Capitulo 20.

280 31 9
                                    

Mas tarde ese día en el hospital de Hosu. Izuku fue dado de alta, debido a que sus lecciones ya se habían recuperado rápidamente en un corto período de tiempo. Algo que Izuku relacionó de momento con su poder, pero no quiso sacar conclusiones rápidas y sin tantos fundamentos, así que simplemente lo dejo como un dato que guardaría de momento para ponerlo a prueba en otro momento. Pero cambiando de tema a unos más importante, Izuku suspiro mirando que su máscara y guantes estaban totalmente rotos, el choque de puños termino destrozando sus guantes y ni hablar de su cubre bocas, pero para su suerte tenía unos de repuesto con él, aunque ya se imaginaba la reacción de Mei al verlos rotos por esa razón se asustó simplemente de pensar de ser arrastrado nuevamente a una noche de trabajos forzados ayudándola.

Aún así, no importaba mucho eso de momento, hace unos momentos habían llegado los padres de Iida para llevárselo a casa para poder descansar, también recibieron una visita de Shoto y Endeavor, aunque el último solo estaba interesado en el pecoso. Actualmente Izuku estaba sentado en su camilla mientras estaba hablando tranquilamente con Fuyumi, que actualmente estaba cuidando a su madre, porque al parecer cuando se enteró que estaba en el hospital, tuvo tanta preocupación que casi inunda la casa de lágrimas aparte de desmayarse más de trece veces. Una reacción típica de ellos, aunque en el caso de Izuku pudo alejarse un poco de su actitud llorona gracias a que tubo que adaptarse a Mei, aún así Izuku observo a Kendo, sabiendo que estaba deprimida mientras miraba por la ventana y comía uno de los postres que había traído Ryukyu.

¿Estás bien? – Le pregunto a Kendo, que lo volteó a ver solo para sonreír.

Si, solo que estoy algo reprimida. – Respondió Kendo, antes de suspirar.

Tranquila, seguramente podrás enfrentarte a malos y patrullar en tus próximas pasantías. – Izuku pensaba que el origen de su tristeza, era que no podría continuar en las pasantías, debido a que necesitaba reposó para curar sus heridas.

Lo se, pero aún así es frustrante. – Levantó su mano para agrandar su mano. – Mí don es demasiado simple por eso me encargue de fortalecer mí mente y mí estilo de combate, pero aún así, es frustrante de perder una oportunidad para poder mostrar mí valía en combate. – Suspiro antes de mirar el techo de la habitación.

Yo creo que ya demostraste tener bastante valía como heroína, salvaste a Iida, ayudaste bastante en la segunda parte del festival deportivo y llegaste hasta la final del festival deportivo. Creó que con eso ya llegaste a demostrar que vales la pena como heroína, o al menos eso pienso yo. – Izuku le sonrió a la peli naranja animándola un poco.

Gracias por animarme. – Agradeció la peli naranja, solo para ver qué el pecoso le daba su libreta.

Etto, no me mires como un acosador o algo así, tengo la costumbre de anotar sobre los quirks de las demás personas y creo tener ideas que te pueden servir. – Comento avergonzado el pecoso.

Kendo lo observo con total curiosidad, quiso ver esas ideas que le puedan servir. El pecoso le mostró la libreta a la chica de pelo naranja, que se sorprendió al ver todos los datos de sus quirk, como era su traje de heroína, notas sobre su persona y hasta recomendaciones para su traje. Kendo no pudo evitar decirle acosador al pecoso, que se puso en un estado de sonrojo como un tomate y intentando explicar todo. Aunque Kendo simplemente lo calmo, así le muestra sus ideas, entonces Izuku le mostró sus ideas para ella. Eran ideas de un estiló de combate basándose en giros para tomar más fuerza y jugar con el aumento de peso que obtienen sus manos para poder dar ataques más fuertes aparte de recomendaciones para ayudarla a no depender solo de las manos, recomendando el uso de placas de metal en la parte de las piernas y pies por si no pudiera usar su don.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FructusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora