Los Mortifagos

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Nadie sabia que hacer, por la boca del Ministro el extraño decidió que seguirían viendo la resurrección de Voldemort 

Hermione todavía seguía abrazando a Harry, tal como había prometido y ahora aplicaba un poco más de fuerza al saber que vería lo que Voldemort le haría a Harry ahora que lo tenía en su absoluto control.

Harry estaba serio, era el momento de ver si ese el final de su joven vida o un milagro volvía a salvar su vida

Las llamas volvieron a distorsionarse hasta que mostro la cara de Voldemort que miraba fijamente a un Harry inmovilizado.

Voldemort apartó la vista de Harry y empezó a examinar su cuerpo. Las manos eran como grandes arañas blancas; con los largos dedos se acarició el pecho, los brazos, la cara. Los rojos ojos, cuyas pupilas eran alargadas como las de un gato, refulgieron en la oscuridad. Levantó las manos y flexionó los dedos con expresión embelesada y exultante. No hizo el menor caso a Cola Gusano, que se retorcía sangrando por el suelo, ni de la enorme serpiente, que otra vez había aparecido y daba vueltas alrededor de Harry, emitiendo sutiles silbidos. Voldemort deslizó una de aquellas manos de dedos anormalmente largos en un bolsillo de la túnica, y sacó una varita mágica. También la acaricio suavemente, y luego la levantó y apuntó con ella a Cola Gusano, que se elevó en el aire y fue a estrellarse contra la tumba a la que Harry estaba atado. Cayó a sus pies y quedó allí, desmadejado y llorando. Voldemort volvió hacia Harry sus rojos ojos, y soltó una risa sin alegría, fría y aguda.  

Todos miraron expectantes a Voldemort, cada pequeño movimiento hacia estremecer a todos, algunos de miedo, otros de la emoción.

Cualquier duda dentro de los adultos de que ese monstruo era el señor oscuro fue borrada en el instante que la varita, blanca como un hueso, salió a la luz de la luna.

Amelia apretó sus puños con odia corriendo por sus venas, Voldemort estaba nuevamente vivo y Peter Pettigrew fue el desgraciado que ayudo en su resurrección, un Peter muy vivo en comparación de las historias del falso héroe contadas.

—(Sirius es inocente) —Amelia finalmente obtuvo una respuesta para la duda que tantos años la había azotado, el verdadero traidor estaba libre mientras un hombre inocente estaba siendo cazado sin descanso —. (Saliendo de aquí estoy cancelando la orden de beso a la vista) —pensó, era hora de hacer las cosas bien y había que empezar por liberar a Sirius.

La satisfacción que muchos sintieron al ver a Peter sufrir fue solo superada por el miedo de ver al señor oscuro usar su magia no verbal con tanta facilidad para luego centrar su atención nuevamente en el niño-que-fue-secuestrado

Snuffles estaba gruñendo con odio, ese monstruo había matado a su mejor amigo y su esposa, luego tuvo que ver como una versión alterna de Voldemort le arrancaba el corazón a Harry y ahora estaba viendo como ese mismo bastardo secuestraria a su ahijado para hacer Merlín sabe que cosas.

La túnica de Colagusano tenía manchas sanguinolentas, pues éste se había envuelto con ella el muñón del brazo.

—Señor... —rogó con voz ahogada—, señor... me prometisteis... me prometisteis...

—Levanta el brazo —dijo Voldemort con desgana. 

—¡Ah, señor... gracias, señor...!

Alargó el muñón ensangrentado, pero Voldemort volvió a reírse.

—¡El otro brazo, Colagusano!

Los gemelos Weasley se congelaron llenos de puro terror ¿Uno de sus héroes era un mortífago?

—Amo, por favor... por favor...

Harry Potter y el cáliz multiversalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora