Capítulo 25: Un irlandés borracho y con problemas

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Capítulo 25: Un irlandés borracho y con problemas

"Lo siento Slick, ¿puedes...?"


*ESTALLIDO*


"¡JESÚS!" Oweny se estremeció y gritó, levantando los brazos sobre su cabeza mientras Ricky disparaba la pistola al aire. 


Booker inmediatamente cayó al suelo, buscando protegerse de la repentina erupción de ruido y caos.


"Hay dos formas de salir de aquí y es cuando te llevan debido a una pérdida extrema de sangre o como un hombre nuevo sin dueño de este excelente establecimiento". Ricky se rió borracho, mirando al pálido Owney que lentamente dejó escapar una expresión furiosa.


"¿Sabes con quién te estás acostando, Slick? Soy parte de la mafia irlandesa..."


"Oh, a quién le importa~" se burló Ricky, descubriendo que el razonamiento de Oweny no se alineaba con su proceso de pensamiento actual mientras Oweny, sintiendo la tensión, se mordió el labio, inseguro de cómo proceder.


—Dame la escritura o te dispararé hasta conseguirla. —Ricky le dio un ultimátum mientras Owney se burlaba mientras cruzaba los brazos.


"Tu farol..."


*ESTALLIDO*


"¡AHHHHHH!" Owney dejó escapar un grito de dolor cuando la bala de su propia pistola le atravesó el hombro y la sangre corrió por su brazo en un torrente carmesí.


"¡ME DISPARASTE, LUNÁTICO, EN REALIDAD ME DISPARASTE!", le gritó Owney a Ricky sin una pizca de miedo mientras este miraba al tembloroso Booker.


"Oye Booker, ¿dónde guarda la escritura? Porque creo que solo cuando lo sepa cederá", le preguntó Ricky a Booker, quien levantó la mirada solo para estremecerse cuando vio los ojos de Owney.


"BOOKER, YO TE PAGO EL SALARIO Y..."


*Hacer clic*


—¿Cuánto te paga? —Ricky amartilló el arma y apuntó al furioso Owney, quien se quedó paralizado y cerró la boca en un instante.


"5-5-5-5-50 centavos la hora, señor", dijo Booker en tono formal, inclinando la cabeza mientras Ricky se burlaba.


"¿Eso es todo?"


—Toma, ahora trabajas para mí. —Rick rebuscó en su bolsillo, sacó un billete de cien arrugado y lo arrojó frente a los ojos de Booker.


Booker se quedó helado al ver el billete de cien dólares. 


El billete más grande que había tenido en su vida era uno de veinte, que guardaba a buen recaudo en un calcetín en el fondo de su tocador. 


Marvel: sistema de impregnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora