Norawit Titicharoenrak es el futuro heredero de Costa Rosa. Un pequeño Reino, de ni 10.000 habitantes, famoso por sus peculiares playas de arena rosada. Situado en una isla paradisíaca, cercana a Tailandia, el joven príncipe jamás ha visto más allá...
Gemini sabía perfectamente a donde me llevaba Fourth cuando volvieron por su moto y comenzó a zizijear por las calles de Pattaya. También sabia que seguramente sus amigos estarían allí esperándolo, que esa sería la fiesta "sopresa" que le habían preparado sus primos. Sin embargo, lo que no esperó en absoluto; fue la cantidad de personas que estaban allí.
Estaban todos los camareros de Free, trabajando o no, pero allí festejando con él. Habían clientes, de la tienda de segunda mano recurrentes, agradables y con los que se llevaba bien. Habían compañeros de instituto de sus amigos, amigos de sus amigos, que quisieron compartir tiempo con él solo porque lo conocían de los post de los chicos. Incluso estaban los chicos de la pizzeria a la que solían hacer pedidos o la chica que atendía la tienda cercana al muelle de noche cuando ellos iban al finalizar sus noches de salidas.
Sobrecogido, por la emoción de tener a tantas personas festejando su existencia, tuvo que tomarse un momento a solas ej el baño.
-Gem, ¿estás bien? -Joong lo había seguido, entre el gentío, preocupado por la mirada nublada del príncipe.
-Sí. -Aseguró antes de soltar una risa irónica y negar con su cabeza. -¿Sabes? Mi cumpleaños siempre ha sido una gran fiesta, sin embargo yo no lo celebraba. -La confusión en el rostro de Joong le hizo callar. -Déjalo, no creo que me entiendas.
Gemini se lavó el rostro, tomó varias profundas respiraciones y se encaminó en dirección a volver a la fiesta. Al pasar junto a Joong, este le detuvo tomando su mano con suavidad.
-Sé lo que quieres decir. -Ahora era Gemini quien fruncia el ceño y lo veía desde la cercanía de susurros compartidos. -La gente celebraba por ti, pero no contigo. -Sonrío. -Ahí fuera, cada una de esas personas te conozca más o menos, realmente se alegra de que hayas nacido y formes paste de sus vidas en más o menos medida.
-Gracias. -Murmuró com voz temblorosa. Joong sonrió, abrazándolo por el cuello y llevándolo consigo de nuevo a la fiesta donde la música había comenzado a sonar.
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