En el bullicioso corazón de Seúl, donde las luces de neón iluminan las calles y los rascacielos tocan el cielo, existía un mundo oculto a los ojos de los humanos comunes: el mundo de los alfas, betas y omegas. Dentro de este mundo, cada individuo llevaba consigo un aroma único, un perfume natural que indicaba su clase y su atractivo. Pero no todos los aromas eran bienvenidos.
Park Jimin, un omega, había nacido con un don extraño y peligroso. Mientras que la mayoría de los omegas exudaban fragancias embriagadoras que atraían a los alfas, el aroma de Jimin era diferente. Su olor, lejos de ser una dulce tentación, era una esencia tóxica que alejaba a todos aquellos que se acercaban e incluso los llevaba a la muerte. Desde pequeño, había aprendido que su fragancia era un arma de doble filo, una maldición disfrazada de protección.
En su juventud, Jimin había sido víctima de desprecios y aislamiento. Las burlas y el rechazo habían dejado cicatrices profundas en su alma, siendo llevado lejos para no dañar a los demás. Con el paso del tiempo, había aprendido a ocultar su dolor tras una máscara de indiferencia, a protegerse del mundo que no lo entendía. En su soledad, se había prometido a sí mismo nunca dejar que alguien rompiera sus defensas.
—Señor Park ya es el sexto alfa que su hijo asesina con su aroma. —habló un hombre.
—Denle un supresor y busquen otro alfa. —dijo el hombre. —y asegúrense que nadie entre a la isla.
—Estamos evaluando a posibles candidatos por tamaño, peso y edad. —mencionó un beta. —Hay uno que cumple con el perfil.
—¿Quién es? —pregunto.
—Es un alfa de 30 años. —le entregó el folder. —Tiene una esposa que espera trasplante de corazón.
—Tráiganlo ante mi presencia. —cerró el folder.
El hombre se fue para cumplir con la orden de su jefe. Min Yoongi, era un alfa de clase media que se había casado con su novia y amiga de infancia con la que vivía feliz y tranquilo hasta que está enfermo. Este iba despacio bajo la lluvia mientras buscaba un empleo, una camioneta negra se puso frente a él.
—Min Yoongi. —lo llamaron.
—Sí, soy yo. —hablo.
—Suba al auto. —le dijeron.
Yoongi dudó un poco, pero luego entró encontrando a un alfa con lentes verlo de manera tranquila.
—¿Qué necesitan de mí? —preguntó.
—Pasa los celos con mi hijo y a cambio tu esposa estará en prioridad para el trasplante de corazón que necesita. —hablo.
ESTÁS LEYENDO
Nevermind [YM]
FanfictionDesde joven, Jimin había sido consciente de su peculiaridad. Su olor, en lugar de ser dulce y atrayente como el de otros omegas, era potente y venenoso. Cualquiera que inhalara su aroma se sentía mareado y, en casos extremos, podía incluso perder el...