Teenage dream [Poohpavel]

Reto

- Ya fue mucho yo nunca. Juguemos otra cosa - dijo el menor.

- No, no hay forma. ¿Tienes miedo de perder ahora?

Pavel volvió a reír, sacudiéndoce con suavidad, y Pooh no pudo evitar sentir calor
al ver su movimiento.

- Para nada. Los castigos siguen, solo que ahora haremos verdad o reto.

- ¿Y cómo se supone que supone que alguien pierde una prenda?

- Si no contestas la pregunta o si no haces bien el reto, pagas.

- Bien, pero yo comienzo. ¿Verdad o reto?

- Reto, por supuesto.

Pooh aplaudió internamente. Ya no sabía cómo más conseguir lo que llevaba rato deseando.

- Te reto a que me des un beso.

- Ese es tu premio, Pupu. No hay adelantos.

- Un reto es un reto.

- No.

- ¿Por qué eres tan terco? - Pooh suspiró, frustrado. Ya no le importaba disimular lo mucho que quería probar sus labios.

- Porque me encanta verte desesperado por mí, bebé. Solo espera un poco más, ¿sí? Confia en mí.

- Bueno, es beso o prenda - el mayor cruzó los brazos y frunció los labios, y pavel se derritió. Amaba cuando pooh era caprichoso, porque eso era algo que jamás lo demostraba en público. Eso solo lo veía el cuando estaban juntos en su habitación.

- Será prenda entonces. ¿Qué quieres que me saque?

La expresión de Pooh se suavizó automáticamente ante la pregunta. Miró el cuerpo de pavel, quien lucía precioso con esa delicada lencería que parecía estar hecha solo para el.

- El bóxer.

- Lo presentía - contestó el menor con una sonrisa. Esta vez no se detuvo con provocaciones, fue rápido en llevar su mano a su ropa interior y quitar la prenda, para luego retirarla por sus piernas.

Pooh no podía creer que por fin lo estaba viendo de manera tan íntima de nuevo. Sus miembro estaba ligeramente más grande de cómo lo recordaba, y aquello le encantaba. Su punta rosada se encontraban dura, se le hizo agua la boca al recordar cómo se sentían bajo su lengua.

- Ya, me toca, ¿verdad o...

- Espera - no pudo terminar su pregunta porque Pooh lo interrumpió. Pavel no tuvo tiempo de procesar lo que estaba pasando, Pooh se levantó como un resorte y se colocó casi sobre Pavel, con las manos apoyadas en el escritorio a ambos lados de su cadera, inmovilizándolo contra la dura madera.

- Pooh...

- Espera - repitió en un susurro, y luego de mirarlo brevemente a los ojos, se inclinó para acariciar con sus labios el pezon izquierdo de Pavel, seguido de un suave beso sobre el pezon de el menor. Pavel jadeó.