Capítulo 7

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Ahora estaban en la enfermería. Como Aizawa predijo Bakugo golpeó fuertemente a Todoroki en el estomago, además que este estaba agotado porque su alpha tomó el control de su cuerpo al ver  su omega en peligro. Su alpha sabía el tipo de persona que era Mineta, un maldito pervertido, por lo que no permitiría que se acerque a su omega, peor estando indefenso.

Esto es algo que Bakugo sabía y para su sorpresa se sentía muy conmovido, las personas nunca se habían preocupado tanto por él, ya que es fuerte, pero saber que tenia a una persona que lo protegería ante todo, era relajante, se sentía muy querido.

Claro que sabía que Deku también lo quería y se preocupaba por él pero esto le causaba una culpa extremadamente grande. Bakugo había sido una persona desagradable para Deku, lo golpeaba, insultaba y maltrataba. Ya no lo hacía, pero tener a Deku preocupándose por una persona como él no era correcto.

Ahora estaba junto a Todoroki en la enfermería ninguno decía nada, solo había mucha incomodidad. Esperaban a Aizawa para que les explicara que sucedió y que deberían hacer. Pero, Todoroki interrumpió el incómodo silencio.

–Quiero disculparme contigo, Bakugo. No sé que me pasó, no me pude controlar– dijo Todoroki con la misma seriedad de siempre pero se le notaba apenado.

–Tsk Está bien, bastardo. No me lastimaste, ni a mi ni a nadie. Además, sabíamos que esto era una posibilidad, eres mi alpha después de todo– 

Todoroki no podía creerlo, Bakugo lo había aceptado, lo había proclamado como su alpha. Esto hizo que su corazón acelerará, sus mejillas estaban rojas y había apartado la mirada de Bakugo. Estaba feliz, avergonzado claro pero feliz.

–¿Porqué te avergüenzas, maldito mitad-mitad? Tú eres el que asustó a la clase, proclamando que nadie se puede acercar a "tú omega"– dijo el cenizo intentando ocultar el sonrojo de tus mejillas.

–Es la verdad, yo soy tu alpha y tu eres mi omega, si me aceptas– Todoroki miró con los ojos brillantes de esperanza, algo que Bakugo que nunca había visto en él, mirándolo directo a los ojos y sin pestañear buscando una respuesta.

–¡¿Crees que estaría aquí si no estuviera de acuerdo, idiota?!– Bakugo estaba avergonzado, como era posible que Todoroki tuviera ese efecto en él. Cada vez que está con él termina sonrojado pero jamás lo admitiria.

–Gracias, Bakugo. Prometo ser el alpha que mereces– dijo dándole una sonrisa que hizo estremecer al cenizo.

–Tks–

No dijeron nada más, no necesitaban palabras para saber que amos sentían aprecio por el otro. Tal vez era muy pronto, al fin y al cabo tenían dieciséis años, estaban en el colegio y tenían una vida de héroes por delante pero eso no sería un inconveniente ¿verdad?.

Cada vez Todoroki y Bakugo hacían más evidente su relación, tan evidente como dos inexpertos podrían. Bakugo siempre se preocupaba de que Todoroki haga sus tareas, duerma temprano y coma de su deliciosa comida. Por otro lado, Todoroki siempre se preocupaba de las emociones de Bakugo y de curar sus heridas de sus explosiones. Eran una gran pareja, se complementaban, pero no todo sería perfecto por mucho tiempo.

El celo de Bakugo se estaba acercando y por consiguiente el celo de Todoroki, no llevaban mucho tiempo de relación, tampoco eran nada oficial pero tenían claro que querían pasar ese tiempo juntos.

Por ahora, estaban en clase de matemáticas qué daba el profesor Aizawa. Bakugo se sintió muy mareado, extrañamente acalorado y estaba muy inquieto. Mientras más tiempo pasaba peor se sentía, estar rodeado de tantas personas, alphas, hacía que sienta miedo. Su desesperación aumentó e hizo lo único lógico en ese momento, pedir ayuda a su alpha.

–T-todoroki– dijo mientras volteaba intentando alcanzar a su alpha.

Toda la clase volteó a verlo, lo que intimido aún más al omega. Para su suerte, Todoroki reaccionó de forma inmediata, se paró de su asiento y abrazó a su omega intentando calmarlo pero lo único que quería Bakugo era salir de ahí.

–¡S-sácame de aquí, idiota!– Todoroki volteó a ver al profesor Aizawa y este solo asintió consiente de que el celo de Bakugo se había adelantado por la aparición de su alpha.

Todoroki levantó a Bakugo estilo princesa y salió corriendo de la clase, tenía que llevar a los dormitorios, el único lugar en el que confiaría en dejar a su omega. Algo que tuvo de imprevisto fue que el aroma de Bakugo se estaba esparciendo por los pasillos, no sería un problema sino fuera por cierto rubio de la clase 1B que estaba oliendo y le encantó.

Él Omega InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora