Crazy In Love [Kookv]

Parte II

Nervioso, así se encontraba en estos momentos, pues después de siete meses y dos semanas por fin hablaría con Jungkook nuevamente. Su corazón latía con velocidad mientras se acercaba a donde él estaba sentado en la mesa más alejada de aquella pintoresca cafetería.

Sentía que era el momento perfecto. Tomando una profunda bocanada de aire, avanzó con paso lento, cada movimiento cuidadosamente pensado, cada respiración contada. Había planeado este momento durante una semana entera. Empezó a hacerlo después de la noche en la que siguió a Jungkook hasta su casa, planeo todo meticulosamente para que saliera perfecto.

Jungkook estaba serio, absorto en su propio mundo, sosteniendo un libro de H.P. Lovecraft en una mano y una taza de té en la otra, siempre era lo mismo, todos los martes se dirigía a esa cafetería a leer, era su pequeño refugio semanal donde se perdía entre las páginas de historias oscuras. Todos los detalles los conocía Taehyung, todos y cada uno formaban parte de su meticulosa preparación para aquel encuentro.

A medida que se acercaba, podía sentir cómo su corazón latía cada vez más rápido, casi queriéndose salir de su pecho, latía tan fuerte que temía que Jungkook pudiera oírlo desde la distancia. Se esforzó en mantener la calma, en no desmoronarse frente a él, en contener ese impulso feroz de expresarle todo lo que había guardado durante tanto tiempo.

Finalmente, cuando estuvo lo suficientemente cerca, abrió los labios, su voz resonando suave pero segura.

—Hola, Jeon Jungkook —saludó, su tono tranquilo, pero cargado de una intención oculta que solo ellos podían entender.

Jungkook alzó la vista con sorpresa, sus ojos reflejando un atisbo de desconcierto antes de que una expresión más controlada se apoderara de su rostro. Aun así, Taehyung notó cómo una leve coloración apareció en las mejillas del otro, casi imperceptible, pero ahí estaba.

Había algo irresistible en su timidez, algo que hacía que la cacería valiera la pena.

—Kim Taehyung —respondió finalmente, pronunciando su nombre con una mezcla de sorpresa y curiosidad contenida.

—Qué sorpresa verte —dijo Taehyung, su voz suave como la seda, pero con un tono que dejaba claro que estaba listo para jugar.

—No esperaba verte aquí —continuó Jungkook, con una mezcla de sorpresa y recelo en sus ojos oscuros.

Taehyung sonrió de lado, manteniendo su mirada fija en Jungkook, como si analizara cada reacción en su rostro. Sabía que había sido arriesgado salir de las sombras, pero después de tanto tiempo, la espera había terminado.

—¿Puedo sentarme? —preguntó Taehyung con un tono pausado, dejando que cada palabra calara en Jungkook, quien, por un momento, pareció contener el aliento.

—Sí, claro —respondió Jungkook.

Taehyung sonrió levemente al escuchar la respuesta de Jungkook y con movimientos calculados tomó asiento frente a él. El sonido de la silla al rozar el suelo parecía resonar en la tranquila cafetería, haciendo que el ambiente entre ellos se sintiera aún más tenso.

Por un instante, ninguno de los dos habló. Taehyung observaba a Jungkook, memorizando cada detalle de su rostro, mientras Jungkook volvía su atención al libro en sus manos, como si necesitara una distracción para no dejarse afectar por la presencia de Taehyung.

—Así que... ¿Sigues siendo fiel a tu rutina de los martes? —comentó Taehyung, rompiendo el silencio con una pregunta aparentemente casual, aunque la intención detrás de sus palabras era más profunda.

Jungkook asintió, sin apartar la vista de su libro. —Es... tranquilo —respondió, con una leve tensión en su voz—. Me permite desconectar un poco de todo.