Marvel: sistema de impregnación

Capítulo 29: Malas noticias que arruinan un buen día

Capítulo 29: Malas noticias que arruinan un buen día

"¿Qué te dije sobre revelar tu identidad, Barko?", le gritó Carl, el maestro de ceremonias del 'Freak Show', a un perro que estaba visiblemente fruncido.

"Es malo para el negocio..."

"¡ES MALO PARA LOS NEGOCIOS!" Carl aparentemente repitió las palabras de Barko, pero en voz más alta mientras Barko suspiraba impotente.

"Tienes suerte de que haya acogido a un monstruo como tú, pero con toda mi gracia lo único que consigo es esta actitud", se burló Carl antes de alejarse furioso de Barko, cuyas orejas estaban caídas hacia abajo.

—Psst, hola Barko —susurró Ricky en un tono lo suficientemente alto como para que las orejas de Barko se levantaran de nuevo.

"Qué eres-"

—Shhhhh, ven aquí —Ricky colocó un dedo sobre sus labios antes de hacerle señas para que se acercara.

Barko levantó una ceja pero caminó hacia la esquina para ver no solo a Ricky sino también a María.

—Te meterás en problemas si Carl te encuentra aquí —le advirtió Barko, pero Ricky le hizo un gesto para que no se acercara.

"A quién le importa y de todos modos, mi interés en ti supera con creces mi miedo a que me atrapen", le informó Ricky mientras Barko inclinaba la cabeza pero asintió porque tenía sentido.

"Entonces, ¿qué quieres de todos modos? Por favor, no me acaricies sin permiso". Barko tenía una expresión inexpresiva mientras María comenzaba a acariciar inconscientemente su pelaje.

—Oh, lo siento —soltó María en tono de disculpa mientras Barko asintió, ajustándose las gafas con una de sus patas.

—Estás perdonado. —Barko aceptó bruscamente su disculpa antes de mirar de nuevo a un Ricky con el ceño fruncido.

"No seas tacaño, deja que te acaricie". Las palabras de Ricky hicieron que Barko frunciera el ceño mientras volvía a mirar a María a los ojos de cachorro.

*SUSPIRO*

—Bien, pero no las orejas —Barko dio sus condiciones y María gritó de emoción mientras acariciaba inmediatamente su suave pelaje negro.

"Muy bien, ¿qué es lo que deseas de mí?" preguntó Barko y Ricky asintió con una sonrisa.

"¿Eres un mutante?" preguntó Ricky y Barko pensó por un momento antes de finalmente asentir.

—Si me preguntas si tengo los genes inherentes que poseen la mayoría de los humanos, entonces sí —informó Barko a Ricky, quien se inclinó con una mirada intrigada.

"Explícalo", preguntó Ricky mientras Barko fruncía el ceño ante su tono exigente.