Narrador: Damian
Después de la "cita" con Becky, ahora nos encontramos en mi habitación del Edén. Mis nudillos están dañados tras la pelea de unas horas antes. A pesar de todo lo que he aprendido en la guerra, mi cuerpo no entrenado todavía paga la factura. Supongo que debo tenerlo en cuenta para el futuro.
Becky está en este momento aplicando vendajes en mi mano mientras me regaña y sermonea. "Pero el señor tuvo que andar de peleonero", dice con un tono mezcla de burla y enojo, mientras envuelve cuidadosamente el vendaje. Me da un tirón en un mechón de pelo, y no puedo evitar quejarme.
"¡Ey, duele!", protesto, llevándome la mano a la cabeza. "Sabes bien por qué lo hice", añado, tratando de justificar mis acciones.
"Lo sé, fue muy amable de tu parte hacer eso", responde Becky, mientras da los últimos retoques al vendaje, sus manos trabajando con una precisión y ternura que no puedo ignorar.
Hay un momento de silencio mientras Becky termina su trabajo, sus manos cálidas y gentiles en mi piel adolorida. La habitación parece llenarse de una extraña calma, una pausa en el ajetreo de nuestras vidas.
"De verdad, gracias", dice Becky, esta vez sin rastro de burla en su voz. "No sólo por lo que hiciste hoy, sino por estar aquí, por preocuparte". Sus ojos se encuentran con los míos y puedo ver la sinceridad en ellos.
"Siempre estaré aquí para ti", le digo, mi voz más suave ahora, dejando que mis palabras lleven todo el peso de mi promesa. "No dejaré que nada te pase".
Ella sonríe, una sonrisa que ilumina su rostro y hace que todo valga la pena. En ese momento, me doy cuenta de cuánto significan estos momentos, cuán valiosa es su compañía y cómo, a pesar de todo el caos y las dificultades, siempre hay algo hermoso y esperanzador en cada día que paso con Becky.
Narrador
Habían pasado varias semanas y el baile de graduación finalmente había llegado. Todos los estudiantes de último año estaban presentes, acompañados por sus padres y maestros, todos listos para celebrar este importante hito en sus vidas.
Una limusina se detuvo fuera de la entrada, anunciando la llegada de dos jóvenes: uno de cabello verde y otra de cabello castaño. Damian, con un porte elegante y seguro, salió primero del vehículo, extendiendo su mano hacia Becky. Ella aceptó gustosa, su rostro iluminado por una sonrisa que reflejaba tanto nerviosismo como emoción.
Mientras se dirigían hacia el establecimiento donde se celebraba la fiesta, Damian y Becky se movían con una gracia natural, atrayendo las miradas de todos los presentes. Damian vestía un traje elegante que destacaba su figura atlética, mientras que Becky lucía un vestido de la más alta calidad, adornado con detalles que resaltaban su belleza. Cada paso que daba, su vestido brillaba bajo las luces, deslumbrando a los asistentes y atrayendo unos cuantos murmullos de admiración.
Una vez dentro, el ambiente estaba cargado de energía. Las luces brillaban suavemente, la música de fondo creaba un ambiente festivo y las decoraciones eran dignas de una ocasión tan especial. Damian y Becky se dirigieron a una mesa cercana, tomándose un momento para conversar y relajarse antes del evento principal: el baile.
"¿Estás nerviosa?", preguntó Damian, mirándola con una mezcla de curiosidad y ternura.
"Un poco", admitió Becky, jugueteando con un mechón de su cabello. "Pero estoy emocionada. Este es un momento que he esperado mucho tiempo".
Damian sonrió, sintiendo una cálida oleada de afecto hacia Becky. "Yo también. Me alegra que estemos aquí juntos".
Mientras charlaban, compartieron historias y recuerdos, riéndose de anécdotas pasadas y soñando con el futuro. Cada palabra, cada risa, reforzaba el vínculo que habían forjado con el tiempo.
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My Way | Spy x Family
Short StoryEsta historia tiene como protagonista a Damian Desmond, un soldado de Ostania. La trama se desarrolla muchos años después de los eventos de la obra original, en un mundo marcado por las cicatrices de la guerra y los recuerdos de tiempos más pacífico...