Marcado por error RadioApple (parte 1)

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En el infierno justamente en el anillo donde se encontraban los pecadores era obvio que se encontraban bastantes tipos de pecados que cometieron en vida, lo que era más notorio era que ninguno aceptaba sus errores, todos eran demasiado orgullosos como su rey, Lucifer. El ser que desencadenó todo eso y quien se encontraban volando hacia el hotel que su hija había construido.

Aunque era su reino se sentía ajeno a el, su ser dolía al ver los caminos que solía recorrer con su reina, su omega estaba dolido de que ella decidiera abandonarlo con su pequeña cachorra por su primer ex, otro alfa que si podía satisfacerla en su cuerpo humano porque su anatomía angelical como un castigo solo podía ser satisfecha con un alfa de lo contrario, si tratara de cambiar el orden del rol su  cuerpo no reaccionaría.

Muchas veces intentó mitigar ese instinto, decirse que de verdad no necesitaba a nadie más y resignarse a quedarse solo pero a medida que se hallaba más cerca del hotel sus alas se sentían más pesadas y su nariz comenzó a sentirse sensible a los olores de otros.

–Mi celo no ocurrirá hasta dentro de un mes_ dijo en voz alta, todos sabían su casta pero estaban lo suficientemente asustados para no molestarlo, su rutina de calor era diferente a la de ellos siendo de cada tres meses como las de un alfa quizá un pequeño obsequio por hecharlo a ese lugar horrible.

Tocó la puerta principal un par de veces hasta que se topo frente a frente con ella, ambos se abrazaron como si tuvieran siglos sin verse, él mismo estuvo apunto de llorar hasta que una esencia capturó su atención, olía demasiado bien para ser solo un perfume o algo similar y entonces oyó una voz a su espalda con un tono burlón entre el efecto de radio.

–Crei que el rey sería alguien con un poco más de carácter _ dijo el hombre, estaba seguro que lo era, Lucifer se separó un poco de su hija y lo miró, llevaba ropas rojas al igual que su cabello cortó y tenía incluso orejas de ciervo, su estilo de ropa le gustaba aunque no lo admitiría en ese momento.

–Ser sensible también es parte de mi carácter, si fuese solo un ser que se deja llevar por sentimientos como el odio o la irá creo que el infierno ya no sería mi patio de juegos _ con su bastón lo obligó a arrodillarse y con su bota negra logró hacer que lo mirará, le gustó verlo caer en su propia provocación, sonrió_ tienes buen porte pero tienes malos modales frente a tu rey.

–¿Tengo buen porte? El estilo de mi época siempre será el mejor, hasta usted mismo lo usa_ respondió el demonio entrecerrando sus ojos mientras un aroma comenzaba a inundar su nariz, por un momento le pareció ver al rey sonrojarse y apartar la mirada antes de liberar su control sobre el.

–Papá ¿Qué sucede?_ preguntó la princesa quien era una alfa, el rey negó con la cabeza pero aún así ella seguía viéndose preocupada.

«Algo no anda bien» el demonio radio comenzó a sentirse asfixiado por el aroma y sus colmillos empezaron a picar, recordó entonces que Lucifer era un Omega_ majestad, debería irse a la habitación que se le preparo.

–¿Porqué? A tí que te importa si me quedó aquí charlando con ella_ dijo el rey con un tono fuerte aunque de un momento a otro enroscó su mano en su estómago, pareció sentir una punzada.

–Por eso mismo, si se queda aquí su celo comenzará y todos presenciaremos eso, no creo que le guste ser exhibicionista y mostrarnos ese lado suyo_ sus ojos se dilataron, aunque fuera demasiado orgulloso para decirlo el rey tenía buen rostro y aunque era un poco más bajo que el su cuerpo y sobretodo su piel eran de admirar, ese estilo de traje blanco y sombrero lo favorecía mucho.

El monarca se sonrojo un poco, por supuesto que lo sabía. Debía ser cuidadoso para no andar revelando el instinto incontrolable que se apoderaba de el cuando llegaba su ciclo de calor, sus juguetes aunque cumplían su función sin duda no podían darle algo que el cuerpo de un alfa tenía. Aroma y calor, se preguntó que tal se sentiría volver a decir el nombre de alguien mientras se tocaba. Su rostro tomó un tono más amarillo y naranja mientras se alejaba del alfa_ Creo que el descanso no me sentaría mal. Lo siento hija pero tendrás que esperarme algunos días más _ la princesa sonrió comprensiva mientras vaggie los seguía señalando lo más importante como la cocina, las habitaciones de los demás y la que sería para el. Ya no pudo aguantar mucho más el camino y la charla porque sentía que su ropa interior comenzó a mojarse_ gracias Char Char pero creo que tendré que saltarme el resto del recorrido, no creo poder mantener mucho más el control de mi cuerpo _ a cada paso que daba Alastor el se alejaba tres más, el aroma aunque no intencional de Alastor solo lograban agravar sus síntomas, por un momento se agacho mientras sudor comenzaba a resbalar no solo de su rostro.

Entre fermonas y hormonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora