Dicen que todos nacemos con una misión en esta vida, un propósito que es más importante y significativo que nuestra propia existencia, que nos ayuda como una brújula a encontrar nuestro norte. Sin embargo, no todos sabemos cuál es nuestro propósito desde el inicio.
Algunos creen que su propósito es ser el rayo de luz de las personas, siendo amables con todo el mundo, teniendo un trabajo que ayude a la gente, o simplemente siendo buenas personas. Algunos creen que su misión tiene que ver con el conocimiento, con ser poseedores de gran cantidad de información y hacerlo llegar a las masas, con desarrollar nuevas tecnologías que ayuden al bien mundial, personal y comunitario. Algunos creen que una sociedad más justa es lo que el mundo necesita, y lo convierten en su misión de vida. Algunos se inspiran y inspiran a otros a ser creativos para transformar la realidad, y lo consideran su misión. Algunos solo quieren hacer a sus cercanos felices.
Hanamaki Takahiro no tenía tal cosa como una misión de vida, si era honesto no tenía ni la más mínima idea de qué era lo que estaba haciendo, perdido en el bullicio y la rutina de la vida cotidiana, navegando sin una dirección clara. Para él, la vida era una mierda y siempre lo había sido, ¿qué sentido tiene buscar un propósito cuando tienes que pagar años de expectativas tiradas a la basura?
Claro que la vida no siempre fue mierda. Toda mierda se construye poco a poco, palito de helado a palito de helado, pero siempre es más fácil cuando naces en modo difícil.
"No digo que yo haya nacido en modo difícil, mucha gente tiene problemas mayores y más reales que yo" dice Takahiro, "Es solo que mi padre tenía expectativas muy altas para mí, quería que fuera exitoso y pudiera sostener a mi familia solo, como él había hecho con nosotros cuando mi mamá falleció".
Takahiro piensa en su padre como un héroe, un hombre con sus metas claras y la capacidad de tomar decisiones duras que ayuden a toda la familia. Pero Takahiro no pudo soportarlo mucho tiempo, la presión, la ansiedad constante de que no estaba haciéndolo bien, las constantes comparaciones con sus hermanas, que lo obligara a entrar en la academia de medicina, o cuando rompió la guitarra de su mamá cuando le prestó más atención que a sus estudios, la única cosa que le recordaba a ella.
"Cuando todo empezó a ir mal, como que no pude entrar a la carrera y me echó de la casa, tuve que ir haciendo trabajos por todas partes. Pero no se preocupen, ahora estoy bien, hasta me encontré con mi jefe, es un tipo divertido"
"Me alagas Makki pero, ¿con quién hablas?" pregunta Miya Osamu, el dueño del carrito de onigiris en el que Takahiro trabaja.
"Con nadie, ¿listo para abrir?" Osamu no puede decir que está acostumbrado a Takahiro después de todos estos meses, cree que es un tipo raro pero es bueno escuchando, solo habla mucho hacia la nada.
Sí, Takahiro piensa que su vida es una novela tragicómica. Esto es acompañado de la fuerte sensación de que su vida no es nada más que el trasfondo de la vida de los demás.
Takahiro habla hacia la nada (tú) mientras prepara los primeros onigiris del día junto a Osamu. En realidad no habla, pero él siente que sí, piensa muy fuerte que alguien lo escucha.
"Soy, lo que muchos llaman, un personaje secundario" dice, "Una persona creada para apoyar o interponerse en la historia de cierto protagonista, y enseñarle cosas para que pueda 'subir de nivel'. Salgo quizás diez veces en pantalla, y fuera de mi ficha de personaje, no hay forma de saber más de mí."
Takahiro piensa que todo el mundo son personajes tirados por hilos invisibles para que la historia del protagonista cobre vida. Según él, ha estado en las historias de varias personas, especialmente después de irse de casa.
Ahora cree que es el personaje ayudante en la historia de Osamu. Cuando se conocieron, y Takahiro le preguntó si estaba contratando a gente que no tuviera casa, Osamu le contó toda su historia.
"Osamu detesta a su hermano Atsumu, aun no sé la razón, no hemos llegado tan lejos en nuestra amistad. El punto es que Atsumu se consiguió un novio y juntos abrieron un restaurante de sushi, a saber por qué si ninguno tenía como pasión la cocina, pero les fue increíblemente bien, pero," Takahiro hace una pausa dramática y se acerca a la nada como si estuviera por contar un secreto, "El maestro del sushi era una mala persona, y Atsumu sin preguntarle a nadie decidió que Osamu, recién graduado de la academia de cocina y con un recién remodelado camión, tenía que ser el maestro del sushi de su restaurante. Osamu en vez de decir que no, agarró su camión y se dio a la fuga".
Un cliente llega, pide un café y un onigiri. Más tarde llega un grupo de estudiantes que hacen una gran compra. Llevan un par de días en la ciudad, pero son bastante conocidos. Mientras Takahiro sigue trabajando, puede escuchar fragmentos de animadas conversaciones a su alrededor. Con cada pedido y cada amable "gracias" que le dan, puede sentirse en el centro de una vibrante comunidad.
Es entonces cuando lo ve, alto, oscuro, cortos rulos adornan su cabeza. Es una belleza, pero nunca se acerca a pedir nada. Tal vez, ¿hoy es el día?
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El lado de Makki
FanfictionDesde hace algunos meses que Hanamaki Takahiro trabaja en "Onigiris Deliciosos", un camión de comida que recorre Japón vendiendo, como su nombre lo indica, deliciosos onigiris a todos sus clientes. Todo va como la seda, pero él tiene un solo problem...