Charlotte Pov.
Mi mente retumbaba mientras conducía a casa de mi mamá, en mi lista de Spotify sonaba Youngblood de 5 Seconds of Summer, sus últimas palabras habían sido confusas "entonces porque me buscas" realmente solo había pedido su ayuda por culpa de Margot, ¿Qué lo hacía creer que me interesaba?, en fin, hombres.
Tome aire y pase por la puerta de la casa; Mi madre se alegró al verme hacia parecer como si me perdí tres días seguidos, todos nos sentamos en la mesa.
- Ahora si cuéntanos lo todo – mi madre se sentó poniendo pasabocas en la mesa, estire mi mano para tomar una papita y mi madre me miro- Cuéntanos- me pidió mientras me veía fijamente.
Tata tenía su cabeza metida en el periódico del día, su café humeaba a su lado y mi papá trajo su pipa, maldije, estaba toda la familia.
-Margot me llamo que estaba en problemas- Les dije con calma y ellos suspiraron.
-Esa chica no sabe hacer otra cosa que joder y causarle dolores de cabeza al papá - Tata hablo seguro sin bajar el periódico.
-Pues tuve que llamar al licenciado Sutworth para que me ayudara, ya saben por...- Intente completar la frase.
-Por no ser una abogada oficial- Los demás en la mesa completaron al unisonó.
Sonreí, ellos más que nadie, sabían todo lo que tuve que pasar para graduarme, no podía creer que solo por las practicas me retraban la entrega de mi tarjeta oficial como abogada, no comente más nada del caso, me fui a dar una ducha, no me gustaba estar en mi antiguo cuarto, pero ya que estaba aquí iba aprovecharlo.
- ¡Iré abrir la pastelería! - Escuche a mi padre gritar.
- Voy contigo – salí de mi habitación para ir detrás de él, mi madre me intercepto
-Tomate el día- me pidió mi madre - Necesitaras estar descansada para iniciar a trabajar donde ese licenciado - su cara se oscureció por un momento yo suspire, ya sé a dónde iba su amabilidad.
-Mamá- Intente hablarle, pero su mirada severa me hizo cerrar mis labios de golpe.
- No seas mala- Tata la regaño colocándose de pie -La chica lucho por esto, tiene la oportunidad de su vida frente a ella, déjala - Tata tomo el brazo de mi madre - Ahora vamos a la cafetería que esas mesas no se atienden solas.
Mi madre no dijo más nada, y salieron de la casa; Me recordó un poco a todo lo que había vivido, las veces que me quedaba sola en la casa mientras todos ellos tenían una vida la cual atender, me quede pensando en si estaba haciendo lo correcto o no, pero a ser sinceros daría lo que fuera por mi familia y hay cuentas que pagar. La puerta sonó y fui abrir.
- ¿Se te quedaron las llaves? - Pregunté mientras abría, pero me quedé helada al ver que era el señor Ricardo.
-Ojalá las tuviera- Dijo sarcástico, lo mire fulminante poniéndome al frente para bloquear la puerta -Tu mamá dijo que tendría un adelanto para mi hoy- dijo mirando por encima de mi cabeza - ¿Dónde está?
-Pues aquí no está- Hable ruda, maldita altura de mierda la mía, ¿dónde están mis tacones de poder cuando se necesitan? - Ven más tarde.
-Escúchame bien Charlotte, si llego a ir a mi local voy a destrozar todo y cada uno de los electrodomésticos de ese lugar- Me amenazo apúntame con su dedo.
-Pues ya le digo yo que lo intente y recibirá otra orden de alejamiento de mi parte- Lo amenace y él sonrió como si fuera un chiste -Hablo muy en serio.
Cerré la puerta en su cara y suspire a penas no escuche su horrible voz; Si alguien me lograba sacar de mis casillas era ese sujeto, camine hasta la sala y tome el control del televisor en mis manos, lo encendí y estaba en el canal de noticias como siempre que Tata lo agarraba antes.
- Y continuamos entonces- una presentadora hablo demasiado feliz -Tenemos con nosotros nuevamente al abogado Sutworth y queríamos preguntar sobre su vida amorosa.
Su sonrisa se hizo presente, era esa misma sonrisa de seguridad que tenía mientras me entregaba la carpeta del caso, era esa de control absoluto y se veía bonito; No escuche su respuesta ya que la puerta se abrió de golpe.
- Me abandonaste- Margot se quejó y yo solo supe girar los ojos - Oh está en televisión otra vez- Se sentó a mi lado casi aplastándome y siguió hablando -Puedes creer que mi papá está pensando en presentármelo- Se quejo.
- ¿En serio? - Le dije sarcástica.
-Si, cree que él es buen partido y que si será el chico- Suspiro -Tu que lo conoces, ¿Crees que yo le guste?
Una alarma en mi cabeza se encendió, siempre la pregunta era "¿Crees que será suficiente este chico?" Para todos los chicos que se interesaban en ella, esta vez había cambiado.
- ¿Te interesa? - Negó rotundamente - ¿Entonces?
-Solo pienso..., es que míralo- Señalo el televisor - Es tan suelto, tan libre, tiene una sonrisa tan bonita y coqueta, junto con esos labios que dicen 'ven devórame' - dijo fantaseando, negué y le di un golpe en la cabeza
- Auch – exclamo mirándome fijamente, la ignore
Subí volumen a la entrevista; Comenzaron a dar un montón de información de su carrera como abogado, me sorprendió saber que entro a la universidad como becado, todos los foros que estuvo y como su vida se volvió un sube y baja de eventos hasta ahora que logro concretar ser socio de esa firma tan grande; Sin embargo, sus palabras fueron marcadas por todo aquello que había vivido.
-Wow- Margot miraba la televisión fascinada.
-Quizás solo sea marketing- Ataque intentando restarle importancia –Sabes ya me voy a mi casa.
- ¿No vas a la cafetería? - Preguntó Margot intrigada.
-Mi madre me dio el día libre, mañana comienzo a trabajar- Vi como a mi amiga se le iluminaron los ojos como si se le hubiera venido a la cabeza la más desastrosa idea, y algo me decía que yo estaba involucrada en ella- ¿Qué? - Pregunté mientras tomaba mis cosas
- Teniéndote a ti en el buffet podemos, podría, mejor dicho, estar más pendiente de él - alce la ceja mientras me cruzaba de brazos - y así si es un mal partido, o en su defecto si nos conocemos más a fondo, ya sabes vigilar- Me guiño un ojo y negué - Eres mi amiga.
-Pero no tu espía, ahora camina que quiero irme.
Ya en casa pude tranquilizarme, mis pensamientos, el sube y baja de estos días en general, no es sanó eso, mi menté viajo a pensar en todo; Deudas, trabajo, Margot, Alexis, el casero, mis padres, ¿Qué podía hacer? No lo sé, y sin duda quisiera tener una respuesta a mis problemas de inmediato; Mi celular me saco de mis pensamientos, era un número desconocido llamando, tome aire seguro era alguna agencia de ventas o algo por el estilo.
- ¿Hola? -Hablé algo cansada.
-Un placer escuchar su voz señorita Charlotte- Una voz gruesa hablo al otro lado –Le tengo una propuesta que no va a poder negar- Escuche una pequeña risa.
- ¿Qué quieres Maxwell? - Hablé segura cuando reconocí la voz.
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EVITERNO
RomanceCharlotte una chica que lucha por lo que quiere y se mantiene con la frente en alto; Alexis un abogado prodigio emergente quien no desaprovecha las oportunidades para llegar a la cima. Más que pasteles y café, más que delitos y casos; Como un huracá...