One shots de homosexuales [EW]

Lucky

Ship: TordTom

Inspiración: Lucky - Colbie Caillat y Jason Mraz (Pero usa la de Glee pq sigo en mi era)

Duración: Corta

(Lo hice usando CHAT GPT para la idea, este es mi quinto borrador, y tuve que consultar cual le gusto más, este es el resultado xd)

Empecemos

Narrador omnisciente:

Un joven de cuencas caminaba por los pasillos de su escuela, notando las miradas fugaces de algunos estudiantes curiosos, mientras que otros simplemente lo ignoraban por completo. Acostumbrado a esa indiferencia, Tom Wright mantuvo su paso tranquilo, los audífonos colgando de su cuello mientras tarareaba la melodía de una canción que había estado escuchando sin parar.

Por otro lado, un noruego de mirada nerviosa y una gabardina negra caminaba con paso incierto, intentando entablar conversación con algunos estudiantes en un inglés torpe. "¿Dónde quedaba el aula 12?" repetía, solo para ser ignorado o malinterpretado. La frustración empezaba a notarse en su rostro, pero con un último atisbo de esperanza, se acercó al chico de ojos inusuales. Tom sintió un toque tímido en su hombro, apenas perceptible, como si un gatito lo estuviera tocando con la patita.

Al voltear, notó al noruego parado frente a él, retorciendo ligeramente las manos con nerviosismo.

—D-Disculpar a persona mi... ¿Poder decirme dónde salón 12 estar...? —preguntó el chico de gabardina, su voz entrecortada, pero con un esfuerzo genuino por hacerse entender.

Tom parpadeó varias veces, procesando lentamente las palabras mientras su cerebro se esforzaba por descifrar el mensaje. Cuando al fin lo entendió, soltó una risa suave, palmeando amigablemente el hombro del chico.

—¡Ah, claro! Justo tengo clases ahí, ven, déjame llevarte. —Tom sonrió con esa naturalidad que tenía para relajar el ambiente—. Por cierto, me llamo Thomas Wright, pero dime Tom, es menos formal y más fácil de pronunciar, supongo.

—Agradecer... Yo Tord Granberg —dijo el noruego, esforzándose por responder sin titubear demasiado.

—Un nombre curioso... como el de un villano noruego, ¿no? Cool. —Tom lanzó una pequeña broma, esperando que no se sintiera incómodo—. Bueno, sígueme. Podemos conversar, y a lo mejor me enseñas un poco de ti mientras tanto.

Tord lo siguió, agradecido por la amabilidad inesperada. A medida que caminaban por los pasillos, las conversaciones entre ellos empezaron de manera ligera, casi torpe al principio, pero rápidamente se volvieron más fluidas. Desde algo tan simple como el color del cielo esa mañana hasta las diferencias en las clases de cada país. Era una charla común, pero ambos se sentían cómodos en la compañía del otro.

—¿Y qué ojos pasar contigo? —preguntó él de repente, señalando con curiosidad las cuencas vacías donde debían estar los ojos de Tom.

Tom sonrió con cierta diversión, como si ya estuviera acostumbrado a esa pregunta. —Es una larga historia, tal vez te la cuente más tarde —respondió con un aire misterioso—. Pero, ¿Qué hay de ti? No veo a muchos con gabardinas en este lugar.

Tord sonrió tímidamente, sin saber muy bien cómo responder. —Mi gustar gabardina, sentirme, diferente...

El paso del tiempo pareció desvanecerse mientras continuaban hablando de música, películas, y eventualmente sobre su pasión por los instrumentos. Tom, con su amor por el bajo, y Tord, que admitió ser un guitarrista aficionado, se dieron cuenta de que compartían gustos similares. La conversación fluyó como si fueran viejos amigos de toda la vida, tan dulce, inocente.