Suspiro con cansancio, después de graduarse de la U.A decidió convertirse en maestro.
Seguir con su sueño de ser héroe ahora era imposible, el One For All ya no estaba. Había vuelto al inicio.
A pesar de todo su trabajo le agradaba, darle clase a las nuevas generaciones y llevarlos por el camino correcto era agradable, quitando el hecho que algunos eran realmente problemáticos.
Dirigió la mirada a la puerta de su oficina, sentía la presencia de alguien bastante conocido.
—¿Kacchan?— llamó.
El rubio entró al lugar con una cara seria, lo normal.
—Izuku.
—¿Pasó algo?— el contrario gruño levemente.
—¿Puedo.... invitarte a almorzar?— susurro.
—¿Eh?
—¡Se que me escuchaste! No lo volveré a decir.
—Solo déjame acomodar unos papeles, ¿vale?— sonrió.
—No te tardes.... Deku, te espero afuera.— salió del lugar.
El pecoso se limitó a acomodar lo antes posible aquellos papeles, le parecía extraña la actitud de su amigo de la infancia.
Últimamente parecía menos agresivo con el.
O tal vez solo eran cosas suyas, era imposible que hubiera algo más, ¿No?
Un escalofrío recorrió su espalda al ver el lujoso restaurante frente a el, ¿No se suponía que solo iban a almorzar? ¿Por qué gastar tanto en un lugar como esté?
—Si no te gusta podemos ir a otro lado.— apartó la mirada del local al escuchar la voz de su acompañante.
—No, no es eso, solo...... No me lo esperaba, pero entremos.
—¿Seguro?
—Si, tengo bastante hambre.— empezó a caminar hacia el establecimiento.
El rubio se limitó a seguirlo en silenció.
Ingresaron al lugar, pero había algo raro, el lugar parecía un desierto, carecía de clientes.
El peli verde observó como uno de los meseros se acercaba.
—¿Que mesa les gustaría?
—¿Cuál se ve más cómoda para ti.... Izuku?— la voz de Katsuki lo hizo salir de sus pensamientos.
—¿Que tal...... esa?— apuntó a una de las mesas cerca de un enorme ventanal.
—Voy a hacer una llamada, ve a sentarte.— ordenó el cenizo.
En cuanto se fue decidió hacer lo que se le pidió, divisó como otro mesero se acercaba.
—¿Quiere pedir algo?
—Aún no...
—¿Que tal una bebida?
—Oh... Si, estaría bien, ¿tiene vino?— el chico asintió y se alejó.
Espero con paciencia, una pregunta seguía en su cabeza. ¿Por qué no había gente?
Era algo totalmente raro, pero no quería preguntarle a los meseros, tal vez y se sentirían mal.
—¿Disculpe?
—¿Eh?
—Su bebida.— la colocó frente a el.
—Gracias..... ¿puedo.... preguntar algo?
—Claro que sí.
—¿P-porque no hay-
—¿Gente? No sé preocupe, el señor Bakugou se encargo de alquilar todo el restaurante a esta hora, dijo que quería tener un momento especial con alguien. Aunque no me esperaba que fuera un hombre.
—......
—Si eso todo, debo retirarme, llámenme si necesitan algo.
Su mente se volvió en blanco, ¿Momento especial? ¿Alquilar todo un restaurante?
¿Realmente Bakugou haría algo así por el?
Todo era extraño, tenía que preguntarle directamente.
El almuerzo iba normal, aún no se dignaba a preguntar el por qué el contrario gastaría tanto dinero por el.
—Kacchan...
—¿Mhm?
—¿Por qué?
—Dilo de una vez.
—No entiendo, ¿para qué gastar tanto dinero solo para invitarme?
—Oh..... ¿Te lo dijieron?— suspiro.— Yo tampoco lo sé, no con exactitud.— dejo su comida de lado.
—.....
—Deku.... siempre te he admirado.
—¿Ah?
—Pero no de esa manera..... Yo.... sentía otro tipo de admiración, bueno, sigo sintiéndola.
—N-no, no entiendo.— mentira, ya tenía una idea, pero le avergonzaba.
—Cuando perdiste tu Quirk me sentí devastado, realmente quería que los dos fuéramos héroes. Tampoco me agradaba que la cara redonda y el mitad - mitad se te acercarán tanto.— dejo de hablar un momento.— Lo que quiero decir es que.... no te veo como un simple amigo.
Izuku se sonrojo, ¿era real? Debía estar soñando. Bakugou jamás se le confesaría.
—Puede que no lo creas, pero realmente me gustas, no me gustaría presionarte. No necesito una respuesta ahora.
—No hay mucho que pensar....— el rubio ladeó la cabeza exigiendo una explicación.
El sonrojo aumentó y se sorprendió al ver uno leve en el contrario.
Raro, ¿Bakugou Katsuki sonrojado?
¿Estaba loco?
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Un capítulo corto, pero es le primero así que está bastante bien.
Se los dejo hasta aquí, momento tenso, ¿no? (No me odien.)