Overlord y un Nuevo Mundo

Punto de Inflexion Parte 2

En las vastas llanuras de un reino olvidado, donde el viento susurraba secretos ancestrales entre las hierbas altas y el sol se hundía lentamente en el horizonte, un persona cabalgaba con determinación sobre su imponente corcel blanco, resonaba como un eco entre las colinas.

Vestido con una capa de tonos verdes y plateados que se agitaba con cada galope .Sus pensamientos se enredaban en las complejidades de la libre voluntad y el deber divino, mientras el caballo avanzaba con gracia y poder sobre la tierra ondulante.

-No creo que me estés pagando lo suficiente por esto", murmuró el aventurero con una ligera nota de resignación en su voz.

-No te preocupes por eso, ese es el acuerdo", respondió su compañero con tranquilidad. "Esta zona es nueva para ambos, y por eso necesito tu ayuda."

Aquel sujeto había zarpado desde el Rikarisu hacia las zonas más inexploradas del continente demoniaco en búsqueda de una persona una persona que podría ayudar hacia aquel destino que aquel sujeto le hacia llamar en sus suelos.

-Sabes que esta zona es demasiado peligrosa para andar por aquí. No tienes idea de la cantidad de monstruos que acechan", advirtió con seriedad el aventurero mientras ajustaba las riendas de su caballo.

-No te preocupes tanto,

La advertencia del aventurero resonaba en el aire, recordándoles el peligro latente en cada sombra y cada rincón de aquel territorio inhóspito y desconocido, sin embargo el parecía ser escéptico ante esta advertencia, Sus pasos eran firmes y seguros, aunque su apariencia no daba la impresión de alguien acostumbrado a la batalla.

El aventurero soltó un suspiro, mirando a su compañero con una mezcla de incredulidad y resignación. Aunque su intuición le decía que aquella misión era más peligrosa de lo que parecía, no podía evitar sentir una chispa de curiosidad por lo que encontrarían más adelante.

Ambos continuaron cabalgando en silencio, dejando que el ritmo constante de los cascos del caballo les guiara a través del terreno traicionero. El sol había descendido por completo, y una luna llena iluminaba el paisaje con una luz etérea. Las sombras de los árboles se alargaban, creando figuras fantasmales que parecían cobrar vida propia.

-Sabes que el continente demoníaco es demasiado peligroso, incluso para mí -dijo el aventurero, con la voz tensa-. El simple hecho de vagar por estas tierras inhóspitas me hace sentir que estamos en constante peligro de muerte.

El compañero del aventurero, manteniendo su aire de tranquilidad, respondió con una leve sonrisa.

-Entiendo tu preocupación, pero a veces, los mayores peligros esconden los mayores secretos y recompensas.

El aventurero soltó un suspiro, pero no dijo nada más. Sabía que su compañero tenía razón, aunque eso no aliviaba su inquietud.

-Pero aunque sea me podrías decir que estamos por aquí .-Exclamo ofuscado

-Todo a su tiempo. Sé que te estoy ofuscando con todo esto, pero espera un poco más. Al final, verás algo sorprendente -exclamó el aventurero.

Continuaron cabalgando, sus sentidos alertas, hasta que un destello en la distancia llamó su atención. Entre las sombras y las colinas, las ruinas de un antiguo templo se alzaban solitarias, como un gigante dormido en medio de la nada.

-Mira eso -dijo el aventurero, señalando hacia las ruinas-. Un antiguo templo. Parece que el destino nos ha llevado aquí por una razón.

El compañero asintió, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y reconocimiento. -Sí, este lugar tiene una energía poderosa. Debemos explorar, pero con precaución.