𐙚 dos

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🐈‍⬛ 𑁤.ᐟ

જ⁀➴ chapter two.

💭: el escándalo de la semana.

💭: el escándalo de la semana

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💻 ── Kaira

Ojalá todo esto fuese una puta broma.

Le arranqué de las manos el teléfono a Marco para detallar el video. Daba gracias de que no se escuchaba nada, pero claramente se veía la rivalidad entre él y yo. El empujón, su mano en mi hombro y el manotazo rudo no conseguían mejorar la situación. Mis gestos de irritación y los suyos de frustración evidenciaban con claridad lo que estaba ocurriendo. Tenía casi un millón de likes, más de dos millones de reproducciones y miles de comentarios en los que señalaban diversas cosas.

Los fanáticos del Barcelona querían tumbar la reputación de Bellingham alegando que no era la primera vez que se veía al idiota peleando con mujeres. Los fanáticos del Real Madrid hacían de toda la situación un chiste mencionando que me lo merecía por culé. Y las personas neutrales simplemente especulaban que la rivalidad entre los equipos ya estaba llegando a tornarse violenta.

Suspiré, intentando imaginar las consecuencias que traería esto para mi trabajo. Al imbecil de Jude Bellingham no le pasaría nada mientras siguiera controlando la pelotita en el campo, pero a mi esto podía costarme el trabajo. Pensé que ya lo odiaba lo suficiente, pero estaba rebasando mis límites.

Si no fuera tan egoísta, gilipollas, idiota, imbecil, arrogante, impotente, inmaduro, orgulloso, prepotente, vengativo... ¡Se me acababan los insultos de la rabia que me recorría! Nada de esto habría pasado si él no fuera ninguna de esas cosas, pudo haber pedido disculpas e intentar enmendar el daño, aunque no tuviese caso. En su lugar, tendría que pagar las consecuencias de sus actos.

Sabia que tendría un fuerte reclamo por lo hecho, pero si llegaba con la información, quizás todo no estaría perdido.

—Bueno, linda, nosotros te vamos dejando... —Luis se levantó con lentitud de su asiento—. Debemos ir acomodándonos ya en el autobús.

Marco y Luis se fueron corriendo temiendo a que explotara. Marta, por su parte, se quedó conmigo con la intención de discutir algunos temas de las estadísticas digitales. No la estaba escuchando para nada.

Chasqueó sus dedos frente a mis ojos, impidiendo que mi mirada llena de coraje dejase de observar a Jude.

—¡Lo odio tanto! —Cogí mi botella de agua con rabia y la abrí para tomar un buche de esta. Sentía la garganta seca y el llanto furioso a punto de salir de mi—. Está muy feliz, ajeno a que me cagó la existencia en un segundo.

Marta me miraba con burla. Para mi estaba más que claro que a mis compañeros les causaba graciosa mi situación. No podían creerse del todo que no haya reconocido a Jude Bellingham y tomaban mis quejas por pura obsesión.

do i wanna know? | jude bellingham.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora