando el agua que había debajo, estaba dispuesto a saltar cuando a mis oídos llego el sonido de una burlesca risa.

-¿En serio piensas brincar de ahí? - volteé hacia mi hombro derecho buscando al dueño de aquella voz y quede pasmado por lo que logre ver.

Justo a un costado mío, sobre las piedras del muelle se encontraba uno de los monstruos marinos más antiguos y letales de los que se encontraban registros, una sirena y no cualquier sirena, sino una hermosa sirena macho. 

Su cabello de un tierno color palo de rosa que cuando las pequeñas gotas de agua lo tocaban se tornaba blanco, piel blanca como la espuma del mar, ojos en color perla rosada, labios y pezones rojos y su cola era de un hermoso tono violeta torna sol, haciendo que sus escamas brillaran con la luz del sol.

Estaba completamente atontado por su hermosura, sin embargo debía regresar a mis sentidos, aunque no era común mirar sirenas en su estado natural, no podía dejarme engañar por él.

-Sabes que no morirás si te tiras de ahí. - chapoteo un poco de agua con su cola, dejando ver como sus escamas cambiaban a un morado oscuro cuando esta tocaba el agua - Hay solo unos 3 metros de agua desde ahí y no hay corriente suficiente que te arrastre. Sera bastante deprimente.

Por su forma de hablar, no le temía a los humanos y no era la primera persona que tenía ese propósito en el lugar -¿Y que tiene de malo?, quizás pensaba tirarme a las piedras y morir desnucado o ahogado por una contusión. - me indignaba un poco que alguien me hiciera ver mi error.

-Si así es, adelante. - el sireno se movió a la piedra de enfrente y continuo en su asunto.

Al mirar las piedras, lo afiladas y desiguales que estaban lo pensé durante unos segundo, pero al final no logre saltar y solo suspire mientras me quejaba y me sentaba en el borde del muelle frente a donde estaba el sireno.

-Maldición... - suspire decepcionado de mi cobardía.

-¿Y?, - el sireno se acerco a mis pies - ¿Cuál es tu motivo?

Se veía algo curioso mientras jugueteaba con su cola sumergida en el pequeño estanque de las piedras. 

Mirarlo me causaba incomodidad y decepción, pero no perdía nada con contarle mi desgracia a un desconocido que quizás no volvería ver.

-Mi amante me dejo y no puedo terminar el ultimo libro.

-Así que escritor... - susurro y después me miro molesto - ¿Eres bastante idiota para ser un escritor o todos son iguales? 

-¿I- Idiota? - replique - Comencé a escribir por que él dijo que se me daba bien hacerlo y desde que comencé a escribir todos mis libros hablan de él y de nuestra relación. - dije exasperado, ¿Cómo se atrevía a ofenderme?

-Ya veo, no solo eres idiota, sino que también eres un perdedor sin inspiración.

-¿Quien te crees pequeño?, - lo mire molesto - a mis 25 años ya he ganado premios que cualquier otro escritor de mi edad quisiera e incluso mi saga de libros ha vendido más de 1 millón de copias.

-Si, si, si, lo que digas señor escritor. 

Se mostraba algo desinteresado, así que mi enojo y molestia no valían la pena - Pero que vas a comprender tu, eres una sirena, esas cosas no te preocupan - mire mi sortija en mi dedo, era el ultimo regalo que nos habíamos dado.

-Puede ser que no, - cambio su tono a uno más serio - pero no creo que el terminar una relación sea suficiente motivo para abandonar todo.

Sus palabras resonaron en mi cabeza y me hicieron recapacitar -Maldición, tiene razón - era algo lamentable escuchar un consejo acertado de un desconocido.

-Además, si eres escritor puedes encontrar inspiración en otra persona - su comentario infantil hizo que sonriera.

-¿Crees que es tan fácil el encontrar a alguien que sustituya a un amor de 6 años? - le dije con cierto sarcasmo - Me vez como un mujeriego o algo así...

No dijo nada, pero su rostro lo decía todo. 

Me levante de donde estaba y recogí la carta que había dejado en el muelle y la rompí en ese mismo instante, guardando los pedazos en mi pantalón, después de ver de nuevo el mar me di la vuelta para irme. El hablar me había ayudado a despejar mi mente lo suficiente para pensar en que hacer ahora.

-Si quieres... - el sireno hablo en voz alta - Yo puedo ayudarte. 

Su propuesta me desconcertó e hizo que de inmediato lo mirara.

-Yo puedo convertirme en tu inspiración para que termines tu libro. - sus mejillas estaban rojas por sus palabras y su rostro lucia avergonzado.

-¿Qué? - dije sorprendido por aquella propuesta mientras admiraba su figura. - ¿Por qué esta bestia quiere ayudarme?.

[Fanfic/AU] Perlas en el Mar (Dooshik x Jooha - Pearl boy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora