«De A y B atentamente para mí »

Miedos

« B

Duele de tal manera que es tan natural y hasta repetitivo, tan cercano de lo que me había alejado, irónico en su naturaleza y sencillez.

- Duele.

- Siempre lo hará, por eso debes acostumbrarte a que duela, si no lo haces solo perderás más de lo que has ganado en este mundo. Porque, por más que detestes el dolor nadie parará ni nadie secará tus lágrimas, no eres tan afortunado como para ser tratado así, aunque es tu decisión el como tratas a otros, yo prefiero... El miedo.

Y fue tan doloroso cuando terminó.

Mis piernas y manos temblaban de manera que nadie se preguntaría si necesitaba ayuda, pero no importaba lo suficiente no para pedirla aunque si fuera de tal modo no saldría de mi boca tales palabras.

[ • • ★ • • ]

- ¿Me acompañarás a comprar algo?.

- De nuevo no es algo que me corresp- aunque parecía que quería verme y lo hizo por unos segundos tal vez dudo en hacerlo volteando a otro lado.

Correspondí la acción mirando hacia el lado contrario a el, tomando mi mejilla como si ocultase algo. - No lo hagas si no quieres. No solo era una invitación sin sentido - me tomé un momento para soltar aire antes de comenzar a caminar hacia las calles del mercado, el vino tras mío, no entiendo porque se pone así después de cada misión,  incluso cuando lo salvó el ... Es distante.

Por las calles del mercado el tomó mi mano, yo correspondí sin mucho interés, estaba sudadas y ásperas. Tan solo unas luces tomaron mi atención, no demoré mucho en comprarlas me traían muchos recuerdos, un consuelo o tal vez solo nostalgia.

- Tienes una linda sonrisa.

Eso le tomó por sorpresa, aunque tan solo con el se me salían gestos tan vulnerables- No más que la tuya. - contesté lo más normal posible aunque en verdad pensaba que era de tal modo. - gracias por acompañarme.

- No es nada. La verdad no pensé que te sean lindas las estrellas, aunque pensándolo bien tienes bastantes cosas de niños en tu cuarto.

- Lo sé, son solo regalos de odasaku y Hirotsu, a pesar de ello pienso que debo tirarlos, ocupan mucho espacio.

- Las estrellas también, ¿no crees?.

- El diseño es inusual pero creo que me ayudará en algo más si lo pienso con más detalle, claramente no son necesarias pero tampoco quiero que mi contenedor parezca un árbol de navidad si compro unas diferentes, hace falta un poco de luz ahí dentro.

- En eso tienes razón, en la noche es peor. - pareciera como si lo hubiese pensado un poco, hemos dormido juntos otras veces pero tal vez así se sienta más cómodo el también.

Aunque no pude colgarlas esa noche, fue lindo tenerlas en el cuarto igual tener a Chuuya a mi lado.

[ • • ★ • • ]

Todo se ve tan... Tan, tan.

«¡Lo odio todo! Ojalá ese viejo se muera, ojalá todos se mueran, ojalá yo me muera ..»

Mis lagrimas no dejaban de caer quemando mis mejillas con cada paso, mis brazos ardían .. no, todo me ardía todo mi cuerpo estaba en llamas tan desbrozadoras que pensaba que iba a morir calcinado.

Tardé unos segundos en recuperar la compostura al menos tratar de respirar correctamente, costó unos segundos, mis pulmones dolían. Miré un momento un cuaderno, no sabía de quién era pero tenía dibujadas estrellas... Era absurdo, ¿porque? Porque haría algo tan tonto como ponerme a dibujar, ¡¿acaso soy un niño?! Solo quienes tienen una buena vida podrían merecer soñar.

-
Lo rompí

Pero ¿porque me siento tan mal al respecto? Eran solo eso, sueños.. pero no eran míos, ¿de quien eran entonces?, de reojo lo ví, un mal dibujo de Chuuya.

Eso me hizo sentir peor, tal vez era un episodio maníaco o algo por el estilo pero me eché a reír y llorar por lo tonto que había sido.

Le llamé a chuuya esperando que contratara, sabía que era tarde pero no tenía a nadie más.

- ¿Bueno? -  su voz me calmó casi al instante. - Dazai si está es otra de tus estúpidas bromas te juro que -

- Perdón. - lo interrumpí, quizás mi voz quebradiza lo puso al tanto de la situación.

- ¿Que pasó? - el se escuchaba adormitado y a partir de ahí me habló más tranquilo. - ¿Fue Mori nuevamente? A veces pienso que eres o muy ingenuo o muy idiota por ir a la boca del lobo, como si el decirme o a alguien más fuera demasiado trabajo y después llamas en plena crisis, a veces es cansado Osamu.

- Lo sé, incluso para mí lo es, pero sabes que no quiero cometer una estupidez. - tomé un pañuelo para limpiarme mientras hablaba - A veces cometo demasiadas, a pesar de eso se que puedo contar contigo. No te detendré más, solo... ¿Podemos dormir en llamada?.

- Tu mayor problema es no querer estar solo, claro que podemos, descansa Osamu, cualquier cosa estoy para ti - su voz era dulce y tranquila, tan solo su propia presencia inundaba mi corazón con tranquilidad.

Tardé un poco en arreglar las cosas del cuarto y limpiarme la cara, desde el teléfono escuchaba los ronquidos de chuuya, ¿y si eran sus dibujos? Esa pregunta me carcomía por dentro, escondi los dibujos en el armario debajo de ropa que hacía años que no usaba, tal vez si no decía nada no se daría cuenta, igual me asustaba.

Me dejé caer en la cama y me tapé con mi cobertor.

- Buenas noches Chuuya - dije de manera tenue para no despertarlo.

«Espero nunca separarme de tí»