Siento unos golpes en la puerta, no quería levantarme del sofá, los obvié y seguí durmiendo, cada vez eran más intensos, me levanto del sofá y me dirijo a la puerta, observo por la mirilla y era un chico, bastante joven, le abro la puerta y sin decir nada me da un empujón y entra a la casa,
-¿Quién rayos eres?—le pregunto al joven
-Soy tu vecino, ya no me reconoces, me vistes hace un rato por la ventana, eres un poco mal educado para tu edad, te saludé y ni siquiera alzaste tu brazo—responde mientras me tira al sofá.Quedo tumbado en el sofá, no sabía lo que estaba pasando, el se arrodilla, y comienza a pasar sus manos por mis muslos hasta que llego a mi zona íntima, llegando ahí agarro mi pene que estaba completamente erecto y se lo llevó a la boca, que maravilla, tenía la lengüita calentita, su garganta era profunda así que aproveché y metí mi polla hasta el fondo, no puede de la calentura y...
-¡Diosss!, que carajos fue eso—digo mientras me despierto un poco agitado.
Había tenido un sueño bien caliente con mi nuevo vecino, no negaré que me gustó, me levanto a tomar un poco de agua, era completamente de día, me había quedado dormido y en el sofá, no era la primera vez, jamás había tenido un sueño así con alguien menor.
Voy a lavarme la cara, me echo un poco de agua fría en el rostro para volver en sí, me despierta la curiosidad y vuelvo a la ventana, a esa dichosa ventana, observo por la rendija de la cortina y veo a ese chico, mirándolo bien, es más guapo de lo que pensé, estaba en la terraza de su casa con los pies puesto en la barandilla, sus piernas estaban abiertas, no tenía camisa, estaba concentrado en su celular, linda vista tenía desde aquí, podía ver sus calzones por una apertura de su short, noto que se levanta y entra a su casa, menudo culo, como para estar azotándolo un buen rato.
Mi polla comenzó a pararse, no se pudo contener,
—No! No! y No!, que estás haciendo Víctor—digo mientras golpeo mi rostro para darme cuenta de que podía ser su padre.
Quería borrar mi memoria, no quería recordar ese sueño, pero cada vez que lo recordaba mi polla se humedecía de pre seminales, ya van dos veces que me cambio los calzones.
Me aterraba el hecho de que sentía curiosidad por ese muchacho, pero me negué y me auto convencí de que no podía hacerlo.
Al rato veo que los otros vecinos van de camino a su casa para darle la bienvenida y llevarle algún obsequio, yo no quería quedarme detrás, así que tome una botella de vino y la llevé, de seguro habían algunos adultos ahí.
Me visto con mi atuendo más decente y salgo para allá.
Al llegar toco a la puerta, me abre una mujer, muy gentil ella,
—Hola, soy Victor, el vecino de en frente, aquí le traigo este presente para darle la bienvenida al vecindario—le digo mientras le doy la botella un poco tembloroso.
— No tenías porque molestarte, pero agradezco tu generosidad,- ¿quieres pasar a tomar algo? -
-No gracias, estoy de pasada, debo hacer unas cosas- digo mientras escucho una voz que grita mamá.
Ahí estaba venía caminado hacia mí, la mujer me dice que es su hijo, yo lo saludo cordialmente y notó un apretón de manos por su parte.
—Me llamo, Leo, soy el que estaba en la ventana ayer en la tarde, si, el que lo saludó, y usted cerró su ventana hostilmente, ¿No recuerdas?—
—Vaya muchacho, esta juventud no tiene respeto— dice la madre mientras me deja hablando a solas con su hijo.
Yo me río y le digo—¿Es obligatorio saludar joven?, a demás que edad tiene usted para estar hablándole así a sus mayores
El suelta una carcajada de burla y me dice— Tengo la suficiente edad para comportarme como quiera, y usted para reaccionar como le venga en gana.
—Respóndeme y deja de rodeos— le digo un poco serio—
-Tengo 21 años y usted querido abuelito—dice riendo
—Me río y le digo-38 y no soy ningún abuelito-
Me lanza un beso y cierra la puerta, me quede parado ahí unos minutos en shock, un jovencito rebelde había cerrado la puerta en mi jodida cara, no me lo creo, volteo y me voy a casa, cierro mi puerta de un tirón y me voy a la habitación, pasando por ahí miro a la ventana, estaba mirando hacia mi, me saca el dedo del medio y agarra su paquete y lo sacude.
No podía parar de reír y eso lo enfureció, se mete para adentro sin decir nada, recuesto mi cuerpo en la cama y suspiro, después de todo me daba risa esa rebeldía, yo era peor a esa edad, de tanto mirar al techo me quedo con los ojos cerrados, de una me dormí.
A las horas, me levanto con un poco de dolor de cabeza y me paro de la cama, vuelvo y miro por la ventana, era inevitable, me quedé paralizado al verlo, estaba sentando en la orilla de su cama, tenía las piernas abiertas, en su mano traía un consolador de tamaño normal, se lo estaba pasando por su ano, de repente lo penetra y comienza a introducirlo más.
—¡Que rico!— dije mientras me acercaba a la ventana.
No entiendo porqué dejo su ventana abierta, al parecer quería llamar mi atención.
"No era un niño, así que espero que se abstenga a las consecuencias."
ESTÁS LEYENDO
Lujuria
Adventure🔞Un hombre adulto se fija curiosamente en un chico que se había mudado para su vecindario, para su sorpresa ahora vivía frente de su casa, su curiosidad despertó un fuerte placer que hizo que este se acercara al joven, teniendo una de sus mejores a...