María Corina había faltado al último rodaje de prensa para tener una reunión a solas con Diosdado. Sabía lo mucho que esto iba a repercutir en su imagen, pero no podía evitar el amor ferveciente que sentía hacia uno de los perpetuadores de esta dictadura.
El teléfono de María suena.
—Hola, Coreanita. — Dijo Diosdado al otro lado del teléfono.
—Ya te he dicho que no me llames así. — Estaba molesta, aunque en el fondo deseaba que la llamara así en todo momento.
—¿Qué dices? ¿Nos escapamos al Caribe por un día mientras la situación se enfría? — Con un tono picante.
—Estás loco, marico, yo jamás dejaría a mi pueblo luchando a solas, debo estar con ellos, participar en el cambio.
Diosdado cuelga el teléfono. De todas maneras ya tenían un lugar de encuentro para hablar mejor las cosas, los dos reconocían que a pesar de todas las adversidades que pasaban por sus vidas, todo eso iba a acabar y el amor triunfaría.
Sale junto a su carro y se dirige al punto de encuentro con su enemigo.
Abre la puerta del departamento, se da cuenta de que no hay nadie y se dirige al sofá para recostarse un rato. Estaba dudando de todo lo que sentía por Diosdado Pelado, "Tal vez malinterpreté las cosas" decía, quería obligarse a sí misma a dejar de sentir porque de esa manera sus deseos de libertad no se verían eclipsados por un amor no correspondido.
"Seguro no me tienes en tu mente, quiero que sepas que siempre te tengo presente. Te pienso, te siento, te huelo, te veo, te escucho en todos lados; estoy loca, loca de amor por tí, creo que siempre será así. Anhelo con que esta lucha termine para volver a estar contigo".
No se dio cuenta de que pensaba en voz alta hasta que sintió la presencia de Diosdado detrás de ella.
—No es lo que estás pensando. — Voltea la cabeza hacia él.
Diosdado se apresura a poner sus manos en el mentón de Corina, lo levanta y la besa profundamente. Sus labios bailan al son de Alma Llanera, la danza de sus corazones hace que olviden todo lo que pasa a su alrededor; las calles se oscurecen, la luna se torna gris, las estrellas se acuestan a dormir, en este mundo de farsantes los únicos que se mantenían fieles a su amor eran ellos dos.
Entonces Diosdado despertó.
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¿DÓNDE ESTÁN LAS ACTAS? - María Corina x Diosdado Cabello
RomanceMaria Corina, una mujer dispuesta a lograr el cambio en Venezuela y finalmente derrocar el yugo en el que se encuentra su país. Diosdado Cabello, se niega a ceder el mandado cegado por su sed de riquezas y poder. ¿Logrará esta heroína redimir a Dios...