Una pérdida siempre causa dolor. No importa si aquella persona no está o simplemente ya no te ama.
Una pérdida es cuando estás solo, cuando su luz ya no ilumina tu camino y llega la hora de bagar solo en la oscuridad.
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✩ Vega ✩
—Vamos Amor... Reaccióna. —pidio moviendo el cuerpo de su prometida bajo sus brazos
Lily Evans, una pelirroja tan bella que cualquier mujer que la viera la envidiaria.
¿Como habían llegado a aquel punto? ¿Al punto en que uno de los dos murió sin cumplir sus sueños?
—Vamos... Lily-flor... Te necesitamos, queremos tener a nuestro Harry... —siguió moviéndola esta vez con más fuerza— Te amo, Lily... En verdad lo hago, por favor no me dejes solo en esta batalla. No me abandones... —sollozo acercando el cuerpo inerte de la chica a su pecho
Su corazón acababa de ser destruido por completo. Había sido roto pedazo por pedazo hasta no quedar nada de el.
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Otro día más de dolor.
Cada mañana la ausencia en su cama era evidente. Cada mañana sentía aquel hueco en su corazón que dejó la pelirroja antes de irse.
Ya eran las seis de ella tarde. A las siete comenzaban a salir los Mortifagos a las calles así que pretendía apresurarse.
Esos días había estado yendo a la casa de Regulus. Se quedaba allí en una habitación de más que tenía este. Pasaban noches enteras pensando en como derrotar el reino de sangre que mantenía Voldemort.
Regulus tenía datos importantes que contribuían a la investigación. Pero era muy poco a decir verdad.
—Potter. —saludó Regulus abriendo la puerta
—Oh, Vamos, llámame James. —Pidió al chico con una sonrisa
Abrazo a Regulus en forma de saludo, seguido entro al lugar con una sonrisa.
Se habían hecho amigos. O algo asi. Regulus le permitía abrazarlo, y eso era mucho decir.
—Entonces llámame Reg. Odio que me llamen por mi nombre. —James asintió
Regulus caminó a la habitación en la que James Solía quedarse.
—Acompañame. —pidio con una sonrisa
James tardó en reaccionar. Observó su sonrisa, cosa que por alguna extraña razón le alegro el día.
Al entrar ya no había una cama. Era un estudio.
—Yo tengo mi estudio, y tendré que dejar de venir tan seguido por que están comenzando a preguntar mucho así que preferí hacerte uno propio. —Sonrió con emoción
Le emocionaba tener un amigo.
No te encariñes muy pronto, si alguien sabe de esto el morirá. Y no puede doler, no otra vez.
