Norawit Titicharoenrak es el futuro heredero de Costa Rosa. Un pequeño Reino, de ni 10.000 habitantes, famoso por sus peculiares playas de arena rosada. Situado en una isla paradisíaca, cercana a Tailandia, el joven príncipe jamás ha visto más allá...
Phuwin y Dunk encabezaban el trayecto, abriendo puertas, pidiendo paso o sujetando su aparatosa capa mientras recorrían pasillos y de fondo sonaba cada vez más clara Amnesia con su idílica voz.
Cuando Gemini llegó al salón de entrada, donde estaba la puerta principal, levantó su vista al frente y sintió la euforia recorrer sus venas llevándolo a gritar de alegría.
-¡Joong! -El aludido miró en su dirección y sonrió sin poder evitar reír también de alegría. Abrió sus brazos y lo recibió entre ellos estrechándolo con fuerza. -Eres el mejor CPP del mundo, te quiero. -Dijo con la voz atolondrada. Joong volvió a reír y se separó de él para verlo a los ojos.
-Te libero de tu cajita, de tu vitrina, de cristal, Gem. -Declaró limpiando parte de las lágrimas del nombrado. -Eres libre, es hora de brillad cegadoramente. -Gemini asintió convencida.
A su espalda se escuchaba el llegar de zapatos correteando. Sus amigos los primeros, la prensa después y familiares o aristócratas los últimos. Sosteniendo su peso del hombro de Joong retiró su zapato de tacón bajo izquierdo, cambiando al hombro de Phuwin se retiró el derecho y Dunk, desde su espalda, le quitó esa gran capa negra de perlas pesadas que entorpecía su movilidad.
Echó a correr de nuevo, dejando a todos a la cabeza de las escaleras observando. Las personas que esperaban la salida del matrimonio se habían unido a cantar junto a Fourth haciendo un coro ensordecedor y épico que inundaba cada parte de Costa Rosa. Todo el mundo conocía la melodía y al chico que cantaba frente al templo con su guitarra, nadie había sido capaz de apartarlo o detenerlo por los protestantes que lo rodeaban y protegían, todos lo escuchaban y apoyaban desde sus lugares.
La melodía de la guitarra se detuvo cuando Gemini hizo acto de presencia, mas las voces del pueblo siguieron cantando entre gritos. Ambas miradas negras volvieron a hacer contacto después de tanto dolor, de la distancia y el sufrimiento. Era absurdo, pero toda pena desapareció al instante.
Gemini corrió descalzo y con el llanto más feliz que jamás nadie había experimentado. Fourth abandonó su guitarra en el suelo de cualquier modo importándole poco si la dañaba, su cuerpo sentía la sangre correr de nuevo y los sentimientos al fin tomando forma en su rostro cuando corrió también hacia él. Sus cuerpos chocan estreitosamente y se embriagan en el aroma natural, el calor y el respirar del contrario.
Si aquello era incorrecto que supiera el mundo entero que vivirían en el lado erróneo de la vida. Un amor tan puro no podía ser tocado y dañado.
Se separaron solo lo justo para verse de nuevo y de cerca a los ojos, con sus brazos entre cruzados y sonrisas en sus rostros. Se dieron besos cortos, un poco más largos, necesitados o cariñosos, frente a todos ignorando el caos a sus espaldas.
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Un tumulto de gente pasó corriendo a su alrededor, alertándolos entre gritos y pequeños tirones en sus ropas y brazos, deshaciendo el abrazo y su burbuja de amor.
-¡Correr! -Gritaban sus amigos haciendo tal acción. Fourth tomó la mano de Gemini y tiró de él hacia la salida definitiva del templo para adentrarse en la pequeña ciudad. Al llegar a la calle principal, todos se detuvieron sin saber muy bien por donde seguir. A su espalda, su propia gente, su pueblo lo defendía y trataba de interponerse entre la guardia real y ellos. Los cuerpos agitados, del primo de su madre y el tío de Joong, llegaron hasta ellos.
-¡Yo me llevo a tus amigos! ¡Ir en otra dirección! -Explicó, ofreció y a su modo exigió, Apo. Mile comenzó a repartir a los chicos de Pattaya en diferentes coches y daba ordenes a los conductores de donde llevarlos. Gemini miró a todos lados perdido.
-¡Señorito! -Aquella voz llamó su atención entre el griterío. El tío de su cuñado, el mismo hombre que lo había liberado la primera vez, le llamaba desde uno de los coches oficiales de palacio. Sin dudarlo ni un segundo tiró de su unión con Fourth para adentrarse en el coche y mirar a la prensa llegar a su lado.
¿A dónde iban? No lo sabían.
¿Serían libres? Ya se sentían así.
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🎸🩷👑
Nota: Mañana comenzamos con el final... pero... no olvidéis que amo el drama tanto como los finales felices. ¿Era lo que esperabais y queríais?
