Capítulo 9

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Ya habían pasado unas semanas desde que Bakugo y Todoroki decidieron ser pareja oficialmente, aunque ya lo eran de antes. Aún así no querían que nadie lo supiera, ambos creían que no era de incumbencia de nadie excepto ellos dos. Probablemente, ya todos lo sabían pero no había razón para anunciarlo.

Ahora estaban con el profesor Mic y Aizawa en el entrenamiento, eran agotadores pero aguantable en especial para los tres más fuertes del salón. Este no parecía ser el día de Katsuki, se sentía algo mareado y agotado, no era normal en él, solía tener bastante resistencia pero ahora le estaba costando mantener el ritmo.

–¿Estás bien, Katsuki?–su alpha se le acercó en medio del entrenamiento, lo conocía bien, con él no podía fingir estar cansado.

–Estoy bien, helado de fresa, no dormí bien, es todo– dijo sin aliento intentando mantener la postura.

–Si te sientes peor avísame– antes de que el cenizo pudiera contestar, este se adelantó en el entrenamiento. Estaba muy atrasado, junto a los extras, como si él fuera un extra, impensable.

Se esforzó el doble por mantener el paso, adelantando incluso a Shoto, llegando al final del entrenamiento entre los primeros. Esto le pasó factura, cuando por fin terminaron el entrenamiento Katsuki sentía que no podía moverse, le faltaba el aire, no entendía lo que le sucedía.

–¿Estás bien, Bakugo?– preguntó él profesor Aizawa, acercándose junto el profesor Mic. Sin darse cuenta ya tenía a su alpha sosteniendo su cintura para que no se caiga, dándole leves masajes.

–No...sé...que...me sucede– dijo el cenizo sin aire intentando no desmayarse.

–Todoroki, llévalo a la enfermería, no es usual en Bakugo no aguantar el entrenamiento– dijo Aizawa, aunque no se notará estaba preocupado.

–Si, profesor– Así, Shoto intentó cargar a Katsuki como siempre pero este se opuso.

–Puedo caminar, Shoto, solo ayúdame– él bicolor pasó el brazo del cenizo por sus hombros y lo llevó caminando a la enfermería. No estaban hablando, ambos preocupados por el estado del omega.

Llegaron a la enfermería y Recovery Girl los atendió, parecía no tener nada grave, la enfermera no estaba preocupada.

–Sólo estas exhausto, Bakugo, te recomiendo que descanses por hoy y te hidrates– dijo ella acercándose a los estudiantes con una dulce sonrisa.

–Entonces ¿ya nos podemos ir?– dijo Bakugo mientras se levantaba de la camilla hasta que Recovery Girl lo detuvo.

–Aún no, tengo que hacer unas pruebas más y podrás irte–

–¿Para qué?– preguntó él omega preocupado de nuevo.

–Tengo sospechas de algo, nada grave, pero no quiero preocuparte hasta que lo confirme– dijo Recovery Girl mientras se alejaba.

Shoto y Katsuki se miraron ambos preocupados de que algo suceda pero antes de que él cenizo entre en modo insultos, él bicolor le dió la mano.

–Todo estará, Katsuki, te lo aseguro– le dijo al omega con una leve sonrisa, sentándose a su lado.

Katsuki tenía un mal presentimiento, no creía que todo estuviera bien pero para no preocupar al alpha este asintió. Lo único que pudieron hacer por ahora era esperar.

Le hicieron exámenes de sangre a Katuski y mientras estaban esperando se sentaron fuera de la enfermería para darle privacidad a Recovery Girl. Estaban dándose la mano, asustados, necesitaban sentir el apoyo de su pareja. El tiempo parecía no pasar, incluso pareció infinito pero cuando la paciencia de Katsuki estaba a punto de acabar, el profesor Aizawa había llegado al lugar, evidentemente agitado.

–Esperen aquí, ya los llamaré– no dijo más para entrar a la enfermería. Esperaron un poco más y los llamaron dentro. Se notaba la preocupación de los profesores cuando entraron.

–Ya tenemos los resultados de tus exámenes, Bakugo– empezó el profesor Aizawa.–Tómalo con calma,  por favor–

Nadie dijo nada, solo esperaban que el profesor continuara hablando. Aizawa suspiró, reuniendo fuerzas pata finalmente dar las noticias

–Felicidades, Bakugo, estas embarazado–pasaron unos segundos para que los estudiantes entendieran lo se sucedía.

–¿E-está qué?– preguntó el padre de aquel niño que Bakugo llevaba.

–Mierda– dijo cierto omega que ahora estaba tocando su vientre delicadamente.

–No tienes que preocuparte, la escuela no anunciará nada y tomaremos las precauciones pertinentes. Pero debemos decírselo a sus padres–

–¡¿Qué?!– gritó el cenizo enojado ¿Por qué la escuela debería decirles a sus padres? Ellos ya se encargarán de eso.

–Profesor, nosotros les avisaremos a nuestros padres de este asunto– habló el alpha con ojos de suplica, si su padre se enteraba de esa manera terminaría matándolo.

El profesor se lo pensó bastante pero sabía el tipo de persona que era Endeavor. Los chicos estaban pasando por un momento muy difícil así que les daría la ayuda que pueda.

–Está bien, pero debe ser pronto. Si necesitan cualquier cosa, pueden acercarse a nosotros– dijo el profesor con cierta lástima mientras que Recovery Girl asentía

Sin decir más, la pareja salió del lugar a pasó lento. Probablemente, este sea el año más difícil de sus vidas. Cada uno sumido en sus pensamientos llegaron a las habitaciones para encerrarse cada uno en la suya. Ya afrontarían la realidad... pero, después de una siesta.

Él Omega InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora