ᴛʜᴇ ᴍᴜᴅʙʟᴏᴏᴅ | Theodore Nott

𝐂𝐚𝐩 𝟐; 𝙐𝙣 𝙚𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙞𝙗𝙚𝙧𝙩𝙖𝙙

𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐬 +𝟏𝟖

El volumen de la música resonaba a través del coche, llenando mis oídos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo. El alcohol en mi sangre intensificaba la sensación, permitiéndome escapar de las sombrías preocupaciones de los negocios y la carga de tener el apellido de mi padre. Con la cabeza asomada por la ventana, el aire frío de Londres golpeaba mi rostro, acelerando el efecto embriagador del licor.

- ¡Mierda Lorenzo!, ¡bebe más lento! - se quejó Blaize desde el asiento trasero sosteniendo a un "somnoliento" Lorenzo - es una maldita esponja.

- Para ser tan pequeño, soporta bien la cerveza muggle. Pensé que explotaría con un solo trago -dijo Draco burlón, con las manos en el volante y una mirada divertida en el espejo retrovisor, ganándose un golpe en el hombro de Blaise - ¡AUCH! ¡No se golpea a quien está en el volante idota!.

- Extraño a Mattheo - dijo Lorenzo arrastrando mucho las palabras - él no se burla de mí cuando bebo!

- No, porque él es quien se aprovecha y te da más de lo que puedes aguantar - dije con mi cabeza apoyada en el marco de la ventana y soltando el humo de un cigarro verde de mis labios - y para cuando se burla, tú ya no estás consciente.

- ¡Por amor a Merlin Lorenzo! - Gritó malfoy molesto ante una arcada involuntaria del nombrado - ¡Ni pienses vomitarme las alfombras del coche! DETENTE O TE TIRO UN CRUCIO!

Draco detuvo el coche en una calle transitada y llena de luces. Baize de mala gana luego de una pequeña discusión con Draco se bajó para darle palmadas en la espalda al pobre Enzo que ya se encontraba de rodillas rociando una bella planta exterior con la poca cerveza que ingirió.

Draco permaneció en el coche, haciendo caras de asco desde el asiento del conductor. Yo me bajé y me quedé delante del vehículo, terminando mi cigarro mientras observaba a mi alrededor.

A metros de nosotros, algo llamó mi atención: un club muggle. La fuerte música de fiesta retumbaba hasta la calle y, junto a las luces que decoraban el lugar, el ambiente era totalmente embriagador. Pero no fue el club nocturno lo que capturó mi interés, sino una larga cabellera rojiza que vi entrando junto a más personas, no cualquier cabellera pelirroja, era ella.

El impulso de salir corriendo hacia la puerta hizo que mis pies se movieran solos.

Cazzo Merda! Inventa una excusa al menos, Theodore.

- ¿Theodore, dónde mierda vas? -preguntó Blaise desde el suelo, mirándome con intriga al verme moverme tan abruptamente.

- Hay una fiesta ahí -dije, poniendo mis manos en los bolsillos y tratando, a muy duras penas, de disimular mi pulso acelerado y mis ganas de entrar a ese lugar de inmediato.

Blaise me miró atónito-. Theodore, necesitas más que dos cigarros de esos para ponerte idiota. ¿Qué carajos te pasa?

- ¿Fumas bayas venenosas o qué? -preguntó Draco con una sonrisa burlona-. ¿Quieres ir a una fiesta... muggle? Entiendo que hace mucho que no hacemos una de nuestras fiestas desde que estamos de vacaciones, pero... amigo.

Incluso el pobre Lorenzo me miró atontado, sin entender nada. Necesitaba una excusa, una que los convenciera de entrar.

- Mirad, nunca hemos asistido a una fiesta muggle -dije, bajando la mirada para dar un toque de reflexión-. Podría ser... interesante. Un cambio de ritmo. Además, estamos lejos de casa, los demás tardarán siglos en acabar la puta reunión y no tenemos nada mejor que hacer.