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[Aidan]

Esa tarde, después del encuentro con ______ en el anfiteatro, algo cambia en el aire. No es una gran epifanía, pero hay algo diferente. Y  ella... bueno, ella no es fácil de olvidar. La forma en que evita las conversaciones serias, cómo sus palabras parecen afiladas, como si cada una estuviera diseñada para mantener a la gente a distancia. Pero no me engaña. Nadie es así por nada.

Regreso a casa, donde, como casi siempre, no hay nadie. Así que tengo tiempo de sobra. ________, la chica de mirada distante y voz cortante. ¿Qué esconde? Me siento frente a la computadora, pero mi mente está en otro lugar, como suele estarlo casi siempre.

La verdad es que no sé qué hacer con esta extraña atracción hacia alguien que apenas conozco. Mis padres dicen que tengo "demasiada curiosidad por la gente", como si fuera un defecto. Pero no es como si pudiera apagarlo. Así que como cualquier chico normal que intenta no ser demasiado raro, abro Instagram. Tecleo su nombre, sabiendo que esto podría considerarse stalkear. La encuentro. Su perfil es privado, obviamente. Nada que ver ahí, excepto por la pequeña imagen de perfil. Una chica con el cabello oscuro, alborotado y algo largo, ojos café ámbar y una actitud que podría hacer temblar a cualquiera. No sé si enviarle solicitud o no. No quiero parecer desesperado, pero tampoco me gusta la idea de no hacer nada. Así que como siempre, elijo la tercera opción: esperar.

Mientras dejo que mi música suena —hoy es The Killers, porque claro que lo es—, reviso mi feed. No lo hago mucho. Es más para matar el tiempo o para fingir que hago algo importante. Y entonces aparece Sarah Bellerose. Una mujer de origen francés, de pelo corto y rubio, figura ligeramente rellenita. Es una vieja amiga de la familia. Hay una foto de ella con mis padres. Una de esas fotos viejas que te recuerda lo mucho que cambia la vida cuando no estás prestando atención.

Sarah solía llevarme a la florería de los Lacey cuando veníamos a visitarla desde Los Ángeles a Bainbridge Island. Lo había olvidado hasta ahora. La tienda de la madre de ________. Solía quedarme afuera, demasiado tímido para entrar. Nunca lo admití, pero me intrigaba esa familia. La florería era como algo sacado de un libro que nunca terminé de leer. De repente, tengo la necesidad de volver a esos tiempos, de entender lo que nunca entendí.

Busco entre mis cosas un álbum de fotos antiguo y encuentro una imagen. Mi madre y Sarah, sonriendo frente a la florería. Tomo una foto de esa imagen y, antes de pensarlo dos veces, le envío un mensaje a Sarah.

Sarah B.

[22:43] Aidan Gallagher
Buenas noches señora Sarah, disculpe las molestias. ¿Recuerda esta foto? Me preguntaba si podría contarme más sobre los Lacey y su florería. Espero que esté bien.

Pasan unos minutos. Pienso en cómo Lacey se vería ahora, si supiera que estoy investigando su vida de esta manera. Probablemente me llamaría raro. Pero no puedo evitarlo. Y entonces, mi teléfono vibra.

[23:02] Sarah Bellerose
Hola Aidan, no es molestia. Qué sorpresa verte interesado en los Lacey. Claro que recuerdo esa foto. Diane era una mujer maravillosa, y sus hijas también. Si gustas, te puedo ver mañana en Pegasus Coffee para aclarar las dudas que tengas.

[23:03] Aidan Gallagher
Lo agradecería mucho Sra. Sarah. ¿Le parece bien vernos ahí al medio día?

[23:07] Sarah Bellerose
Por supuesto, nos vemos mañana. Ten linda noche y cuídate.

Wallflower | Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora