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NARRADOR OMNISCIENTE:

—¿Que piensas hacer? ¿Matar a todo el país? —solto con ironía, su voz me estaba estresando y pronto perdería la paciencia.

Me mantenía en silencio mirando la ventana como si fuera lo más importante del mundo, Bill estaba dándome un Rosario que ya he escuchado al menos mil veces en estos dos años, El me está aburriendo al igual que Georg y Gustav, Estoy harto de aguantar al idiota de mi padre que jure haber matado hace mucho para que apareciera de la nada diciendome "hijo" Estuve muchas veces a punto de hacerlo y mandar todo a la Mierda. No lo hago por que el me jura que encontrará a Estrella pero cada día pierdo más la esperanza en eso, parezco un imbecil buscando algo de esperanza donde no la ahí.

—Tom, maldita sea. ¿Estás prestando atención a lo que te estoy diciendo? —Se acerca a mi haciéndome sacar de mi transe.

—Tengo cosas mejores que hacer, no me esperes.

Dicho eso camino hacia la puerta de mi oficina y la abro saliendo de esta, estaba estresado y no estoy de buenas como para aguantar a otro inservible.

—¿Las llaves de mi auto? —Espeto al ver que no están en el manejo de llaves donde las pongo siempre, uno de mis guardias me mira pero no dice nada, odio que hagan eso —. Hize una pregunta.

El tipo se aclara la garganta y habla.

—Su hermano Bill me las entrego... El dijo estrictamente que no se las diera. —Se removió en su lugar y yo tense la mandíbula ante su respuesta.

—Entregamelas, Ese maricon no te tiene que dar órdenes para meterte en mis cosas. —Recarque las dos últimas palabras mientras caminaba hacia el, este no se inmutó y me las dio enseguida.

Era estupido que tuviera que pedir mis cosas, se que pretende cuidarme pero si ni el idiota que dice ser mi padre lo hizo, no se esperé que yo obedezca a el.

El busca saciarse drogandose o alcoholizado, yo busco descargar mi ira con gente, hasta conmigo mismo.

Subí a mi auto y lo prendí, seguido de eso pise el acelerador saliendo de ese lugar y viendo las calles pasar rápidamente. Manejaba sin cuidados el que mandaba en este país al cabo era yo, la policía me veía pasar y se quedaban ahí. Reconocían mi auto y no harían nada, iba a la iglesia, no crean que a confesarme y esa mierda católica, mayormente nadie va a esa iglesia ya que yo la compré y está a mi nombre, nadie entra salvo yo y a mi víctima, ¿Que mejor que morir delante una cruz?

Llegue a la iglesia y aparque mi auto afuera para salir de este y entrar hacia la iglesia, solté un largo suspiro ante el viento helado del lugar. Caminé hacia los bancos de madera, y me quedé mirando las paredes y el látigo que colgaba en el altar junto una cruz de color negro, me empecé a quitar la ropa, no todo. Solo mi polera holgada y mi bandana. El frío enseguida me hizo erizar la piel  pero no sentía nada.

Las marcas en mi espalda eran recientes, está era mi única manera de pensar que era fuerte y poder liberar la rabia que día a día acumuló, simplemente estalló cuando tengo la oportunidad de desquitarme. A veces el pasado me atormenta por el hecho de saber que en algún momento tuve la oportunidad de cambiar el rumbo de las cosas y no tirar todo fuera del tren y alejarme de esa vida. Todos estos años eh pasado intentando encontrar algo. Una señal o una esperanza de que ella esta ahí esperándome. El hecho de que no hayan encontrado su cuerpo y que ella murió calcinada es algo completamente estupido, el avión callo en mar y ninguno de las víctimas de ese avión fue calcinada y hasta que no vea su cuerpo sin vida mi forma de pensar no cambiará. Lo único que no sabría, es como reaccionare si ella está viva y se ubica en alguna parte de este mundo. El miedo a perder el control y volverla a dañar hace que mi sangre se congelé, yo no e mejorado. Solo empeoró. La necesito a ella que fue la que en algún momento me hizo sentir completo cuando yo jamás pude hacer eso de sentirla amada. De haberle entregado todo el amor que sentía por ella....

𝐔𝐍 𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 - 𝐓𝐎𝐌 𝐊𝐀𝐔𝐋𝐈𝐓𝐙  (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora