Yo nunca

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— ¿Jugar? ¿A que quieres jugar?

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— ¿Jugar? ¿A que quieres jugar?

— No lo sé, ¿yo nunca? El que lo hizo paga con un shot.

— No tengo alcohol aquí. Si quieres puedo bajar...

— Ni se te ocurra salir de este cuarto — soltó una pequeña risita avergonzado al darse cuenta de lo desesperado e impulsivo que
fue su reacción, pero se tranquilizó al ver
la sorpresa y el deseo en los ojos de el otro chico —. El que lo hizo paga con una prenda, solucionado — una sonrisa traviesa se extendió por su rostro, y Pooh  imitó el gesto.

— ¿Y si gano, qué me das?

Pavel deslizó su mano por la nuca de Pooh, luego por su brazo, hasta alcanzar su mano
y juguetear con sus dedos. El tierno gesto en medio de tantas palabras sugerentes hizo que e el corazón de pooh se acelere.

— ¿La posibilidad de verme desnudó no es suficiente premio? — Pooh casi se atora con su propia saliva al escuchar eso, y el menor volvió a soltar una risa dulce, cambiando su
voz a un tono mucho más suave — Mentira. Ganas un beso — añadió, sus ojos brillando
en anticipación.

— ¿Solo uno?

— Dos — Pavel entrelazó sus dedos con los de Pooh —. Un beso en la boca — lo miró a los ojos con gesto inocente —, y otro en donde tú prefieras.

La sonrisa de Pooh se hizo más grande. Estaba adorando este lado juguetón de Pavel, el cual no había explorado mucho en el pasado. Solía ser más tímido, solamente tomaba este tipo de iniciativas cuando estaba verdaderamente cegado por la lujuria, o había algo de alcohol de por medio. Pero tenerlo de esa forma, hermoso, coqueto, y desbordando confianza, estaba haciendo que las rodillas de pooh tiemblen.

— ¿Y si ganas tú?

— Te pondré un castigo.

— No es justo. ¿No quieres un beso también?

— No seas impaciente, Pupu. Yo decidiré el castigo. Tranquilo, no será nada muy malo.

— Ese "muy” me asusta un poco.

— Confía en mí —  Pavel apretó sus dedos juntos mientras lo miraba a los ojos.

Pooh soltó un suspiro y asintió. Se separó de Pavel y se sentó en la cama.

— Está bien. Ven aquí.

— Ni creas que me vas a llevar a la cama tan
rápido.

Pooh rió y sintió que el calor subía a sus mejillas. ¿En qué momento su dulce Pavel se había convertido en este sueño de hombre?

— Solo quiero que te pongas cómodo para jugar.

— Prefiero comenzar desde aquí — balanceó sus piernas y bajó la mirada, para soltar sus siguientes palabras en un susurro —. Me gusta cómo me miras.

Teenage dream [Poohpavel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora