Al día siguiente seguía curando las heridas de aquel hombre que vino a mi casa lleno de sangre, empecé a notar que se movia lentamente.
Mire sus ojos los cuales se abrieron tratando de recordar algo de porque estaba aquí, me voltio a ver para después alejarse rápidamente.
— ¿Quién demonios eres? — dijo mirándome mientras se agarraba la herida en el estómago donde estaba una marca de cuchillo que le atravesó y yo tuve que sacarlo hace tres horas antes.
— ¿Te puedes calmar?, viniste ayer en la noche pidiendo ayuda, solo te estoy ayudando además no te alteres eso puede ser malo por el cuchillo que te metieron en el estómago — dije mientras lo miraba y trataba de calmarlo.
El simplemente miraba a su alrededor tratando de calmarse, ya que estaba muy alterado.
— Mira, me gradué en medicina y se mucho sobre eso, ahora necesito que te relajes y te acuestes en el sofá para curarte las demás heridas — dije, para después ver como el se acercaba lentamente hacia el sofá.
Se acostó en el sofá aún desconfiado, empecé a preparar las gasas para poder ponerla en su abdomen.
— Ahora necesito que te quites la camisa para poder curar tus heridas — dije mientras lo miraba, el simplemente me miró para después sentarse con cuidado y quitarse la camisa.
Se volvió a acostarse, así que empecé a curarle sus heridas mientras sentía su mirada atenta sobre mí.
— ¿Puedo preguntarte algo? — mencionó mientras me miraba algo confundido y aún desconfiado.
— Claro dime — dije mientras llenaba un algodón con alcohol.
— ¿Solamente vine yo solo? — dijo mientras me miraba con algo de esperanza en sus ojos como si esperará que le dijera que si.
— Si viniste solamente tú — dije mientras ponía el algodón con delicadeza en una de sus tantos heridas en el abdomen.
Simplemente me miró para voltear a ver a otro lado, mientras miraba fijamente a un lugar sin expresión alguna.
Pero lo único que mi mente repetía una y otra vez, era porque estaba en este estado ya que era como si lo hubieran torturado por horas por todas las heridas que tiene, y ahora que lo pienso seguro no estaba solo.
— ¿Cuál es tu nombre? — mencionó el mientras me sacaba de mis pensamientos, para voltearlo a ver.
— Mi nombre es, Yoongi, Min Yoongi — dije con una sonrisa mientras lo miraba — ¿Y el tuyo?.
Después de lo que dije se sentó un poco para después verlo formar una sonrisa.
— Park Jimin — dijo mientras me miraba — Yo quería pedirte perdón por reaccionar así al principio, gracias por ayudarme.
Mencionó con una sonrisa mientras me miraba y yo solo asentí con una sonrisa.
Después de eso pasaron dos horas para que curará las heridas y venderle bien la herida donde había sido a cuchillado, lo ayude a sentarse bien en el sofá y mirara mejor a su alrededor.
Se me quedó mirando un rato y después note que seguía sin su camisa.
— Deberías ponerte tu ca-camisa — dije tratando de no sonar nervioso por la vista de su abdomen, marcado por cierto.
— ¿Nervioso? — dijo con burla mientras me miraba con una sonrisa burlona.
— Mejor ponte tu camisa, y-y no fastidies — dije mientras lo miraba aún nervioso — Me voy a votar todo esto.
Me fui a votar todo lo que había utilizado para curarlo mientras que el exploraba mi sala y sin que se diera cuenta lo vi mirando una de mis fotos de pequeño, para después ver otra donde estaba toda mi familia conmigo de siete años de edad.
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El Rey Desconocido | Jimsu
RomanceMin Yoongi vive su vida normal como otro ciudadano en la gran ciudad de Corea, viviendo solamente con sus dos hermosas mascotas, un lindo gato naranja y un perro golden retriever, vive feliz y es feliz con lo poco que tiene. Hasta que un día llega u...