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"En mi mundo de House of the Dragon, los hijos de Rhaenyra no son considerados bastardos porque ella se casó con Harwin Strong en lugar de Laenor Velaryon. En esta historia, Laenor es aceptado como homosexual, la relaciones gays son aceptadas sin importar continuar la descendencia si o no."

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Me agarro del borde del barco con ambas manos y me abalanzo hacia adelante para vomitar. Mi madre me frota la espalda mientras yo expulso todo el desayuno y el almuerzo juntos.

Siempre pasa esto cuando navego, los movimientos constantes del barco hacen que me maree. Aunque a mi madre o a Jace no parece molestarles en absoluto; se ven tan frescos como una lechuga. En cambio, yo, lo único que tengo de lechuga es lo verde de las náuseas.

-¿Cuánto falta para King's Landing? -pregunto mientras mi madre me limpia la boca con un pañuelo.

-Solo cinco minutos -responde, mientras deja el pañuelo a una de sus damas. Ella me mira y me acaricia el rostro-. Ahora ven y siéntate -me agarra suavemente del brazo y me dirige hacia un banco. Jace se acerca y pone sus manos en mis hombros.

-Agradece que eres un Strong y no un Velaryon. No me imagino un marinero que no aguante las mareas -comenta Jace. Yo me río a carcajadas, con sarcasmo-. Tú serás el heredero de los Siete Reinos, mientras yo seré heredero de Harrenhall, que por suerte todavía sigue en pie -agrega frustrado. Siendo sincero, nunca me molestó Harrenhall. Solo es un castillo en ruinas, pero he pensado en volver a construirlo. No está tan mal ahora que lo pienso. Lo único malo es que puedo tener hijos siendo hombre, lo que significa que con el hombre que me case, él manejará todo. Esa es la maldición que me pusieron los dioses, ser vendido como un caballo y manejado al gusto de cada uno.

Me descubrieron a los ocho años mi condición y, en el momento de ser descubierto, se volvió mi maldición. Mi madre se lo contó al rey Viserys. Él dijo que yo, cuando cumpliera catorce años, me casaría con quien más me beneficiara. Mi madre dio la idea de que me casaran con Jaecerys, pero yo me negué rotundamente. Por más que los Targaryen tuvieran extrañas costumbres, me parecía asqueroso casarme con Jace. También pensaron en casarme con Aegon. Casarme con un oso me parecía más lindo que Aegon.

Por mientras, la condición se mantuvo en secreto. Solo yo, Viserys, Harwin, Jace y mi madre lo sabían, aunque ahora, en mi onomástico de catorce años, saldrá a la luz para encontrarme un esposo.

Fui muy claro en que jamás me vestirían como mujer o me tratarían como una. Seré criado como yo quiera. Ni en diez vidas permitiría tal humillación. Dudaron al principio, pero luego cedieron.

Una vez que llegamos a King's Landing, nos recibieron el abuelo y los Hightower. Al momento que mi pie toca el suelo, me dirijo apresurado a mi antiguo dormitorio. No tengo ganas de aguantar las bromas pesadas de Aegon y menos las miradas fulminantes de Aemond.

El abuelo dijo que esta noche tendremos una cena familiar y sé que les contará sobre mí. Ya estoy pensando en las bromas de Aegon. Abro la puerta y me tiro de espaldas al colchón. Resoplo y miro hacia el techo. Tocan la puerta y veo a Daemon cruzado de brazos, apoyado contra el marco de la puerta.

-Ya te estás escondiendo -habla con una sonrisa mientras se acerca.

Me siento en el borde de la cama, con los brazos apoyados. Daemon amaba a mi madre cuando ella tenía catorce, pero mi madre siempre amó a un solo hombre y ese fue Harwin. Nunca le guardó rencor a Rhaenyra por ser rechazado. Ahora se encuentra felizmente casado con Laena Velaryon y con dos hermosas hijas y uno en espera. Él siempre iba a Dragonstone a visitarnos. Él me enseñó a usar la espada y estrategias de combate. Creo que siempre pensé que era su favorito.

"Destino Cruel" LucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora