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Algunos minutos después Yoongi regreso de hacer algunas compras, pero parecía que se hubiera traído todo el mercado aquí a la casa.

Colocaba todas las bolsas en la pequeña barra de la cocina con una sonrisa mientras tarareaba una canción.

— ¿Por qué tantas bolsas?, parece que te hubieras traído todo el mercado aquí — dije con una pequeña sonrisa burlona mientras lo miraba.

— Bueno, prácticamente no tengo nada de comida en mi refrigerador y nada de condimentos en mi alacena — dijo mientras me miraba, para después empezar a sacar algunas carnes frías y ponerlas en la refrigeradora.

— Bien, te ayudo aguardar entonces — dije con una sonrisa, para agarrar una bolsa pero al intentar sacar su contenido sentí me golpearon en la mano — ¡ah! ¡eso me dolió!, agarras confianza muy rápido.

— Tienes una herida de un cuchillo que te atravesó, varias heridas y golpes en todo tu cuerpo y también tu cara, así que mejor vas a ir a descansar — dijo Yoongi mientras me apuntaba con la cuchara que anteriormente me había golpeado en la mano.

— Pero yo me siento bien, puedo ayudarte con todo esto, después de lo que hiciste por mi quiero ayudarte — dije mientras lo miraba y acariciaba mi mano que dolía por el golpe de antes.

— Y mi me encantaría que te fueras al sofá, y descanses un poco, ¿puedes hacerlo? — dijo Yoongi mientras me miraba.

— ¡Ash! — dije para después sentarme en el sofá con los brazos cruzados molesto, odio ser una carga para los demás yo necesito hacer algo.

— ¿Tienes hambre? — dijo el más pálido mientras acomodaba algunas cosas en la refrigeradora.

— Si, no he comido desde ayer en la tarde — dije con una sonrisa mientras lo miraba.

El solo asintió, me quedé mirando a la ventana un rato cuando sentí algo pesado en mi regazo, dirigí mi mirada y lo primero que vi fue un pelaje naranja hecho bolita.

Me di cuenta que era el gato Garfield del que Yoongi me comentó hace rato, pasé mi mano acariciándole su pelaje naranja con leves rayas blancas en la parte de sus patas y pecho.

Paso algunos minutos después cuando se empezó a escuchar ladridos del perro de Yoongi, el perro ladraba la puerta además se le escuchaba gruñir levemente.

— ¡Zeus!, ¡deja de ladrar pequeño! — dijo el de tez pálida desde la cocina, su voz sonaba como si supiera de quien se trataba o a quien le estaba ladrando Zeus.

El perro en ningún momento dejó de ladrar, hasta que escuché el timbre de la puerta sonar y Zeus simplemente ladraba.

Yoongi salió de la cocina para ir a la puerta de entrada, una vez estuvo ahí mandó a Zeus a su cama, pero el perro en vez de ir a su cama se dirigió a el sofá donde estaba yo, para subirse y hacer se bolita.

Yoongi al abrir la puerta sonrió al instante al mirar a la otra persona, hasta que vi un ramo de rosas en sus manos del más pálido.

El azabache.

Me pare y me fui hacia un pequeño estante donde había fotos de Yoongi y su familia, el estante estaba un poco más cerca de la puerta.

Si, soy chismoso, ¿y qué?

— No te hubieras molestado Min-Ho, están muy lindas — dijo el más pálido con una sonrisa, mientras miraba las flores.

— Ya sabes que no es molestia, me gusta darte regalos, ¿quieres salir hoy a cenar? — escuche decir a el azabache, pude sentir sus nervios hasta aquí.

El Rey Desconocido  |  JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora