Doce.

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Pasaron unos cuantos días, seguían con los mismos abrazos y mimos, Malia pasaba más tiempo de lo normal en ese estado de transe, Kylie sabía que en realidad estaba concentrada en su mundo interno, posiblemente arreglando algunas cosas, hablando con las demás.

Apenas reaccionaba a lo que ocurría en la realidad, por eso se quedaba en el cuarto, en un lugar seguro donde podía tener todo controlado.

Evitaban salir de la habitación, incluso ir a la cafetería de la universidad sería peligroso, porque Malia no tenía registro de las cosas que pasaban, sus acciones eran una especie de "modo automático".

En esos momentos, Kylie se quedaba a su lado, dejaba leves caricias en su cabello, Malia sabía que ella estaba a su lado por más que pareciera que no la veía, a veces la espera se hacía más larga, podía durar horas, y terminaba usando su celular mientras la rizada seguía en lo suyo.

Luego de un rato reaccionaba y se reía porque Kylie usaba su pecho para apoyar el celular y ver videos más cómodamente.

— Deja de aprovecharte de mí, tonta.

— Yo no me aprovecho, sólo saco lo mejor de cada situación. — dijo con una risa, sólo para molestarla.

Llegó el sábado, luego de unos cuantos días de aquellas profundas charlas internas, que Kylie desconocía y ni siquiera preguntó al respecto, finalmente Malia volvía a sentirse lista para intentarlo de nuevo, y se lo pidió a Kylie con toda seguridad.

Decidió volver a intentar todo como si fuera la primera vez, para de alguna forma "borrar" todos los intentos fallidos y comenzar de nuevo.

De nuevo, estaban en la cama, y de nuevo, se sentó sobre sus caderas, como si fuera el primer intento y comenzarán todo otra vez.

— ¿Lo haremos? — preguntó Kylie, hasta el momento Malia no le había dicho nada al respecto, y creía que era otra sesión de besos un poco más caliente.

— Ajá — asintió, sonriendo, — hablé con Liah y Bunny, les dije que me dieran más espacio estando contigo, ellas confían en ti, y sabemos que no harás nada que nos lastime, o que nos haga mal, por más que yo esté nerviosa.

— Que es muy común en la primera vez, linda.

— Exacto, por eso les dije que dejaran las cosas seguir y sólo si se ponía feo intervengan — dijo. — También decidimos que deberíamos desnudarnos juntas, a la par... Verás si sólo yo soy la que está sin ropa y tú estás vestida, me sentiré más expuesta y débil por... Ya sabes, cosas del pasado, eso sería un desencadenante para Bunny.

— Entiendo, amor. Sabes que lo haré, no hay problema. — Kylie tomó su mano y entrelazó sus dedos. — Estamos juntas en esto, bebé.

Malia asintió, ruborizada, sintiéndose cálida y bonita.

— Entonces creo que podemos empezar, cuando quieras. — dijo, aunque se refería a empezar en ese mismo momento, en la privacidad de su cuarto.

Comenzaron de nuevo con los besos húmedos, con los chupetones y las caricias, sus prendas comenzaron a caer al suelo, mientras se abrían paso a más contacto.

Cambiaron de posiciones dejando a Malia debajo, dándole paso a Kylie a hacer todo lo que quería con ella, la dejó acomodarse entre sus piernas.

Kylie volvió a besar sus pezones, su torso, dejó chupetones en su cuello y clavículas, mientras Malia seguía pidiendo más.

Se fueron desnudando a la par, como Malia había pedido, así cada una se quitaría primero su remera, luego sus pantalones, luego el brasier, quedando ambas en bragas.

The Alters | KyliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora