Entre fermonas y hormonas

Celo de un omega dominante (RadioApple) parte 2

–Seras tonto pero eres mío_  el otro sintió un escalofrío siempre había adorado su libertad, hacer lo que se le diera la gana cuando quisiera pero ahora que tenía la atención de Lucifer sentía que siempre fue su destino llegar al Hotel.

–Me puedes explicar como es eso de destinados, mi madre me explico pero sigo sin estar seguro_

–Es una conexión que no puede ser rota, sientes que te atrae y que harías cualquier cosa por el otro así sea morir para mantenerlo a salvó_ su rostro se sonrojo_ tú aroma activo mi celo y pues no me quedo de otra que hacer una trampa para que llegarás por tu propio pie, si quieres irte lo entenderé. No soy tan irracional como los demás alfas u omegas en celo, me costó demasiado el autocontrol pero ahora lo tengo casi perfeccionado.

Alastor lo miro, aún cuando todos decían que Lucifer era el diablo un mentiroso y en quien no debías poner la mira le creía, sus ojos lucian sinceros_ ¿Y que harás si me voy? Aunque seas un omega dominante tienes necesidades_ lo vió sonrojarse más _ supongo que esas necesidades se incrementan así que ¿Que harás?

–No lo había pensado pero no quiero que estés conmigo si es por compromiso_ dejo a un lado la bandeja vacía_ deseo que sea algo que tu quieras también, sé cuánto significa entregarle tu primera vez a alguien.

Alastor lo miró, estaba nervioso sí, pero no quitaba el hecho de que lo deseaba y que su propia temperatura corporal estaba aumentando_ Aunque quisiera irme mi cuerpo está reaccionando al tuyo_ comentó tomando su mano y poniéndola en su mejilla, Lucifer se dió cuenta que estaba ardiendo_ Solo cuida a este pobre alfa débil _ le mostró una sonrisa, Lucifer se puso entre sus brazos lo que lo tomó por sorpresa.

–¿Tienes un lugar más privado o vamos al palacio?_ preguntó, como estaban de frente sus alientos chocaban, Alastor lo pensó un poco y antes de contestar algo ya se encontraban en una cabaña limpia_ Así que este es tu espacio privado dentro de tu habitación.

–Aqui suelo venir cuando no quiero que nadie sepa dónde estoy_ comento_ si alguna vez después de esto quieres venir estoy dispuesto a compartir_ le guiñó el ojo.

Para Lucifer era como ver la faceta del demonio que nadie conocía por fuera le gustaba lo ostentoso pero de un época pasada pero ahí aunque eran pocas las cosas todas lucían muy bien conservadas, se respiraba un aire de paz quizá por el bosque que parecía rodear esa cabaña.

–Al... Me alegra mucho saber que mi destinado no me negó_ sonrió mientras trataba de caminar hacía el otro extremo de la habitación donde estaba la cama, sus piernas fallaban a momentos.

–Si te hubiera negado todo sería más difícil para los dos, estaríamos destinados a buscarnos y lastimar a otros por ese deseo_ lo tomó entre sus brazos y lo recostó_ Su majestad, ¿me permitiría oler otra vez sus fermonas?_ pregunto casi tímido.

–Tan tierno_ murmuró el otro antes de sonreír y tirarlo a su lado en la cama mientras liberaba de a poco su aroma mientras acariciaba el rostro del ciervo y luego sus orejas que se doblaron_ ¿Te lastime?

–No... Se siente bien_ suspiró mientras se acercaba más al otro_ Hazlo otra vez_ pidió, el monarca sonrió y volvió a pasar su mano sobre el lugar.

–Luces arrogante pero eres un buen alfa en el fondo_ dijo lucifer luego de un rato mientras se levantaba_ No me haz tocado ni una vez aún estando en esta tortura_ podía oler las fermonas pesadas del otro sobre sí y el como ansiaba reclamar su cuerpo_ ¿Todavía estás nervioso?

–A decir verdad, sí_ se levantó también aún llevaba sus ropas puestas aunque ahora un poco chuecas_ no quisiera lastimarlo si me salgo de control...

Lucifer se subió a su regazo_ Te puedo prometer que si algo no me gusta te lo haré saber, solo tócame y haz de mi cuerpo tu fantasía propia_ puso las manos del otro en su cadera mientras se acercaba a su rostro, faltaba un poco para cerrar el espacio cuando se detuvo_ Da el siguiente paso y déjate llevar alfa...