Cap7- El contrato

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Alexis Pov's

Tome mi celular una vez más en mis manos, solo estaba la luz de mi lampara en mi mesa de noche, ¿La llamó?, ¿Es muy tarde? Suspiré una vez más y volví a dejar mi celular en la mesa; camine a la cocina agarre un vaso de vidrio, le coloque varios hielos y fui al minibar por un whisky, lo serví con cuidado, tome el primer sorbo, me golpeo bastante fuerte; Camine hasta mi cuarto nuevamente y tome mi celular, marque su número y llame, ¿Por qué estaba nervioso?, Vamos Alexis solo es una llamada dije para mis adentros

- Hola –Contesto algo seria

- Señorita Scott- La salude y suspiro - ¿Ocurre algo? - Pregunte.

-No, es decir, todo está bien- Volvió a suspirar – Disculpe ¿Quién habla? - sonaba confundida

-Alexis Sutworth - Le aclarare – La llamaba para decirle que mañana la necesito en el buffet a las ocho de la mañana, y que no se preocupe por nada hablaremos del contrato y demás, estaremos negociando cosas obvias para que se sienta bien y en agradable ambiente.

- Oh si claro- Me dijo algo apagada.

- ¿Se encuentra bien? - Pregunte curioso y ella aseguro que si - Señorita Scott no me mal interprete mi atrevimiento, pero no se escucha bien.

- Tengo que cortar licenciado, hablamos mañana.

Seguido de eso no pude ni despedirme solo corto la llamada, termine el whisky de mi vaso de golpe, ¿Qué le sucedía? solo sentía que no era algo bueno, y la curiosidad me ganaba por saber, un mensaje me llego con la invitación a la cena con los Miller; Confirmé mi asistencia y me acosté a dormir.

A la mañana siguiente desperté con un mal humor, así que decidí pasar por la cafetería de la familia de Charlotte, decía que solo quería el café, pero muy al fondo quería ver si ella estaba bien; Al entrar fui recibido por un aroma delicioso a panqueques.

-Buenos días- Dije llegando a la barra.

-Oh, alguien educado- Aseguro Tata, quien arrugo un poco la vista al verme - ¿Vienes a buscar a Charlotte?

-No- Respondí antes que gritara su nombre –Vengo como un cliente más- Le anuncie con una sonrisa.

-Oh, pensé que sí, hubiera sido lindo que fueras caballeroso, pero ya veo que los modales vienen por separados Ken- Habló un tanto rudo antes de girarse de vuelta – ¡Devís! -Grito - ¡Clientes!

- Voy Tata- Un sujeto salió de la cocina, puedo asegurar que media unos dos metros, sus ojos buscaron en la cafetería hasta que dieron conmigo limpiando sus manos con un pañuelo -Bienvenido ¿Qué desea ordenar?

- Disculpe ¿Esta Rachel? - Pregunte directo y el sujeto arrugo el rostro – Solo necesito saber si sabe quién hizo mi café de la otra vez quiero exactamente a esa persona –Termine de hablar y Tata soltó una risa, voltee a verlo, cogió humo con la pipa y lo soltó lentamente.

-Esa fue Charlotte- Me respondió el anciano –No está aquí ahora así que es mejor que te conformes con el café de su madre.

-Oh - Dije lamentando –Me da entonces un late grande -Pedí sacando mi tarjeta.

- ¿De dónde conoce a mi familia? - Pregunta mientras pasa la tarjeta.

-Yo...- Intente hablar cuando Rachel salió de la cocina.

- ¡Alexis! - Me saludo cariñosa, pude sentir la mirada del hombre sobre mí, soy muy bello e inteligente para morir - ¿Buscas a Charlotte? - Pregunto con una sonrisa.

- ¿Mi Charlotte? - pregunto el señor, pregunta que su esposa claramente ignoro

- Si Davis tu Charlotte y no Rachel, no vino por ella, ken vino a tomar café como todo el mundo- Tata respondió por mí.

- ¿De dónde lo conocen? - Pregunta otra vez Devís y no con buena cara.

- Él fue quien le dio el trabajo a Charlotte de secretaria – Rachel habla orgullosa y luego me miran - ¿Verdad Alexis?

- Si, ese soy yo el señor amable – reí incomodo, ya me quería ir, antes de que el titan de dos metros se abalanzara sobre mí, solo recibí mi tarjeta – Saben, yo- Justo mi celular sonó - Disculpen

Salí del café y tomé la llamada sintiendo un enorme alivio gracias a la tensión que se sentía allá dentro; Tome la llamada, era para un asesoramiento, tome aire, eran las siete de la mañana y ya estaban llamando; Iba a denegar cuando escuche a Maxwell de fondo diciendo que el atendería el caso, dijo que no me preocupara, y la llamada se cortó; Raro Maxwell en la oficina tan temprano.

-Oh, Alexis aquí estas- Rachel salió con mi café en mano –Para que no entres a esa batalla campal que esta adentro –Me sonrió entregándomelo –Pensé que habías quedado temprano con mi hija- Me anunció.

-Oh si, le dije a las ocho, es normalmente mi hora de entrada al trabajo –Le aclaré y ella hizo una mueca, pero no me dijo nada.

Me despedí de ella y subí a mi auto; Si mi mañana empezaba así no me quiero imaginar mi resto de día.

Llegue al gran edificio y camine directo a mi despacho, el café me había quitado un poco lo malhumorado, sin embargo, aún tenía el malgenio encima, entre a mi oficina y Charlotte estaba sentada ya del otro lado, se veía muy buen vestida.

- Buenos días, señorita puntual – Le hice una broma la cual no le dio gracia – Gracias por ser puntual Charlotte – Le aclaré.

-De nada- Dijo sin decir ninguna otra palabra.

-Bueno tuve pensando en el contrato y en ciertas cosas que pues hablamos – Comencé a hablar ya sentado en mi silla – Para que sea justo y equilibrado, había pensado que fueras mi secretaria un total de 40 horas semanales, eso quiere decir trabajar de 8am a 4pm, esto hablando solo de la oficina luego en base a los casos que me tienes que acompañar o casos extra se te será recompensada como si fueran horas extras.

- Al grano – Pidió desesperada.

-Tengo que explicarte todas tus condiciones laborales y lo sabes- Hablé ya más serio –Todo está por escrito, pero quería explicártelo igual toma- Le di la copia del contrato - 290 dólares semanales, sin contar las horas extras o salidas a casos, eso te da un total de 1.160 dólares mensuales, de nuevo sin contar nada de lo extra, cada hora extra va rondando un...

- Quiero ser secretaria de Maxwell- soltó interrumpiendo, enojarme quedaba en un concepto muy corto, me puse furioso, me estaba interrumpiendo constantemente y ahora sale con eso – siento que ayudaría más al licenciado Maxwell.

- ¿Ah sí? - Dije recostándome de la parte de atrás de mi silla – Pues él - hable -uno no da las mismas prestaciones que yo y dos siento que te va a delegar cada uno de sus casos y terminaras resolviéndolo tu.

- ¿No es lo que usted quiere? - Atacó.

- ¿Perdón? - Me ofendí.

-Usted, pidiendo desesperadamente que me quede su lado ¿No es lo que busca? - Negué con una sonrisa.

-Fue usted quien sugirió su ayuda en el trato al resolver el caso- La ataque con sus propias palabras, poniendo mis manos en el escritorio – Fue usted quien le dijo a su familia que sería Mi asistente- Me puse de pie –Fue usted quien decidió levantarme en medio de una madrugada para pedir mi ayuda- Sonreí - ¿Y yo quiero aprovecharme de usted? - me inclino hacia adelante mirándola fijamente 

EVITERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora