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La extrañeza del mundo que aleja y corta las flores que no les parecen atractivas, que modifican hasta ser inofensivas, estás evolucionan para tener distintos métodos para no ser devorados como estar hasta la punta de un árbol o tener espinas, aunque las últimas serán cortadas por el bien de otros, es simplemente desalentador.
-Veo tus ojos y lo único que puedo pensar es que a veces te intimida mi forma de ser, eso no me molesta más si el hecho de que cada vez te alejas más de mi lado y estaré solo.
- Es mentira, tienes a odasaku y Hirotsu.
- Algo me dice que no por mucho - bajé la mirada con un pesado suspiro en el borde del rio mirando los peces.
-Es irónico que lo digas cuando le has dicho a Mori que no - soltó una risa burlona de la situación. - si te temiera no estarías usando curitas por mis golpes.
- Ya me estoy acostumbrando - le sonríe de vuelta.
Y aún si mis alrededores son rosales hermosos sé que Serca habrá espinas cubriendo mis paredes las cuales nunca podré tocar si no es con un arma.
-
Nos divertimos, era algo íntimo y agradable.
- Dazai, muchas veces no te entiendo, pero me agradas cuando actúas así.. más responsable.
- Lo sé, aunque no es algo que haga por placer, simplemente soy así y a veces no, es costumbre.
- Como ser otra persona. Cómo Ponerte una máscara para ser más feliz, al menos así me suena conociendo lo depresivo que eres, ¿confías en mí?.
- Lo hago.
- Entonces, ¿por qué sigues actuando conmigo?. No es justo, te haces el tonto y por más que te digo no cambias, creeme que a veces si me gustaría alejarme de ti por eso, solo haces cosas estúpidas sin sentido.
Aunque tenía sentido sus palabras me dolían, ¿cuál sería la manera correcta de explicarle?, no podía solo decirle lo que desde hace años estoy pensando, aunque no sabía que tan difícil seria explicar que tratas de salvar a alguien y esa eres tu.
Pero ni siquiera sabía porque, tal vez era una maldición.
- No te mueras. - tomé su mejilla por un momento, rozando mis dedos en sus mejillas alejando el cabello que tenía en el rostro - A veces te odio tanto... haces que viva preocupado por tus intentos de suicidio.
- Yo igual, no quiero que pase otro.
Sus ojos se voltearon hacia el piso, como si le dijera algo que lo dejaría pensando toda la noche - Eres una contradicción, ¿porque lo haces si no quieres morirte? ¿Te gusta preocuparme o que te salve? ¿Es algún fetiche tuyo?. - parecía molesto o enfurecido tratando de buscar alguna opción lógica.
- A veces nisiquiera se cómo terminó en esa situación, me gustaría salvarte más veces de lo que tú lo haces, poder protegerte y te sientas tranquilo con respecto a mi.
Y puede que en aquel instante todo lo que intenté mantener en pie no saliera, fuí tan vulnerable como un niño, mis lágrimas salían una por una sin más, era difícil saber que hacer sin parecer loco, lo intenté cubrir, intenté abrazarme esperanzado se calmarme pero no pasó en absoluto.
Todo se hizo borroso, gris, mi corazón latía fuertemente y lo único cálido fue cuando el tomó mis manos y pronunció sus palabras con la misma tranquilidad que en las llamadas de media noche.
"No te juzgo"
Lo abracé fuertemente sin poder contenerme el me acariciaba y nuestros corazones juntos uno enfrente del otro se sincronizaron calmando nuestras mentes.
[ • • ★ • • ]
Miré fijamente a aquel estúpido cuaderno «si tan solo pudiera desaparecer a esa persona» esa persona que es egoísta y parece que soy yo, aunque lo soy, aunque lo detesto tanto lo protejo con la esperanza de una vida mejor pero ¿cuando llegará el momento que podamos ser felices.
Y lo odio tanto porque el parece tener el futuro más brillante y aún así lo desperdicia, tanto que pone nuestra vida en riesgo.
- ¿Somos merecedores de la felicidad?.. - dije al aire sentandome en la cama mirando al techo con el reflejo de las estrellas reflejando en mi rostro. - Tal vez no. - suspiré acostándome. - ¿Recuerdas? Lo dudo, cuando nuestros papás nos elogiaban por lo guapos que nos veíamos, cuando decían que varias personas iban a querer estar con nosotros, cuando nos enseñaban modales y a obedecer a los mayores? No lo recuerdas, por eso eres tan grosero. - tomé la libreta con cuidado.
“Un simple demonio que te protege porque no quiere morir, aún si nunca ha encontrado sentido en seguir adelante"
Es escribí arrancando la hoja, suspiré, quería quemarla y que nadie escuchara mis palabras.
[ • • ★ • • ]
Sentía la presión de su pecho colocarse encima mío, era sofocante, tanto que te sacaba el aire.
“¿Por qué debería preocupar a otros?”
Era algo que me repetía con cada corte en mi entrepierna, con cada lamida que ardía como si fuera ácido muriatico aunque incluso eso seguramente dolería menos y al mismo tiempo se sentía tan bien, eso era lo que más culpa me traía, que en algún momento llegué a acostumbrarme tanto que de hizo normal.
Mi mente de quedaba paralizada en mis pensamientos mientras mi cuerpo obedecía órdenes ajenas, en estos momentos si quería morirme.
Cómo con cada estocada simplemente me sentía impotente de hacer cualquier cosa, pude que por eso motivo mi cuerpo adormecía y yo cerraba los ojos, tal vez en un mundo de sueños ya no era más lastimado.
« Es inútil »
Al sentir su mano apretando mi cuello y jalando mi cabello era nuevo y eso no me gustaba, no quería más sensaciones que se relacionen a esto.
«No puedo respirar»
En su mirada era más agresivo, frustrado tal vez, me decía algo y aún así no lo entendía pero probablemente quiso decir algo como “Indigno”, lo doy, no lo negaría nunca pero aun así... Quería ser merecedor de algo, aunque sea de mi propia vida aunque sienta que se escapa en sus manos.
. . .
Lo empujé, con todas mis fuerzas lo hice, quiero vivir aunque sea en agonía era algo que siempre había deseado, pero claro todos dicen que está mal, que cualquier persona preferiría morir ante tanto suficiente pero... Yo quiero vivir, quiero que esto acabe y quiero que nunca vuelva a suceder.
Cómo me arrastraba de vuelta a el era aterrador y aún así, si valía la pena morir luchando lo iba a hacer. Le disparé. Un estruendo sonó en toda la habitación, me soltó y como pude me subí los pantalones y salí con la camisa desabotonada, varios guardias fueron a ver a Mori por el estruendo, en su mirada parecían saber que habia pasado. Me dejaron libre. Probablemente sabían que la muerte sería un regalo.
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«De A y B atentamente para mí »
FanficPero... ¿Se puede entender sin saber que pasa? Apuesto a que si, porque nada se oculta para siempre, al menos no si notas los pequeños detalles.