Marvel: sistema de impregnación

Capítulo 28: Primera cita con María

Capítulo 28: Primera cita con María

Más tarde aquella noche,

Al llegar al recinto de Profaci, Ricky fue reconocido inmediatamente por los guardias, quienes rápidamente abrieron las puertas para permitirle entrar. 

Condujo por el largo y sinuoso camino de entrada y finalmente aparcó frente a la gran mansión que se erguía frente a él.

Al salir del coche, Ricky se alisó la ropa y recogió un ramo de rosas del asiento del pasajero. 

Las flores frescas contrastaban marcadamente con el entorno austero; sus colores vivos resaltaban sobre la imponente fachada de la mansión. 

Con paso decidido, subió los escalones de mármol; el peso de la ocasión se reflejaba en cada paso medido.

*Golpear*

*Golpear*

*Golpear*

Ricky golpeó la pesada puerta de madera; el sonido resonó en el silencio de la noche. 

Unos momentos después, la puerta se abrió y reveló a un Profaci demacrado, con los ojos cansados ​​y los hombros caídos. 

Al ver a Ricky, Profaci dejó escapar un suspiro de alivio y la tensión desapareció momentáneamente de sus rasgos desgastados.

—Oh, gracias a Dios que estás aquí —Profaci parecía estar al borde de las lágrimas, con los ojos vidriosos y llenos de confusión mientras le hacía un gesto a Ricky para que entrara, con la mano temblando ligeramente.

"¿Estás al-?"

—No, la Princesa nos ha estado llevando a mí y a toda la familia por toda la ciudad para prepararnos para tu cita —confesó Profaci, tambaleándose hacia un lado antes de agarrar una botella de vino y beberla en cuestión de segundos.

"Juro por el Niño Jesús que ha comprado todos los vestidos de todas las boutiques de la ciudad de Nueva York". Profaci se frotó la frente con angustia, luciendo como si hubiera envejecido un par de años.

—¡PRINCESA, SLICK ESTÁ AQUÍ! —gritó de repente Profaci desde las escaleras, con la voz ligeramente quebrada, aunque en lugar de María apareció Ninfa.

—Cariño Ricky, María aún no está lista, ¿puedes esperar un minuto? —dijo Ninfa en un tono elegante, haciendo que Ricky asintiera lentamente ante sus palabras.

—Genial, saldrá pronto. —Ninfa juntó sus manos con una sonrisa, caminando de regreso a una habitación en particular.

—Entonces supongo que te entretendré durante la próxima hora —dijo Profaci con una broma, provocando una risa genuina de Ricky mientras lo seguía a la sala de estar.