UNA PELÍCULA DE TERROR

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Es la tarde de un frío 21/10/10, estoy en la entrada de Hot Coffee esperando a mi hermano Arone.

Saco mi teléfono y miro la hora, 19:00, a este paso no podremos tomarnos el café dentro. Suspiro y guardo el teléfono.

Levanto la mirada y veo acercándose a un chico más alto que yo pelinegro con unos ojos azules claros brillantes que me sonríen.

-¿Qué tal está mi chica favorita?- pregunta mientras me envuelve en uno de sus abrazos de oso.

-Mejor ahora que estoy con mi chico favorito- digo abrazándolo súper fuerte.

-Parece que alguien me ha echado de menos- dice mientras se separa de mí para poder abrir la puerta de la cafetería.

-Más quisieras- le digo en un tono burlón.

Entramos a la cafetería y se quita su bufanda.

-Mamá me ha dicho que tenemos que estar en casa como muy tarde a las 19:30- digo quitándome yo la mía. -Entonces vamos a tener que tomarnos el café de camino a casa- digo mientras me sitúo en frente del mostrador.

-No pasa nada si llegamos un poco tarde, Eli- dice Arone encogiéndose de hombros.

-¡¿Como que no pasa nada?! Mamá te matará como lleguemos fuera de hora-.

-Te recuerdo que yo ya soy un adulto y no tengo toque de queda- dice dándome un toque en la nariz.

-Sí claro, ja ja, como el señorito ya tiene 21 se cree intocable- digo burlándome de él.

--¡No te burles de un adulto!- dice llevándose una mano al corazón.

-Me meteré contigo lo que me dé la gana. Además, si tan adulto eres ¿por qué has llegado tarde eh?- digo con una sonrisa picara.

-Pues mira, precisamente por cosas de adultos- dice levantando las cejas.

Cuando voy a contestarle una chica viene a atendernos a la caja.

-Hola, buenas, ¿qué queréis?- dice mirándonos.

-Yo un café con leche por favor- dice Arone. Acto seguido la chica toca la pantalla y me mira.

-Yo un Cacaolat- digo sonriendo -Oh! Y que esté calentito, por favor-

La chica me mira y sonríe.

-¿Para llevar o para tomar aquí?-

-Para to...-

-Para llevar, por favor- digo amablemente.

La chica lo apunta y se va para prepararlo.

Me giro para mirar a Arone y lo veo con una ceja arqueada.

-No quiero que cuando lleguemos a casa todo se convierta en una película de terror, Arone- digo replicándole por la cara que está poniendo.

El simplemente me mira y simula con los labios un ''traidora'' a lo que yo empiezo a reírme.

Arone normalmente es el más tranquilo de la familia, pero conmigo nunca lo ha sido.

La chica llega con nuestros pedidos, pagamos y nos encaminamos hacia afuera.

La cafetería está a unas cuatro calles de nuestra casa, así que llegaremos antes del toque de queda.

Menos mal, porque la última vez que llegue tarde a casa mi madre me quito durante una semana mi MP3.

-Entonces... ¿Qué tal todo?- dice Arone antes de darle un sorbo a su café.

LOS JOHNSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora