Propuesta

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Narrador: Becky

Al acercarme lo suficiente, veo a un grupo de cinco alumnos molestando a alguien que no logro distinguir muy bien. Me escondo detrás de un arbusto para ver mejor lo que está sucediendo. De un momento a otro, uno de estos cinco empuja al joven, quien cae al suelo. Desde este ángulo logro distinguir bien de quién se trata el chico que está siendo molestado, y me quedo asombrada al ver que es... ¿Ken?

No puedo creerlo. Ken, siempre tan amable y reservado, está siendo acosado por este grupo. Siento un nudo en el estómago, no solo por ver a Ken en esta situación, sino también por la impotencia que siento al no poder intervenir de inmediato.

A Ken lo golpean fuertemente, propinándole unas cuantas patadas e insultos. Él solo puede aguantar y cubrirse como puede. Cuando están por darle un golpe realmente fuerte, decido salir.

Los chicos se detienen y voltean a verme. Puedo ver la sorpresa en sus rostros al ser descubiertos. Ken, aún en el suelo, levanta la mirada hacia mí, con una mezcla de alivio y confusión.

"¿Qué están haciendo?", digo con voz firme, tratando de ocultar mi miedo. "Dejen a Ken en paz."

Uno de los chicos, aparentemente el líder del grupo, da un paso hacia mí con una sonrisa burlona. "¿Y tú quién eres para decirnos qué hacer?"

"¡Ey! Ustedes, déjenlos en paz ahora mismo", escucho que alguien dice a lo lejos. Dirijo mi mirada y veo que es Damian.

Entro en pánico. No quiero que Damian salga lastimado, ya que son cinco contra uno. Tengo realmente miedo por lo que pueda pasar; mis piernas tiemblan, como si estuvieran pegadas al piso por el miedo.

"Largo de aquí", suelta uno de ellos. Sin embargo, Damian no les hace caso, sigue avanzando, como si no tuviera realmente miedo.

"¿Quieres problemas o algo así?" dice otro de ellos.

Al ver que Damian ni siquiera hacía más lento su paso, uno de ellos se le abalanzó, tirando un golpe directo a la cara, pero Damian lo esquivó con agilidad y, con un movimiento rápido, le dio un gancho al hígado, dejándolo sin aire.

El grupo se quedó momentáneamente paralizado, sorprendido por la habilidad de Damian. Otro chico se lanzó hacia él, pero Damian, con movimientos precisos, lo evadió y le hizo una llave, inmovilizándolo en el suelo sin necesidad de herirlo.

"¿Alguien más?" preguntó Damian con una calma intimidante. Los otros tres retrocedieron, dudando de sus propias capacidades.

"No queremos problemas, Desmond", dijo uno de ellos, claramente nervioso.

"Entonces, váyanse ahora", respondió Damian, liberando al chico inmovilizado y dando un paso adelante. Los chicos tomaron a su amigo y se marcharon rápidamente, lanzando miradas de odio pero sin atreverse a enfrentarlo de nuevo.

Damian se acercó a Ken y lo ayudó a levantarse. "¿Estás bien?" le preguntó, a lo que Ken asintió, aunque visiblemente afectado.

"Gracias, Damian...", dijo Ken, su voz temblando ligeramente.

Me acerco a Damian, al parecer, hay algunas cosas de él que no sé. Acabó con dos de ellos sin problema, como si ya tuviera experiencia en esto. Le pregunto a Ken si está bien, y este solo asiente, un poco adolorido por los golpes.

"Hola, Becky", me dice Damian.

"Hola, Damian", le respondo, aún un poco impactada por lo que acabo de ver. Luego, le hago una pregunta. "¿Podemos ir a otro lugar? Tengo algo que decirte".

"Claro", me dice él.

Ambos nos despedimos de Ken y procedemos a irnos a otro lugar.

Mientras caminamos, pienso en lo que acabo de presenciar. La habilidad de Damian para manejar la situación con tanta facilidad me dejó perpleja. No solo su destreza física, sino también su calma y control me sorprendieron. Parece tener una fuerza interna que no había notado antes.

Nos detenemos en un pequeño parque cercano. Damian se sienta en un banco y me mira, esperando.

"Damian, lo que hiciste allí... fue increíble", comienzo, tratando de ordenar mis pensamientos. "No sabía que tenías esa habilidad. ¿Cómo lo aprendiste?"


Narrador: Damian

Mierda, ¿vio todo ese alboroto? Supongo que tendré que mentirle un poco sobre mi pasado.

"Emmm, cuando era niño, mis padres me inscribieron para practicar artes marciales", miento, sintiendo que aún no puedo decirle la verdad a Becky. No me creería.

"¿En serio? Wow, supongo que siempre tienes algo que decir de ti, jaja", dice Becky con un tono gracioso.

"Supongo", digo con una pequeña risa contagiada por Becky. "¿Qué era lo que me ibas a decir?" pregunto.

"Ah, es verdad", dice ella. Noto cómo saca algo de su mochila; es mi capa de estudiante imperial. Ahora lo recuerdo, lo dejé en casa de Anya ayer cuando cuidaba de Becky. "Quería darte esto, y también agradecerte por lo de ayer, en serio significa mucho para mí", dice Becky con una expresión de gratitud y felicidad.

Miro la capa y luego a Becky. "Gracias, Becky. No fue nada, realmente. Me alegra que estés mejor ahora".

Becky sonríe y me entrega la capa. "Fue mucho para mí, Damian. No solo cuidaste de mí, sino que te preocupaste de una manera que... bueno, que no muchos lo harían".

Me siento un poco incómodo por la sinceridad de sus palabras, pero al mismo tiempo, me siento agradecido. "Cuidar de ti es lo menos que podría hacer. Eres importante para mí".

Becky se sonroja ligeramente y asiente. "Gracias, Damian. De verdad".

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad del Edén. A pesar de las mentiras y de todo lo que llevo dentro, momentos como este me recuerdan que aún hay cosas buenas por las que luchar. Y Becky es una de ellas...


Narrador

"Por cierto", dice Becky, con un tono de voz que delata su nerviosismo. Parece querer decir algo más, pero se detiene un momento, apartando la mirada. Finalmente, cierra los ojos y pregunta, "¿Q-quisieras ser mi pareja en el baile de graduación?".

El joven Damian se queda observando a Becky, sorprendido por la inesperada pregunta. Después de unos segundos, su expresión cambia a una sonrisa cálida. "Claro, me encantaría", responde con entusiasmo, su rostro iluminado por una amplia sonrisa.

La joven solo puede soltar una expresión de alivio, como si por fin pudiera liberar una pequeña carga. El nerviosismo que la había acompañado hasta ese momento parece disiparse.

Como aún era temprano, ambos jóvenes deciden pasar el rato en un parque cercano. Caminan juntos, disfrutando de la compañía del otro, conversando y riendo. La conexión entre ellos es evidente, y el tiempo que pasan juntos es siempre agradable y significativo, un momento de tranquilidad en medio del caos de sus vidas.

My Way | Spy x FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora