𐙚 tres

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🐈‍⬛ 𑁤.ᐟ

જ⁀➴ chapter three.

💭: vendida.

💭: vendida

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⚽️ ── Jude

Estaba harto de esperar.

—Enrique, ya ha pasado un minuto de retraso —expongo con molestia.

Mi representante detuvo su mirada, la cual estaba concentrada en leer un documento en su tableta digital. Tenía sus lentes de lectura puestos y lo hacían ver más maduro. Junto a él estaban Jonás, el jefe del equipo de Marketing de mi club; y un flacucho que tenía la mala suerte de pertenecer al staff del Barcelona. Llevaban un rato discutiendo varios puntos a los cuales no les presté atención.

Suspiró con cansancio, se quitó los lentes y masajeó el puente de su nariz con paciencia.

—Jude, ¿podrías poner de tu parte? —inquiere con seriedad.

Ruedo los ojos y ladeo hacia otro lado, ignorando su petición. ¿Poner de mi parte? Ya estaba poniendo bastante de mi parte estando sentando ahí, en la sala de reuniones del centro de entrenamientos del equipo con el que por años mi club ha tenido rivalidad. Y ponía aún más de mi parte al esperar a que esa mocosa llegara. ¿Acaso era mucho pedirle que fuera puntual? ¡Solo quiere hacernos perder el tiempo!

Hago una mueca molesta recordando lo sucedido el día del clásico. Había chocado sin querer con la niñata y ella había lanzado su dichoso disco duro, acabando con su utilidad. Quise dejar las cosas así, pero la muy astuta empezó a insultarme y no pude contener mi orgullo. Y de ahí, solo fueron insultos y comentarios cargados de ironía. Había llegado tarde a los vestuarios y había salido después del resto a calentar. Todo por su culpa.

En mi burbujeaba un odio y un rencor que no había sentido jamás por nadie. Me había querido humillar y con ese video en todas las redes lo había conseguido. No me sorprendería que lo haya subido ella. En el mundo del fútbol y de la fama me había ganado muchos enemigos por apartarlos para que no se aprovecharan de mi, pero ella... ¡era más que una simple enemiga! El saber que existíamos en la misma órbita me hacía doler la cabeza.

Estaba gastando mi oxígeno, mi tiempo y mi cordura. Lo único bueno que sacaba de todo esto es que me vi más motivado en el clásico y conseguí anotar dos goles que muy en el fondo fueron dedicados a ella para que viera con quién quiso meterse. Era una estupida y una egoísta.

Me crucé de brazos, incómodo en esa silla y en este lugar. Ahora mismo mis compañeros estaban entrenando en Madrid, mientras que yo tuve que quedarme para resolver algo que yo no provoqué.

do i wanna know? | jude bellingham.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora