𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐬 +𝟏𝟖
El callejón estaba sumido en una oscuridad apenas rota por la luz parpadeante de una farola lejana. Los gritos del Auror al que Draco y yo estábamos torturando se mezclaban con el eco de nuestros hechizos. Crucio, Crucio, Crucio... Los dolores en su rostro y los gritos ahogados en su garganta reflejaban lo arrepentido que estaba de haber confiado en que éramos solo unos muchachos que solo se estaban divirtiendo en el mundo muggle antes que las clases iniciaran. Cuando se percató de quienes éramos y que Lorenzo lo había engañado atrayendo hacia el callejón, para luego mirarnos implorando piedad mientras su cuerpo recibía los maleficios, seguramente pensando en que su posibilidad de escapar era escasa, pero yo apenas sentía algo. Para nosotros solo era otra noche, otra misión.
Pero entonces, un ruido suave, apenas perceptible para cualquiera menos para mí, me hizo girar la cabeza. En la penumbra, distinguí una silueta conocida y un pequeño destello de luz. Astrid. Mis sentidos se agudizaron, mi expresión se endureció y mi corazón se aceleró. ¿Qué hacía ella aquí? ¿Cómo había llegado sin que me diera cuenta? Blaise, aunque no estaba tan cerca de nosotros ya que prefería evitar este tipo de cosas, estaba siempre atento, aunque no estaba seguro de si había oído el sonido sabía que se había percatado del cambio en mi expresión y hacia donde se había dirigido mi mirada.
- ¡Nott! - Draco me gritó en el oído molesto - ¿¡Dónde carajos miras!?
Al apartar la mirada del objetivo mi varita dejó de actuar, y Draco también se detuvo ante mi acción y pasó a mirarme con furia. Los maleficios dejaron de llegar al auror y comenzó a arrastrarse por el suelo frío y húmedo lentamente, pensando que tenía chances de escapar, si Blaize y Lorenzo no se encontraban recostados sobre las paredes lo hubiera logrado. en si teníamos la intención de dejarlo libre, con algunos efectos secundarios inducidos obviamente tampoco íbamos a dejar que el hijo de perra soltara la lengua en el ministerio.
Pero el maldito tuvo la brillante idea de insultarnos mientras se arrastraba- Malditos traidores, asesinos. La única sangre noble está en sus manos, no es sus venas, malparidos hijos de...
Blaise tomó al idiota del cuello y lo levantó. Al ser el más alto de los cuatro y el que tenía mayor fuerza, el hombre no tardó en sobresaltarse al sentir el suelo cada vez más lejos y las manos de Blaise apretando su garganta, impidiéndole el paso del aire.
-Bájalo, Zabini. Si lo matas, tendrás que explicárselo tú a los Mortífagos -dijo Draco con su clásico tono de prepotencia. Pasó las manos por su cabello antes de cruzarse de brazos y dar una expresión de desagrado al ver el estado en que se encontraba el Auror.
Blaise me miró y apenas asentí con la cabeza. Este bajó al hombre. Mi intención era acercarme y terminar el trabajo de dejarlo confundido para que no pudiera hablar, pero el idiota tuvo que abrir la boca una vez más."Prefiero morir a manos del propio Voldemort antes que el hijo de la puta barata de Cornelia Cornfoot me toque"
Las palabras se incrustaron en mi mente como cuchillos envenenados. No le di oportunidad para volver a hablar cuando mi puño se estrelló contra su nariz. Golpe, tras golpe, tras golpe.
Con sus manos trataba de detenerme, empujando mi rostro, arañándome y llenándome la cara de su sangre en el proceso, pero no me importaba. Mis piernas estaban sobre las suyas, impidiéndole moverse o escapar. Sentía sus huesos romperse bajo mis nudillos, la sangre salpicando, caliente y pegajosa. Su resistencia disminuía con cada impacto, sus gritos se convertían en gorgoteos.
La furia cegadora que me impulsaba no conocía límites. El odio ardía en mi pecho, oscuro y violento. Golpeé hasta que sus movimientos cesaron, hasta que sus ojos se apagaron, hasta que su cara era irreconocible. Solo entonces mi trance terminó y sentí manos fuertes tirando de mis brazos, alejándome del cuerpo ensangrentado del hombre. La voz de Draco, elevada y llena de furia, me sacudió de mi frenesí.
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ᴛʜᴇ ᴍᴜᴅʙʟᴏᴏᴅ | Theodore Nott
FanfictionEn los laberintos sombríos del mundo mágico, Theodore Nott, hijo de un mortífago encarcelado, se ahoga en un mar de excesos y desesperación. Pero cuando una enigmática bailarina muggle irrumpe en su vida, despierta en él una obsesión peligrosa. Entr...