Capítulo Narrado 3 (2)

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El mediodía había llegado, todos los estudiantes ya estaban en la cafetería para almorzar.

Estaba junto a Camila y Brenda en nuestra mesa favorita cuando:

– ¿Hablaste con ella? – suelta Camila cambiando el tema que teníamos antes.

Camila me miraba mientras que Brenda la miraba a ella, era obvio que no entendía nada.

– No, y no creo que lo haga – dije mientras bebía el jugo que tenía en la mano.

– ¿De qué están hablando? – Brenda pasaba sus ojos de una a la otra, esperando respuesta.

Me quedé callada, esperando a que Camila hablara, era obvio que eso haría.

– Chloe es la persona de las cartas.

Camila lo suelta, justo como había pensando, como si fuera algo tan casual y Brenda se queda con la boca abierta.

– No estamos seguras – digo para que no se hagas ideas que no son.

Brenda parecía procesar todo, había dejado su sandwich a medio comer para mirarme toda perpleja.

– ¿Qué? – chilla ya terminando de procesar todo.

Su chillido hizo que todos los de la cafetería se nos quedara viendo. Odiaba ser el centro de atención, gracias Brenda por esto.

– Habla más bajo – le digo estresada.

– Vale, lo siento, pero ¿cómo es todo eso?

Mientras Camila le explicaba todo, me fijé en las mesas que estaban alrededor. Todos habían vuelto a lo suyo.

Estaba ubicando a las chicas, Gabriela estaba a 4 mesas de nosotras, con las porristas, era de esperarse, ella pertenece ahí. Había escuchado que intentó salir pero Natasha, su mejor amiga, no la dejó.

Ángela, esa chica era todo un caso, siempre se metía en problemas, le contestaba a los profesores, reprobaba exámenes, se enrollaba con cualquier chico, la pasaba en fiestas y en detención. Estaba sentada a 3 mesas, con los chicos problemáticos de la escuela, seguro era así por la mala influencia.

Isabella, es la típica bonita que le gusta a todos, rubia y de ojos azules, tan perfecta. Estaba con su grupito de amigas lindas y perfectas, bueno, casi perfectas, la verdad eran unas hipócritas.

– ¿Qué esperas para hablar con ella? – la voz de Brenda hizo que volviera a la mesa de nosotras y dejara de mirar a las otras.

– No creo que sea ella – le dije sin darle tanta importancia.

– Eso no lo sabrás hasta que no hables con ella – Camila estaba muy interesada por el chisme, eso estaba claro.

Me encogí de hombros, mi jugo se había acabado y no tenía con que entretenerme. Ellas estaban comiendo  y mirándome de manera acusatoria.

– No me – las risas de dos personas pasando por atrás mío me interrumpieron.

Eran Chloe y Daniela, justo estaban caminando en busca de una mesa para sentarse.

– Hablando de la reina de Roma – dice Camila mirandolas de manera no disimulada.

– Es una señal del destino – Brenda me mira con brillo en sus ojos, estaba más emocionada que yo con este tema.

– Por primera vez, creo que tienes razón Brenda.

Bien, era obvio que las dos querían que hablara con ella.

– Está bien, voy a hablar ahora – me miraron como esperando que hiciera algo – ¿Qué?

–Levantate y ve con ella – me dicen las dos a la vez.

– Está con Daniela, no voy a llegar así de la nada y preguntarle – les dije como si fuera lo más obvio del mundo.

– Sino es ahora, nunca lo harás, te conocemos – dijo Brenda y Camila asintió.

Lo pensé por un momento, eso era verdad, nunca me atrevería hacerlo, pero, si lo hacía, iba a encontrar a la persona. Me habían puesto en bandeja de plata por donde empezar, tenía que aprovechar eso.

Me levanté de la silla y fui hacia la mesa de ellas. Oía a las chicas a mis espaldas animandome, volteé y vi a Henry. Parecía que se había levantado de su mesa y volvía a sentarse.

Chloe y Daniela hablaban y reían. No sabía cómo preguntar exactamente. Estaba a unos pasos de ellas.

– Hey, Chloe – dije cuando me encontraba bastante cerca.

Ella me miró extrañada, no esperaba que le hablara.

– ¿Necesitas algo? – preguntó mirándome.

– Quería preguntarte algo, a lo mejor se te haga rara y eso.

– Tranquila, siéntate y dime – me sonrió, era muy amable la verdad.

– Te ví el viernes escribiendo una especie de carta o algo así – empecé diciendo y me hizo un gesto para que continuara – ¿Podrías decirme para quien era?

Bueno, ya me había metido en este lío, ojalá y no se tome mal la pregunta, ni piense que soy una entrometida.

– Oh, no sabía que me habías visto – me dijo muy tranquila – justo esperé a que fuera un poco más de la hora de irse para escribirla – sonreía, creo que ese era su deporte favorito.

– ¿Puedo saber para quien era? – volví a preguntar.

– Yo la escribí para ella – me dijo Daniela sacándola de su mochila y mostrándomela.

Eso fue más fácil de lo que pensé. El sobre de la carta tenía un tono rosa claro, era tan femenino. En el reverso habían dos letras, una de Daniela y deduzco que la otra era de Chloe.

– Daniela y yo llevamos 5 años siendo mejores amigas, me hizo una carta como regalo – miré a Chloe, su sonrisa era más grande que antes.

– Chloe me la respondió, eso fue lo que viste el viernes – dice Daniela sonriendo también.

– Oh, ya veo, ojalá la amistad de ustedes siga por más años – les dije sonriendo – perdonenme las molestias.

–Tranquila, aquí estamos para lo que necesites – dijo Daniela.

Después de sonreírle, me fui hacia donde estaban las chicas. Se veían impacientes por saber lo que pasó con Chloe, les iba a contar eso, pero no pensaba contarles sobre la lista que tengo con las posibles remitentes.

Soy muy privada con mis cosas, no era que no confiara en ellas, solo que me gustaba tener cosas para mí.

Llegando a casa podía descartar ya a una chica, Daniela. Su letra no era ni parecida con la de la chica de la carta, ella tenía una letra más grande y moldeada.

Quedaban 4 chicas. Solo era cuestión de tiempo para saber cuál de ellas era Protectora de las sombras.

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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